La Revisión de Defensa Estratégica del Reino Unido 2025, difundida por el Parlamento el 24 de noviembre de 2025, define un esquema industrial de largo plazo para submarinos de ataque de propulsión nuclear de la Marina Real, con fabricación en territorio británico. El documento describe una base productiva estable y sostenida.
El texto señala que la ampliación del astillero de BAE Systems en Barrow-in-Furness y de la planta nuclear de Rolls-Royce en Raynesway permitirá mantener una cadencia de un submarino cada 18 meses. Esa capacidad industrial establecerá las condiciones necesarias para entregar hasta 12 submarinos de ataque de propulsión nuclear del programa SSN-AUKUS.
El programa AUKUS, firmado en septiembre de 2021, constituye una alianza de seguridad entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos. Su componente principal es el denominado Pillar I, cuyo propósito consiste en dotar a Australia de submarinos de propulsión nuclear con respaldo británico y estadounidense en diseño, tecnología y formación especializada.
El componente denominado Pillar II abarca cooperación en tecnologías militares avanzadas, como computación cuántica, ciberguerra, inteligencia artificial, sistemas submarinos y capacidades hipersónicas. En ese marco, el programa SSN-AUKUS se presenta como la iniciativa más visible y relevante, con el objetivo de crear una flota interoperable entre armadas aliadas del Indo-Pacífico.
En la actualidad, la Marina Real (Royal Navy) dispone de seis submarinos de ataque de propulsión nuclear de la clase Astute y cuatro submarinos balísticos de la clase Vanguard, estos últimos como base naval de la disuasión nuclear permanente del país. La clase Astute, en servicio desde 2010, sustituyó a los Trafalgar y constituye la principal capacidad británica de guerra submarina.
Sin embargo, hacia finales de la década de 2030, los submarinos de la clase Astute comenzarán a agotar su vida operativa. La planificación oficial prevé su reemplazo progresivo para evitar una brecha de capacidades y mantener la continuidad de la fuerza submarina de ataque de la Marina Real.
Los futuros SSN-AUKUS sustituirán a los Astute de manera individual. Serán plataformas de mayor tamaño y prestaciones, con tecnología estadounidense de la clase Virginia, lo que incluye sistemas de combate y lanzamiento vertical, y con integración de experiencia británica en diseño y propulsión nuclear avanzada.
Estos submarinos ofrecerán mayor sigilo, alcance ampliado, carga útil superior e interoperabilidad plena con fuerzas aliadas. Para la Marina Real, ese conjunto de características representará un aumento de capacidad respecto de la clase Astute y una modernización amplia de sus medios navales dentro del marco estratégico de AUKUS.
El compromiso recogido en la sección de Capacidades Marítimas Futuras supera una simple meta de adquisición, ya que implica una redefinición del papel británico en AUKUS. En términos operativos, esa redefinición depende de inversiones continuas en Barrow-in-Furness y Raynesway y atribuye al Reino Unido un papel principal en la base industrial y en el diseño del SSN-AUKUS.
De este modo, el Reino Unido asume un papel principal en el desarrollo de una plataforma de ataque de propulsión nuclear de nueva generación, destinada tanto a la Marina Real como a la Marina Real Australiana (Royal Australian Navy). El enfoque prevé construcción ininterrumpida, estabilidad industrial y un papel destacado en el desarrollo tecnológico dentro de la alianza trilateral.
Fuentes cercanas a la redacción de la revisión indicaron a Army Recognition que la cadencia de 18 meses se convertirá en el estándar hasta, al menos, finales de la década de 2040. Ese ritmo respaldará una flota conjunta de hasta 12 SSN para Reino Unido y Australia.
La cadencia se asemeja a niveles de producción observados durante la Guerra Fría, ausentes desde la expansión nuclear británica de los años ochenta. Para mantenerla, el ministerio de Defensa ya inició preparativos y BAE Systems ejecuta la ampliación de Barrow con vistas a la transición al diseño SSN-AUKUS a comienzos de la década de 2030.
El primer submarino de la nueva clase entrará en fase de corte de acero en 2027, y la producción se basará en una plantilla conjunta de Reino Unido y Australia. Rolls-Royce amplía, de forma paralela, la fabricación de núcleos de reactores en Raynesway.
Esa expansión cuenta con una inversión de varios miles de millones de libras para crear un nuevo complejo nuclear que atenderá a la Marina Real y a AUKUS. La estrategia busca preservar la capacidad industrial, asegurar la disponibilidad de plataformas y mantener una disuasión creíble en diversos teatros.
Las implicaciones también afectan a Australia, que recibirá sus SSN-AUKUS a finales de la década de 2030 y depende de la experiencia británica y estadounidense para establecer su capacidad soberana. La construcción continua en el Reino Unido mantiene el calendario y mejora la coordinación industrial.
Funcionarios estadounidenses expresaron apoyo al papel británico en el diseño y en la producción inicial, ya que esa distribución de tareas permite que astilleros como Newport News y Electric Boat concentren recursos en el submarino balístico de la clase Columbia y en la producción sostenida de la clase Virginia.
Desde una perspectiva estratégica, la aceleración industrial constituye una respuesta a la expansión naval china. Analistas occidentales estiman que China podría desplegar hasta 70 submarinos para 2035, incluidos nuevos SSN Tipo 093 y Tipo 095, lo que incrementa la competencia submarina a escala internacional.
La futura flota AUKUS, con menor detectabilidad acústica y mayor capacidad ofensiva, se plantea como una capacidad destinada a compensar ese crecimiento. Persisten, sin embargo, dudas sobre mano de obra y financiación, con riesgos de escasez de personal cualificado, cuellos de botella en suministros y competencia con proyectos nucleares civiles.
La revisión detalla planes para mitigar esos riesgos mediante educación técnica, contratos prolongados con proveedores y acuerdos de movilidad laboral con Australia y Estados Unidos. Con ello, el Reino Unido deja claro que vincula su planificación industrial y naval al marco AUKUS.
La decisión de producir un SSN cada 18 meses redefinirá el papel británico en la estrategia naval global. En la práctica, facilitará la continuidad de la capacidad de guerra submarina de propulsión nuclear de la Marina Real y aumentará el grado de integración de AUKUS como marco de defensa coordinado, con efectos estratégicos en el ámbito internacional.
