El programa NGAD enfrenta desafíos financieros con costos por unidad de 300 millones de dólares, lo que podría comprometer la superioridad aérea futura de EE. UU.
El alto costo del programa NGAD preocupa a la Fuerza Aérea
El programa de Dominio Aéreo de Próxima Generación (NGAD) de la Fuerza Aérea de Estados Unidos ha generado inquietud debido a las estimaciones de costos que ascienden a 300 millones de dólares por unidad. Este alto costo ha llevado al secretario de la Fuerza Aérea, Frank Kendall, a detener temporalmente el proyecto para evaluar alternativas viables.
La superioridad aérea, misión principal de la Fuerza Aérea, es crucial para garantizar el éxito de las operaciones militares en todos los frentes. Sin ella, maniobras como el apoyo aéreo cercano y los ataques profundos se convierten en riesgosas. Además, la protección que brinda evita que tropas estadounidenses sean atacadas desde el aire, algo que no ha sucedido desde 1953.
El F-22 Raptor, aunque ha dominado los cielos durante casi tres décadas, se enfrenta a amenazas tecnológicas como el Chengdu J-20 de China y el Sukhoi Su-57 de Rusia. Con su retiro en el horizonte, el NGAD busca ser el reemplazo ideal, pero su costo podría hacer inviable este ambicioso proyecto.
El objetivo inicial del NGAD, desarrollado desde 2014, era crear un avión de combate que liderara el futuro de la guerra aérea. Sin embargo, las crecientes preocupaciones por su presupuesto obligan a considerar opciones que no comprometan el rendimiento ni la misión principal del programa.
Un diseño que depende de drones y tecnología avanzada
El enfoque actual del NGAD se basa en una “familia de sistemas”, donde el caza tripulado sería respaldado por drones conocidos como Aviones de Combate Colaborativo (CCA). Estos drones desempeñarían múltiples roles, como portar armas adicionales, actuar como señuelos y recopilar datos para el caza principal.
La interconexión de redes y la inteligencia artificial son pilares del diseño del NGAD. A través de enlaces de datos seguros, los drones y satélites se integrarían con el caza tripulado para maximizar sus capacidades. Este enfoque reduciría la dependencia exclusiva de un avión, diversificando las funciones a otros sistemas de apoyo.
Características clave del programa NGAD y sus desafíos
- El costo estimado de cada NGAD alcanza los 300 millones de dólares, comparable a cuatro cazas F-35A.
- El sistema combina un caza tripulado con drones y satélites de apoyo.
- Los drones CCA se diseñan para llevar armas, sensores y actuar como señuelos.
- La inteligencia artificial es fundamental para planificar misiones y coordinar datos.
- El desarrollo se enfrenta a retos presupuestarios y competencia de tecnologías extranjeras.
El modelo propuesto busca un equilibrio entre costos y capacidades. Por ejemplo, se evalúan configuraciones donde el caza tripulado tenga un costo más bajo, complementado por drones y satélites con roles específicos. Aunque este esquema reduce el precio por unidad del caza, el costo general del sistema podría mantenerse alto.
Alternativas para mantener la competitividad aérea
Para minimizar costos, se está explorando cómo optimizar el diseño del NGAD. Una opción es reducir las capacidades del caza tripulado y trasladarlas a drones y satélites más económicos. Este enfoque permite que la Fuerza Aérea responda más rápido a los cambios tecnológicos, ya que los drones son más fáciles y rápidos de actualizar.
Por ejemplo, en lugar de un caza de 300 millones de dólares acompañado por drones de 30 millones, una alternativa más viable podría ser un avión de 100 millones complementado por drones más sofisticados, además de una constelación de satélites para tareas de detección y comunicación.
La capacidad de los drones para adaptarse a nuevas tecnologías haría que el NGAD sea menos propenso a la obsolescencia. Durante la vida útil de un caza tripulado, podrían desarrollarse y reemplazarse varias generaciones de drones, manteniendo al sistema en la vanguardia.
El impacto de China y Rusia en el desarrollo del NGAD
La competencia internacional, principalmente de China y Rusia, añade presión al desarrollo del NGAD. Ambos países han avanzado con aeronaves como el J-20 y el Su-57, que buscan rivalizar con la tecnología estadounidense. Si la Fuerza Aérea no logra equilibrar costos y capacidades, podría perder la ventaja estratégica en los cielos.
El éxito del NGAD depende de decisiones estratégicas que permitan a la Fuerza Aérea mantener la superioridad aérea sin comprometer su presupuesto. Esto implica no solo enfrentar desafíos tecnológicos, sino también responder a las expectativas del Congreso y la opinión pública.
La Fuerza Aérea debe encontrar una solución que asegure su liderazgo en el dominio aéreo, adaptándose a los cambios tecnológicos y financieros que definirán el futuro de la guerra.