Estados Unidos aprobó un contrato de $1.500 millones para mantener los motores F119 del F-22 Raptor. La inversión busca extender la vida útil de la aeronave, clave ante la incertidumbre del NGAD.
Contrato millonario para prolongar la vida del F-22 Raptor
La Fuerza Aérea de EE. UU. otorgó a Pratt & Whitney un contrato de mantenimiento para los motores F119, que impulsan al F-22 Raptor. Con un valor de hasta $1.500 millones durante tres años, este acuerdo busca mantener operativa la flota del caza de superioridad aérea.
El paquete abarca reparación, reemplazo de piezas y mejoras tecnológicas, incluyendo el programa Usage Based Lifing, que optimiza el monitoreo y mantenimiento de los motores. Se espera que este sistema reduzca costos en $800 millones a lo largo de la vida útil del programa.
El mantenimiento se llevará a cabo en depósitos como la Base Aérea Tinker en Oklahoma y Elmendorf en Alaska, donde los Raptors patrullan zonas estratégicas. Se prevé que esta inversión garantice la preparación del F-22 hasta su retiro proyectado en 2030.
El F-22 acumula décadas de operaciones y exigencias extremas
Desde que alcanzó el estado operativo en 2005, el F-22 ha acumulado más de 900.000 horas de vuelo, lo que equivale a recorrer el ecuador terrestre más de 36.000 veces. La flota actual se compone de 183 unidades, cada una equipada con dos motores F119, sumando un total de 366 motores activos y 507 unidades en reserva.
Estos motores han sido clave en misiones sobre Siria, donde los Raptors atacaron posiciones del ISIS, y en intercepciones de bombarderos rusos Tu-95 cerca de Alaska. Durante los despliegues, cada avión puede acumular hasta 100 horas de vuelo al mes, lo que aumenta la presión sobre los motores.
Datos clave sobre el rendimiento del F-22 y sus motores
- Cada motor F119 genera 35.000 libras de empuje.
- El Raptor puede superar Mach 2 con postquemador y mantener Mach 1.8 en supercrucero.
- El programa Usage Based Lifing reduce fallas y mejora la eficiencia del mantenimiento.
- Las tasas de preparación del F-22 se han mantenido en un 70% en los últimos años.
- Se prevé que la inversión en motores extienda la operatividad del F-22 hasta 2030.
El F-22 nació para la Guerra Fría y sigue siendo clave hoy
El desarrollo del F119 comenzó en 1983 con el programa Advanced Tactical Fighter, diseñado para enfrentar a los cazas soviéticos MiG-29 y Su-27. En la competencia, Pratt & Whitney presentó el F119, mientras que General Electric propuso el YF120, un diseño más arriesgado.
La Fuerza Aérea eligió el F119 en 1991, destacando su confiabilidad y tiempo de pruebas. El primer motor de producción se encendió en 1997, impulsando el vuelo inaugural del F-22. La producción de los motores terminó en 2011, con 507 unidades fabricadas.
El programa enfrentó desafíos, como la fatiga de las palas de turbina detectada en 2011, que derivó en una modernización de $21 millones. Además, el alto costo del F-22 limitó su producción a 187 aviones, lejos de los 750 inicialmente planeados.
Sin NGAD y sin F-35 supercrucero, el F-22 sigue siendo esencial
El programa Next Generation Air Dominance (NGAD), que busca reemplazar al F-22, enfrenta retrasos y sobrecostos. Con cada unidad superando los $100 millones, la Fuerza Aérea ha ralentizado su desarrollo, dejando al Raptor en primera línea.
El caza chino J-20 ha mejorado con motores WS-15, pero aún carece de supercrucero, una ventaja que el F-22 sigue explotando. Por su parte, el F-35 tiene un límite de Mach 1.2 en supercrucero, lo que reduce su efectividad en escenarios de largo alcance como el Indo-Pacífico.
El F-22, con su capacidad de operar sin reabastecimiento en misiones extendidas, sigue siendo una pieza clave en la defensa aérea. Mientras se debate el futuro del NGAD, el Raptor mantiene su lugar en la estrategia militar de EE. UU.