El Lockheed Martin F-35 Lightning II refuerza su posición como el caza más versátil del mundo con nuevos escuadrones en servicio. Este mes, la Royal Air Force (RAF) del Reino Unido ha desplegado su segundo escuadrón de primera línea, armado con estos cazas sigilosos, marcando un hito en su capacidad de combate aéreo.
Despliegue de los cazas F-35 en el Reino Unido
El primer F-35 Lightning II aterrizó en RAF Marham, Norfolk, en 2018, asignado al Escuadrón 617, conocidos como los “Dambusters”. Este escuadrón, con su rica historia, se convirtió en el primero en estar equipado con esta avanzada aeronave de quinta generación. Ahora, un segundo escuadrón, el 809 Naval Air Squadron (NAS), ha sido puesto en pie para operar el F-35 Lightning II, elevando aún más la potencia aérea del Reino Unido.
Seleccionado por el Primer Lord del Mar, el almirante Sir George Zambellas, el 809 NAS, con su legado de la Segunda Guerra Mundial, ha sido designado para pilotar el Lightning II por su distinguida historia en misiones de ataque. La Royal Navy anunció esta operación con un mensaje dramático en las redes sociales, haciendo eco de la resurrección de un escuadrón legendario.
Historia y resurgimiento del 809 NAS
El 809 NAS entró en combate por primera vez en 1941, operando el Fairey Fulmar en el Ártico. Posteriormente, el escuadrón participó en misiones en Malta, el norte de África, y otros teatros de guerra, hasta su baja en 1982 con ocho Sea Harrier. Un desfile y una exhibición en RAF Marham marcaron el renacimiento de este escuadrón, ahora listo para desplegar su fuerza con el F-35 Lightning II.
El Mariscal del Aire Harvey Smyth, Comandante Aéreo y Espacial de la RAF, destacó los planes de desplegar hasta 24 F-35 Lightning II en el mar para finales de 2025. Esta expansión de capacidades refleja la importancia del control del aire en conflictos modernos, como se evidencia en la actual situación en Ucrania.
Capacidades del F-35 Lightning II y preocupaciones futuras
Smyth elogió las capacidades del F-35 en entornos de guerra electrónica intensa, subrayando su relevancia en escenarios de combate actuales. Sin embargo, surgen preocupaciones sobre la cantidad suficiente de cazas en el Reino Unido para enfrentar conflictos futuros. Un informe parlamentario destacó que el Reino Unido posee menos de 160 aviones de combate, comparados con los más de 2.900 pilotos de la Batalla de Inglaterra en 1940.
La adquisición del F-35B, la variante de despegue y aterrizaje cortos/verticales (S/VTOL) del Joint Strike Fighter, se ha reducido de 150 a 138 unidades, con 48 ya adquiridos y 27 más en pedido. El informe “Aviation Procurement: Winging it?” plantea dudas sobre futuros pedidos y la tasa de crecimiento de la flota de F-35B.
Desafíos y estrategias en la utilización de los F-35
Existe incertidumbre sobre cómo se utilizarán los F-35 del Reino Unido. Cada portaaviones de la clase Queen Elizabeth puede operar hasta 36 F-35B, lo que plantea un dilema sobre su asignación entre la Royal Navy y la RAF. Un capitán de navío retirado interrogó sobre la naturaleza dual de estos cazas, destacando la falta de una estrategia clara en su uso.
Además, ha habido propuestas para redirigir fondos del programa F-35 hacia el Tempest, parte del Programa Aéreo de Combate Global (GCAP). Se espera que este avión de combate de sexta generación, que podría ser “opcionalmente tripulado”, entre en servicio en la década de 2030, ofreciendo nuevas capacidades al arsenal británico.
La cuestión clave es si los adversarios potenciales darán tiempo al Reino Unido para fortalecer su flota aérea, especialmente considerando la disminución en comparación con la era de los “Pocos” de la Batalla de Inglaterra.