El Cuerpo de Marines prueba con éxito el misil Red Wolf de L3Harris en el AH-1Z Viper, logrando precisión a más de 200 millas náuticas.
Éxito en prueba de misil Red Wolf en AH-1Z Viper en Yuma
En noviembre de 2024, el Cuerpo de Marines de EE. UU. marcó un hito al probar con éxito el misil Red Wolf de L3Harris Technologies desde un helicóptero de ataque AH-1Z Viper en el Campo de Pruebas de Yuma, Arizona. Esta prueba, parte del programa de Fuego de Precisión de Largo Alcance (LRPF), demostró la capacidad del misil para realizar ataques de precisión a distancias superiores a 200 millas náuticas, integrándose con la Tableta Aire-Tierra de la Marina (MAGTAB) para un control innovador basado en tabletas. El coronel Scott Shadforth, director del Equipo de Desarrollo Avanzado de Aviación Marítima Expedicionaria (XMA-ADT), confirmó a The War Zone que el Red Wolf es la base del proyecto Misil de Ataque de Largo Alcance (LRAM), dentro del programa más amplio Misil de Ataque de Precisión (PASM).
El Red Wolf, descrito como un “efecto lanzado” modular, permite funciones tanto cinéticas, como ataques convencionales, como no cinéticas, incluyendo relés de comunicaciones y guerra electrónica. Su diseño, impulsado por un turborreactor subsónico, ofrece un alcance de 370 kilómetros y una resistencia de más de 60 minutos, volando a baja altitud para evadir radares enemigos. L3Harris reveló que el misil ha completado más de 35 vuelos de prueba y que su línea de producción está activa, con capacidad para escalar según las necesidades futuras del Cuerpo de Marines.
La prueba en Yuma destacó por ser la primera vez que una plataforma de ala rotatoria del Cuerpo de Marines empleó un arma controlada mediante una MAGTAB, superando los requisitos de posición, navegación y temporización. Este avance refleja la apuesta del Cuerpo por integrar tecnologías de red avanzadas, permitiendo a los AH-1Z Viper ejecutar ataques a larga distancia mientras permanecen fuera del alcance de las defensas aéreas adversarias, un factor crítico en escenarios como el Indo-Pacífico.
Desarrollado inicialmente en secreto para la Oficina de Capacidades Estratégicas (SCO) del Pentágono, el Red Wolf debutó públicamente en el ejercicio EDGE 21 del Ejército de EE. UU. en 2021, donde se lanzó desde un dron MQ-1C Gray Eagle. Aviation Week reportó que el misil, de seis pies de largo, estaba diseñado para funciones múltiples, incluyendo vigilancia y seguimiento de objetivos. Su versatilidad permite su uso en plataformas tripuladas, no tripuladas, de ala fija, rotatoria o incluso lanzadores terrestres.
Datos clave sobre el misil Red Wolf
- Alcance: Supera las 200 millas náuticas (370 km), ideal para ataques de largo alcance.
- Propulsión: Turborreactor subsónico, permite vuelo a baja altitud para evadir detección.
- Funciones: Ataques de precisión, guerra electrónica, relés de comunicaciones y operaciones de señuelo.
- Control: Integración con MAGTAB para interfaz táctil, facilitando su uso en combate.
- Producción: Línea activa con más de 35 vuelos de prueba completados por L3Harris.
Red Wolf fortalece la estrategia marítima en el Indo-Pacífico
El Red Wolf responde a la necesidad del Cuerpo de Marines de contrarrestar amenazas en entornos de alta intensidad, como un potencial conflicto con la Armada del Ejército Popular de Liberación (PLAN) en el Mar de China Meridional. Su capacidad para atacar sensores clave de buques enemigos, como mástiles de radar, permite deshabilitar temporalmente sus defensas, facilitando ataques sincronizados con sistemas como el NMESIS o misiles AGM-158C LRASM lanzados desde Super Hornets y F-35C. Esta táctica alinea con el concepto de “telarañas de muerte” descrito por el coronel Nathan Marvel en 2023, que prioriza redes de nodos múltiples sobre secuencias lineales de sensor a tirador.
El Cuerpo de Marines ha priorizado el desarrollo de capacidades de ataque marítimo a larga distancia, como se evidenció en el primer disparo real del AGM-179 JAGM desde un AH-1Z Viper en el Indo-Pacífico el 26 de junio de 2024, frente a Okinawa. Sin embargo, el JAGM, con un alcance de 8-16 kilómetros, palidece frente al Red Wolf, que ofrece rangos significativamente mayores. Esto permite a los Viper operar en entornos de negación de acceso (A2/AD), reduciendo su exposición a defensas antiaéreas enemigas.
La integración del Red Wolf con la MAGTAB mejora la conciencia situacional en el campo de batalla, permitiendo a los operadores, tanto en el aire como en tierra, marcar objetivos en una interfaz de mapa común. Desde su introducción en 2019, la MAGTAB ha evolucionado para mostrar posiciones de activos, actualizaciones de misiones y comunicaciones en tiempo real, reduciendo errores y mejorando la coordinación. Su uso en la prueba de Yuma destaca su rol en la modernización de las operaciones del Cuerpo.
El Red Wolf también incorpora un mecanismo de recuperación por paracaídas, permitiendo su reutilización en teatro, lo que reduce costos logísticos. L3Harris resalta que su diseño de arquitectura abierta facilita adaptaciones rápidas para diferentes misiones, desde ataques cinéticos hasta funciones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR). Esta flexibilidad posiciona al misil como un componente clave en las Operaciones de Bases Avanzadas Expedicionarias (EABO), donde unidades móviles dispersas requieren activos de ataque versátiles.
Lecciones del mar Rojo y escalabilidad del Red Wolf

Las lecciones aprendidas en la guerra contra los hutíes en el mar Rojo han influido en el desarrollo del Red Wolf, particularmente en la necesidad de sistemas escalables y asequibles para contrarrestar amenazas marítimas. La capacidad del misil para operar en redes de “kill webs” asegura que los AH-1Z Viper puedan integrarse con otros activos, como los drones MQ-9 Reaper equipados con la cápsula SkyTower II (STII), que mejora las comunicaciones entre dominios. Esta interoperabilidad fortalece la capacidad del Cuerpo para operar en teatros fragmentados y saturados de guerra electrónica.
El STII, implementado en los MQ-9 Block 5, complementa las capacidades de la MAGTAB, permitiendo comunicaciones de largo alcance más silenciosas y eficientes. Juntos, estos sistemas podrían dirigir fuego desde plataformas como el NMESIS de los Regimientos Litorales de Infantería de Marina, optimizando los ataques marítimos. La modularidad del Red Wolf, destacada por Shadforth, permite su rápida adaptación a nuevas plataformas, incluyendo drones y vehículos terrestres tácticos, ampliando su utilidad en futuros conflictos.
El Cuerpo de Marines planea desplegar el Red Wolf en todas las escuadrillas de AH-1Z y evalúa su integración en otros activos expedicionarios, como los drones MQ-9A Extended Range. Este enfoque refleja una estrategia más amplia para mantener la relevancia de plataformas heredadas frente a amenazas modernas, preservando la libertad de acción en conflictos asimétricos y de alta intensidad. La confirmación pública del Red Wolf por parte de L3Harris y el Cuerpo subraya su importancia como un multiplicador de fuerza en el arsenal estadounidense.
El desarrollo del Red Wolf también destaca la colaboración entre el Cuerpo de Marines y la industria de defensa, con L3Harris liderando la producción de un sistema que combina innovación tecnológica con viabilidad económica. A medida que el PASM avanza, el Red Wolf promete transformar la forma en que los Viper enfrentan desafíos operativos, desde la negación de acceso marítimo hasta la proyección de poder en entornos disputados.