En la década de 1970, la Fuerza Aérea de Israel incorporó a su arsenal el F-4E Phantom estadounidense, un avión de intercepción supersónica bimotor y biplaza que se convirtió en el pilar de sus operaciones aéreas.
Conocido como Kurnass (“martillo pesado” en hebreo), este caza de tercera generación jugó un papel crucial en la protección de los territorios adquiridos tras la victoria israelí en la Guerra de los Seis Días de 1967. Este avión, que destacaba en el combate aire-aire, reconfiguró el teatro de operaciones en el Medio Oriente, siendo considerado uno de los desarrollos occidentales más avanzados de su tiempo.
La Tercera Guerra Árabe-Israelí, que enfrentó al naciente Estado de Israel con una coalición de naciones vecinas, dejó una huella geopolítica duradera, transformando profundamente la región. Este conflicto expandió significativamente las fronteras de Israel, un hecho que fue intensamente disputado por Egipto durante la Guerra de Desgaste entre 1967 y 1970.
Aumento y Despliegue del F-4E Phantom en la IAF
Los primeros 50 F-4E Phantoms aterrizaron en Israel en 1969, entregados a pesar de las preocupaciones del Pentágono sobre el posible daño a las relaciones con los países árabes y desafiando una posible limitación de ventas de armas acordada entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
Las acciones del presidente egipcio Gamal Abdel Nasser fueron determinantes para que el presidente Lyndon B. Johnson aprobara esta venta.
Durante la Guerra de Desgaste, la primera flota de Phantoms llegó a Israel y fue rápidamente integrada por la Fuerza Aérea Israelí (IAF) para confrontar las defensas aéreas egipcias a lo largo del canal de Suez.
Estos cazas de McDonnell Douglas (hoy Boeing) no solo se destacaron por establecer récords de altitud y velocidad, sino que también se mostraron como una herramienta polivalente y formidable en el combate.
La capacidad del Phantom para neutralizar las defensas aéreas y su participación en misiones de ataque y defensa fue crucial en las operaciones sobre el Canal. Utilizando su radar de largo alcance y los misiles AIM-7 Sparrow, la IAF logró contrarrestar efectivamente las amenazas egipcias y el apoyo militar soviético.
Rol clave del F-4E Phantom en la seguridad de Israel
Durante la Guerra de Desgaste, las avanzadas capacidades del F-4E Phantom fueron esenciales para que los pilotos de la Fuerza Aérea de Israel ejecutaran maniobras decisivas, resultando en el derribo de cerca de 100 cazas MiG egipcios.
Un ejemplo emblemático de estas operaciones fue la Operación Rimon 20, conocida por su ingeniosa táctica de emboscada aérea, comparada a menudo con la Operación Bolo de Vietnam.
En esta operación, aviones Mirage III armados se usaron como cebo, simulando ser frágiles aviones de reconocimiento. Esta distracción permitió a una formación encubierta de F-4 Phantom, junto con otros Mirage, posicionarse estratégicamente a lo largo de la frontera del Sinaí.
Al caer en la trampa, los cazas soviéticos aliados de Egipto fueron rápidamente neutralizados por una potente ofensiva aérea israelí.
Los Phantom en la guerra y paz: Superioridad aérea hasta 2004
La superioridad táctica que la IAF logró gracias al F-4 Phantom fue fundamental para superar la mayor cantidad de efectivos militares de Egipto.
Esta ventaja estratégica fue especialmente crítica durante la guerra del Yom Kippur de 1973. Aunque el servicio activo de los Phantom Kurnass terminó en 2004, su impacto en las operaciones militares y en la configuración de la seguridad nacional israelí perdura.
Sin las significativas contribuciones de estos cazas a lo largo de la década de 1970, el perfil geopolítico y territorial de Israel sería considerablemente diferente hoy en día.