Lockheed Martin, fabricante del caza F-35, afronta un déficit en la producción de esta aeronave de quinta generación, lo cual amenaza su competitividad frente al crecimiento de la producción del J-20 chino.
F-35, una producción en crisis
El F-35, previsto para ser producido a una tasa de 147 a 153 unidades en 2023, ha experimentado dificultades de producción que han reducido este número a 50 aviones. Esto representa un impacto económico considerable para Lockheed Martin, de entre 210 y 350 millones de dólares.
Las dificultades están relacionadas con la aplicación del programa de actualización Technology Refresh 3 [TR 3], que ha enfrentado desafíos significativos. Sin embargo, Jay Malave, director financiero de Lockheed, permanece optimista de que pueden superar los objetivos de producción para 2024 para compensar estas pérdidas.
Estos problemas han causado críticas notables, con figuras como Christopher C. Miller y John McCain criticando el programa F-35 por sus costos excesivos y su rendimiento deficiente.
J-20 chino, una producción en ascenso
Mientras la producción del F-35 se enfrenta a contratiempos, la producción del J-20 chino ha aumentado a más de 120 aviones al año. La aeronave china se destaca por su capacidad para realizar misiones de largo alcance y combate aire-aire.
Este crecimiento en la producción del J-20 sucede en un contexto donde la falta de cazas de quinta generación compatibles con la OTAN ha dejado a Estados Unidos y sus aliados con pocas opciones. El desafío de enfrentar aeronaves avanzadas, como el J-20, el próximo caza naval FC-31 y el Su-57 ruso, está cada vez más presente.
El avance de la producción china contrasta con los problemas experimentados por la producción del F-35, lo que coloca a ambas aeronaves en una dinámica competitiva notable.
Desafíos y críticas a la producción del F-35
El F-35 ha enfrentado una serie de desafíos, incluyendo problemas con el motor F135 y altos costos operativos. Estos problemas han dado lugar a críticas por parte de diversas entidades, como la NSN y la RAND Corporation, que destacan la poca fiabilidad de la aeronave y sus costos elevados.
El Comité de Defensa Nacional de la Asamblea Nacional de Corea del Sur también ha criticado el F-35, después de que los aviones en su país experimentaran 234 fallos en 18 meses. Los fallos han provocado la inoperatividad de los aviones y el fracaso en la realización de misiones específicas.
A pesar de las críticas y los problemas de producción, la necesidad de cazas de quinta generación obliga a Estados Unidos y a sus aliados a seguir invirtiendo en el F-35 y a trabajar para corregir sus problemas.
El panorama de la competencia aérea
La crisis en la producción del F-35 y el crecimiento de la producción del J-20 dibujan un panorama competitivo emergente en la industria de los cazas de quinta generación. Las repercusiones de esta dinámica se extienden más allá de los productores y tienen implicaciones para las capacidades de defensa de los países aliados de la OTAN.
Con la necesidad de competir contra aeronaves avanzadas como el J-20 y el próximo caza naval FC-31, la presión para corregir los problemas de producción y rendimiento del F-35 es considerable.
El futuro de la competencia entre el F-35 y el J-20, y cómo estos problemas de producción se resuelven, tendrán un impacto significativo en la evolución de la defensa aérea global.
Esta disminución de la producción del F-35 representa un golpe financiero importante para Lockheed Martin. Los problemas de producción han causado un déficit de aproximadamente 50 aviones, lo que se traduce en una pérdida de cientos de millones de dólares en ingresos para la empresa.
Mientras que la producción del F-35 ha experimentado una baja, la producción del J-20 chino ha experimentado un incremento notable, superando los 120 aviones al año. Esto marca una diferencia significativa entre la capacidad de producción de los dos aviones de quinta generación.
El programa TR-3 tiene como objetivo mejorar elementos clave del F-35, incluyendo sus pantallas, la capacidad de memoria del ordenador y la potencia de procesamiento. Este programa es un precursor del estándar Block 4, que mejorará aún más las capacidades del avión.
El programa F-35 ha enfrentado varios desafíos, incluyendo el bajo rendimiento del motor F135 y críticas severas por sus altos costos operativos. Estos problemas han llevado a críticas de líderes militares y civiles, y han generado preocupaciones sobre la fiabilidad del avión y su viabilidad financiera a largo plazo.
A pesar de sus problemas, el F-35 sigue siendo una pieza crucial en la defensa aérea debido a la falta de alternativas de quinta generación compatibles con la OTAN. Los cazas de cuarta generación podrían verse superados por aviones avanzados como el J-20 chino y el Su-57 ruso, haciendo imprescindible la inversión y mejora del F-35.