El líder ruso amenaza con atacar Kiev si Ucrania sigue usando misiles occidentales. Rusia presume su nuevo misil Oreshnik de capacidades avanzadas.
Detalles sobre la amenaza de Putin a Kiev
- Putin amenaza a Ucrania por el uso de misiles de Occidente
- Rusia lanza el nuevo misil balístico Oreshnik en Ucrania
- Detalles técnicos del misil Oreshnik y su alcance
- Perspectiva de analistas sobre las capacidades del Oreshnik
- Factores que limitan el uso generalizado del Oreshnik
- Reforzamiento del arsenal de misiles en Rusia
- Implicaciones para la defensa de Ucrania
- Escalada de tensiones con el uso de armas prohibidas
- Controversia sobre el uso de municiones en racimo
Putin amenaza a Ucrania por el uso de misiles de Occidente
Rusia podría empezar a atacar “centros de toma de decisiones” en Kiev si Ucrania continúa empleando misiles de fabricación británica y estadounidense contra territorio ruso, advirtió Vladimir Putin.
Esta declaración llega pocas horas después de que fuerzas rusas lanzaran un ataque nocturno masivo con misiles y drones sobre Ucrania, con el objetivo de dañar su infraestructura energética en vísperas de un invierno severo.
Además, Putin destacó que la producción rusa de sistemas avanzados de misiles supera en diez veces la capacidad de la OTAN, y que Moscú planea incrementar aún más esta producción en el futuro cercano.
“El Estado Mayor y el Ministerio de Defensa están seleccionando objetivos en Ucrania para el misil Oreshnik, incluidos los centros de toma de decisiones en Kiev”, afirmó el mandatario ruso. Fuentes indican que Rusia ya cuenta con varios de estos sistemas listos para ser utilizados.
Rusia lanza el nuevo misil balístico Oreshnik en Ucrania
El 21 de noviembre de 2024, Rusia realizó el lanzamiento inaugural del misil balístico Oreshnik, una respuesta directa al uso creciente de armas occidentales de largo alcance por parte de Ucrania.
El misil Oreshnik fue utilizado en un ataque sobre la ciudad ucraniana de Dnipro, una acción que sirve como demostración tecnológica y como mensaje de advertencia a Ucrania y sus aliados de la OTAN.
Putin señaló que esta arma es inmune a los sistemas de defensa aérea actuales, calificándola como una escalada estratégica. Según el Kremlin, el misil tiene capacidades hipersónicas y una maniobrabilidad que lo hace prácticamente imposible de interceptar.
Entre las armas occidentales que han llevado a este desarrollo, se incluyen los misiles británicos y estadounidenses que permiten a Ucrania atacar profundamente en territorio ruso, aumentando las tensiones entre ambas naciones.
Detalles técnicos del misil Oreshnik y su alcance
El Oreshnik, presentado públicamente por Putin en noviembre de 2024, es un misil balístico de alcance intermedio capaz de transportar hasta seis ojivas. Este desarrollo ha llamado la atención por sus capacidades estratégicas y tecnológicas.
El arma fue empleada por primera vez en combate durante el ataque a Dnipro, destacándose por su velocidad hipersónica de Mach 10 (aproximadamente 2,5 a 3 kilómetros por segundo), lo que dificulta significativamente su intercepción.
Esta velocidad extrema, combinada con su habilidad de maniobrar en pleno vuelo, representa un desafío importante para los sistemas de defensa aérea actuales. Autoridades rusas afirman que ningún sistema existente puede contrarrestar esta tecnología.
Con un alcance estimado entre 3.000 y 5.000 kilómetros, el misil puede alcanzar la mayoría de los objetivos en Europa, aunque queda fuera de alcance de Estados Unidos, situándolo en la categoría de misiles balísticos de alcance intermedio.
Perspectiva de analistas sobre las capacidades del Oreshnik
Expertos militares, como Igor Korotchenko, editor de la revista Defensa Nacional, han subrayado la innovación del Oreshnik, que incluye múltiples ojivas guiadas independientemente.
Estas ojivas permiten al misil atacar varios objetivos de manera simultánea y con alta precisión, lo que aumenta su capacidad destructiva y eficacia en operaciones estratégicas.
El diseño del Oreshnik se basa en el misil balístico intercontinental RS-26 Rubezh, un proyecto iniciado en la década de 2010. Sin embargo, este programa fue suspendido para priorizar el desarrollo de sistemas como el misil hipersónico Avangard.
La reactivación y modernización del diseño del RS-26 ha causado el Oreshnik, una de las armas más avanzadas del arsenal ruso, y que ahora se posiciona como un elemento central en su estrategia militar contra Ucrania y sus aliados.
Factores que limitan el uso generalizado del Oreshnik
A pesar de sus prometedoras capacidades, el costo elevado y la complejidad tecnológica del misil Oreshnik podrían restringir su uso a operaciones específicas, limitando su producción en masa.
No obstante, su capacidad para amenazar a gran parte de Europa, en especial si se despliega en grandes cantidades, genera serias preocupaciones entre los miembros de la OTAN y otras potencias occidentales.
El despliegue de este misil refleja un avance significativo en la modernización de las fuerzas rusas, marcando un cambio hacia sistemas de misiles de alcance intermedio más sofisticados. Esta acción se da en el contexto de la retirada de Rusia del Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio en 2019, después de acusaciones mutuas de incumplimiento entre Moscú y Washington.
La incorporación de sistemas tan avanzados refuerza la confianza de Rusia en su arsenal estratégico y envía un mensaje claro sobre sus capacidades e intenciones militares en el escenario global.
Reforzamiento del arsenal de misiles en Rusia
En paralelo, Rusia ha fortalecido su arsenal militar, integrando al menos 200 misiles de crucero Kh-101 y 300 misiles balísticos Iskander-M en servicio activo, según reportes recientes. Estas armas están listas para su despliegue inmediato.
Forman parte central de la estrategia rusa, que utiliza tecnologías avanzadas para ataques profundos en territorio ucraniano. Esto también refleja la velocidad con la que Moscú está reconstruyendo sus arsenales en medio de la guerra.
El teniente general Vadym Skibitskyi, subdirector de inteligencia ucraniana, señaló que la creciente cantidad de misiles en el inventario ruso plantea una amenaza directa a la infraestructura crítica de Ucrania, incluso en regiones alejadas de la línea del frente.
Skibitskyi afirmó que la producción de misiles de Rusia ha aumentado significativamente, destacando que el complejo militar-industrial ruso trabaja a máxima capacidad para satisfacer las demandas de la guerra en curso.
Implicaciones para la defensa de Ucrania
El incremento en la producción de misiles rusos coincide con reportes sobre la presión que enfrenta Moscú para mantener esta capacidad de fabricación al límite, demostrando tanto su determinación como la dependencia de estas armas en sus operaciones ofensivas.
Este aumento de suministros, que incluye municiones guiadas de largo alcance, plantea retos estratégicos para Ucrania, ya que debe enfrentarse a un bombardeo constante con misiles avanzados que complican sus esfuerzos defensivos.
El ritmo acelerado de producción de estos misiles hace que la interceptación sea cada vez más difícil, lo que representa un desafío crítico para la capacidad de Ucrania de mitigar estas amenazas en el campo de batalla.
En las últimas horas, un ataque masivo con misiles y drones rusos dejó a más de un millón de personas en Ucrania sin electricidad en medio de temperaturas bajo cero. Aunque el ejército ucraniano informó haber interceptado 79 misiles y 35 drones, los daños a la infraestructura energética y civil son considerables.
Escalada de tensiones con el uso de armas prohibidas
El presidente Volodymyr Zelensky calificó estos ataques como un “acto despreciable de terrorismo” y acusó a Rusia de usar municiones en racimo, aunque estas acusaciones no han sido verificadas de forma independiente.
Las municiones en racimo, prohibidas por gran parte de la comunidad internacional, dispersan explosivos sobre amplias áreas y plantean riesgos a largo plazo, ya que algunas de estas submuniciones pueden funcionar como minas terrestres ocultas.
La Coalición contra las Municiones en Racimo ha documentado más de 1.000 víctimas en Ucrania debido al uso de estas armas desde el inicio de la guerra, evidenciando su carácter indiscriminado y las consecuencias devastadoras que generan.
Organismos humanitarios como Global Rights Compliance han descrito los ataques rusos a la infraestructura eléctrica de Ucrania como crímenes de guerra, diseñados para privar a la población de servicios esenciales como agua, alimentos y atención médica.
Controversia sobre el uso de municiones en racimo
Ni Rusia ni Ucrania son signatarios de la Convención sobre Municiones en Racimo de 2008. Sin embargo, el tema adquirió mayor relevancia cuando Estados Unidos suministró estas armas a Kiev en julio de 2023, en medio de intensos debates internacionales.
Esta decisión fue defendida como una necesidad táctica, pero también generó críticas entre los aliados internacionales de Ucrania, quienes señalaron los dilemas éticos y estratégicos que plantea el uso de este tipo de armamento en el contexto de la guerra moderna.