Restos de misiles 3M22 Zircon en Kiev revelan una ojiva ligera, intercepciones con Patriot y datos que contradicen capacidades y letalidad divulgadas por Moscú.
Restos en Kiev revelan discrepancias con la versión oficial rusa actual
Las autoridades ucranianas confirmaron el empleo de misiles hipersónicos 3M22 Zircon contra Kiev y reportaron el derribo de dos proyectiles el 25 de marzo de 2024. Ese hecho permitió un examen detallado de los restos y expuso diferencias con las capacidades anunciadas por Moscú. El Instituto de Investigación Científica Forense de Kiev estimó una masa de sección recuperada entre 100 y 150 kilogramos e identificó impactos compatibles con sistemas Patriot, bajo la dirección de Andrii Kulchytskyi.
En el primer uso en combate del Zircon, el 7 de febrero de 2024, Rusia atacó Kiev junto con misiles Kh-101 y Kh-22. Expertos forenses ucranianos confirmaron la identificación por inscripciones y componentes electrónicos, con presencia de guía inercial y radar activo. El análisis situó la ojiva convencional en un máximo de 40 kilogramos de explosivo, principalmente hexógeno, cifra muy inferior a afirmaciones rusas de 300 a 400 kilogramos y con un efecto que dependió en gran medida de la energía cinética.
El examen posterior del ataque del 25 de marzo reforzó esas observaciones. Las defensas ucranianas interceptaron los proyectiles en fase terminal con baterías Patriot y SAMP/T, lo que facilitó la recuperación de secciones relativamente intactas. Imágenes del Servicio Estatal de Emergencias mostraron fragmentos con marcas de producción rusa y números de serie de plantas en Reutov. Las mediciones situaron la masa total asociada a la ojiva por debajo de 150 kilogramos y el explosivo neto cerca de 40 kilogramos.
Los resultados trasladaron el debate hacia la consistencia de las especificaciones difundidas por Rusia. Ensayos químicos indicaron un explosivo principal con base polimérica de bajo peso molecular, coherente con una configuración que prioriza sostener velocidad extrema a costa de reducir carga útil. Esta elección favorece la aceleración hipersónica sin comprometer la integridad estructural. Frente a misiles como el Kh-47M2 Kinzhal, con ojivas de hasta 500 kilogramos, el Zircon asumió limitaciones físicas y asignó mayor proporción de masa al motor dentro de un peso total cercano a tres toneladas.
Datos clave confirmados por peritajes en Kiev
- Dos misiles Zircon derribados el 25 de marzo de 2024 sobre Kiev.
- Secciones recuperadas entre 100 y 150 kilogramos y explosivo neto cercano a 40 kilogramos.
- Marcas compatibles con intercepciones Patriot y empleo adicional de SAMP/T.
- Identificación por inscripciones y electrónica con guía inercial y radar activo.
- Números de serie y marcas de producción que apuntaron a plantas en Reutov, Moscú.
Capacidades declaradas del 3M22 Zircon y rasgos técnicos del diseño
El 3M22 Zircon formó parte del programa de modernización anunciado por Vladimir Putin en 2018. Rusia lo presentó con velocidades de hasta Mach 9 y alcance de 500 a 1000 kilómetros, según perfil de vuelo. NPO Mashinostroyeniya lo fabrica y lo equipa con estatorreactor de combustión supersónica (scramjet), además de materiales resistentes al calor. Se integra en lanzadores verticales universales 3S-14 para buques de superficie, submarinos y plataformas terrestres, tras pruebas entre 2015 y 2021 desde la Admiral Gorshkov y el Severodvinsk.
En combate, Rusia asignó al Zircon una combinación de vuelo a altitud media y descenso abrupto para reducir ventanas de reacción. En el teatro ucraniano, los lanzamientos se originaron principalmente en Crimea y cubrieron entre 300 y 500 kilómetros hasta Kiev en menos de cuatro minutos. Comunicados oficiales sostuvieron una precisión de metros mediante guía combinada con GPS militar y radar activo, aunque los derribos en Ucrania demostraron vulnerabilidades durante el acercamiento en atmósfera densa.
Los peritajes ucranianos redujeron la letalidad atribuida a su carga útil. Con una ojiva de 40 kilogramos de explosivo, analistas del Instituto de Problemas Estratégicos de Kiev estimaron un radio de destrucción efectivo de 20 a 30 metros contra objetivos no blindados. Misiles como el Iskander-M alcanzan 100 metros o más. El plasma generado por la fricción atmosférica interfiere comunicaciones y obliga a priorizar navegación inercial preprogramada, lo que refuerza la apuesta por velocidad y penaliza el peso de la ojiva.
El costo por unidad se estimó en varios millones de dólares y los informes de inteligencia aliados señalaron una producción limitada, con menos de 50 unidades desplegadas hasta 2024. Radares ucranianos detectaron preparativos en bases como Sevastopol, lo que posibilitó alertas tempranas y favoreció intercepciones. Entre febrero y marzo de 2024, Ucrania reportó al menos cuatro Zircon derribados y compartió muestras con laboratorios europeos, que confirmaron aleaciones de titanio en el fuselaje y propelentes basados en decano en el motor.
Intercepciones ucranianas y límites operativos del misil en combate
Rusia continuó el empleo del Zircon y atacó el 26 de marzo de 2024, cuando Ucrania informó la interceptación de dos unidades sobre Kiev. El Servicio de Seguridad de Ucrania estableció que los objetivos principales incluían centros de mando y depósitos de municiones. La ojiva reducida condicionó los efectos a cráteres superficiales y fragmentación localizada, con daños civiles menores. Estos episodios evidenciaron ajustes defensivos ucranianos basados en inteligencia en tiempo real para anticipar trayectorias hipersónicas.
La evidencia acumulada cuestionó afirmaciones de invulnerabilidad y de letalidad superior. Los fragmentos recuperados en distritos como Podil y Shevchenkivskyi no mostraron una masa explosiva capaz de destruir estructuras reforzadas. El impacto observó una contribución relevante de la energía cinética por velocidad y no de la detonación. En consecuencia, la capacidad destructiva se aproximó a la de un proyectil de artillería mediano, lejos de un efecto estratégico sustentado exclusivamente en explosión.
Los especialistas describieron una distribución de masas que asignó una porción sustancial al sistema de propulsión. La presencia de toberas de escape y tanques de combustible sólido acompañó estimaciones de peso total en vuelo de aproximadamente tres toneladas. Ese reparto, junto con la necesidad de preservar la estructura en régimen hipersónico, explicó una ojiva más ligera y un explosivo neto alrededor de 40 kilogramos. La configuración resultó coherente con requisitos de velocidad y con límites térmicos y mecánicos.
Con estos elementos, círculos analíticos ucranianos recalcularon la amenaza operativa del Zircon y situaron la letalidad real por debajo de lo sostenido en comunicaciones rusas. La combinación de intercepciones exitosas, masa de ojiva limitada y precisión afectada por fenómenos de plasma redujo el potencial de destrucción extensa. El resultado contradijo mensajes oficiales que presentaron al sistema como invencible y trasladó el foco hacia capacidades verificables y a su empleo con efectos localizados en Ucrania.