Portugal adquiere F-35A para modernizar su fuerza aérea, reemplazar F-16 y fortalecer la interoperabilidad de la OTAN ante amenazas modernas.
Portugal avanza en la modernización de su fuerza aérea
La Fuerza Aérea Portuguesa confirmó en abril de 2025 su compromiso para adquirir el F-35A Lightning II de Lockheed Martin, marcando un paso decisivo en la modernización de su flota aérea. Este movimiento busca reemplazar los 28 aviones F-16AM/BM, que han servido desde la década de 1990 bajo los programas Peace Atlantis y se acercan al fin de su vida operativa. El general João Cartaxo Alves, jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, anunció que el F-35A es la única opción viable para mantener las capacidades de defensa aérea del país, alineándose con los estándares de la OTAN y respondiendo a las crecientes demandas de interoperabilidad y tecnología stealth. La decisión, respaldada por un presupuesto estimado de 5.500 millones de euros a lo largo de dos décadas, refleja la urgencia de fortalecer la defensa europea en un contexto de amenazas modernas, especialmente tras la intensificación de la guerra en Ucrania.
El proceso de transición comenzó a tomar forma en 2023, cuando el general Cartaxo Alves expresó públicamente en una conferencia en Lisboa que el F-35A era el reemplazo ideal para los F-16. En noviembre de ese año, la Fuerza Aérea incluyó la adquisición en su plan de modernización Air Force 5.3, aunque la falta de un compromiso político formal generó incertidumbre. En abril de 2024, el general confirmó que Portugal ya estaba en una fase de transición, con talleres técnicos y de entrenamiento coordinados con Lockheed Martin y la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Esta planificación incluye la preparación de pilotos y técnicos, así como la modernización de bases aéreas para operar el avanzado caza de quinta generación.
La elección del F-35A responde a la presión de la OTAN para estandarizar capacidades entre sus miembros. El avión, adoptado por 14 naciones aliadas, ofrece tecnología stealth que reduce su firma de radar, sistemas electrónicos integrados como el Electro-Optical Targeting System (EOTS) y el Distributed Aperture System (DAS), y una arquitectura de guerra centrada en redes que mejora la conciencia situacional y la interoperabilidad. Estas características permiten al F-35A operar en entornos hostiles, realizar misiones de combate aire-aire, aire-tierra y guerra electrónica, y contribuir a la defensa aérea colectiva de la alianza. Países como Noruega, Países Bajos, Bélgica, Dinamarca, Polonia y Alemania ya han integrado o están adquiriendo el F-35, consolidándolo como el estándar de facto para las fuerzas aéreas de la OTAN.
La guerra en Ucrania, iniciada en 2022, ha acelerado las decisiones de modernización en Europa. La agresión rusa destacó la necesidad de capacidades avanzadas para contrarrestar sistemas de defensa aérea modernos y amenazas asimétricas. La ubicación estratégica de Portugal en el flanco occidental de la OTAN, con responsabilidades en la vigilancia del Atlántico, refuerza la importancia de un caza como el F-35A, capaz de integrarse en misiones de patrullaje aéreo y respuesta rápida. Además, la creciente actividad de submarinos y buques rusos en aguas atlánticas ha subrayado la necesidad de un avión con sensores avanzados para mantener la superioridad aérea y marítima.
Datos clave sobre la transición al F-35A en Portugal
- Flota actual: Portugal opera 24 F-16AM y 4 F-16BM, adquiridos en los años 90, con vida útil limitada.
- Presupuesto: La transición al F-35A está estimada en 5.500 millones de euros durante 20 años.
- Cronograma: La adquisición requiere aprobación política, con posibles actualizaciones en la ley de planificación militar de 2027.
- Interoperabilidad: El F-35A permite compartir datos con otros aliados de la OTAN mediante sistemas como Link-16.
- Capacitación: Pilotos y técnicos portugueses iniciarán entrenamientos en bases estadounidenses a partir de 2026.
Contexto estratégico y desafíos de la transición
La decisión de Portugal no estuvo exenta de obstáculos. En marzo de 2025, el entonces ministro de Defensa, Nuno Melo, expresó preocupaciones sobre la fiabilidad de Estados Unidos como aliado, citando declaraciones de la administración de Donald Trump que cuestionaban los compromisos con la OTAN. Melo sugirió explorar alternativas europeas como el Dassault Rafale, el Eurofighter Typhoon o el Saab Gripen, que ofrecen menores costos operativos y mayor autonomía. Sin embargo, las declaraciones recientes del general Cartaxo Alves en abril de 2025 confirman que el F-35A sigue siendo la prioridad, dada su superioridad tecnológica y alineación con los requisitos de la OTAN.
El costo del F-35A, aproximadamente 82 millones de dólares por unidad y 33.000 dólares por hora de vuelo, representa un desafío significativo para el presupuesto de defensa portugués. Los costos de mantenimiento, cuatro veces superiores a los del F-16, también generaron debates internos. Además, la dependencia de Estados Unidos para actualizaciones de software y componentes críticos plantea preocupaciones sobre la autonomía operativa. A pesar de estas inquietudes, la Fuerza Aérea argumenta que el F-35A es esencial para mantener la relevancia de Portugal en la OTAN y enfrentar amenazas futuras.
Para abordar necesidades operativas a corto plazo, Portugal adquirió en diciembre de 2024 12 A-29N Super Tucano de Embraer, diseñados para apoyo aéreo cercano, inteligencia, vigilancia, reconocimiento y entrenamiento avanzado. Esta medida compensa la retirada de la flota de Alpha caza en 2018 y permite mantener capacidades operativas mientras se completa la transición al F-35A. La modernización de la infraestructura, como la base aérea de Monte Real, también es una prioridad para garantizar la operatividad del nuevo caza.
La transición al F-35A posiciona a Portugal como un actor más robusto en la defensa aérea europea. La adopción del avión fortalece la cohesión de la OTAN y mejora la capacidad del país para contribuir a misiones conjuntas, especialmente en un contexto de creciente tensión geopolítica. Aunque las elecciones anticipadas tras la dimisión del primer ministro Luís Montenegro en 2025 podrían influir en las decisiones de defensa, el respaldo de la Fuerza Aérea al F-35A sugiere un compromiso firme con la modernización y la integración en la arquitectura de seguridad transatlántica.
Otros países europeos han seguido un camino similar. Rumania, por ejemplo, firmó en noviembre de 2024 un acuerdo para adquirir 32 F-35A, mientras que Alemania planea reemplazar su flota de Tornado con 35 F-35A a partir de 2027. Estas adquisiciones refuerzan la tendencia hacia la estandarización de capacidades stealth en la OTAN, permitiendo una mayor sinergia en operaciones conjuntas. La experiencia de Portugal, con su enfoque en la interoperabilidad y la preparación ante amenazas modernas, refleja el esfuerzo colectivo de la alianza para adaptarse a un entorno de seguridad en rápida evolución.