Lockheed Martin Aeronautics ha asegurado un contrato valorado en 422 millones de dólares (9.500 millones de coronas checas) para facilitar la integración de la República Checa en el programa F-35 Joint Strike Fighter. Este acuerdo abarca servicios como gestión de programas, logística, mantenimiento e ingeniería de sistemas, y se prevé que el trabajo finalice en septiembre de 2027.
Este contrato, adjudicado por el Comando de Sistemas Aéreos Navales (NAVAIR), refleja una tendencia en Europa del Este hacia el fortalecimiento de sus capacidades de defensa en respuesta a los crecientes desafíos de seguridad. Un ejemplo es Rumania, que en septiembre de 2024 recibió la aprobación del Departamento de Estado de EE. UU. para adquirir 32 aviones F-35A Lightning II por 7.200 millones de dólares.
De acuerdo con los términos del contrato, el 96% del trabajo se realizará fuera de los Estados Unidos continentales (OCONUS), mientras que el 4% restante se llevará a cabo dentro del territorio estadounidense.
Transición del Gripen al F-35 en la Fuerza Aérea Checa
La República Checa planea reemplazar su actual flota de cazas Gripen con los F-35. Este modelo de avión se está adoptando de forma generalizada tanto en la OTAN como en otros países aliados “occidentales”, lo que refuerza su posición como una opción estratégica para operaciones conjuntas e interoperabilidad, según informes de GlobalData sobre el mercado de defensa checo.
En septiembre de 2024, la República Checa y Suecia firmaron una Declaración Conjunta para extender el contrato de arrendamiento de 14 cazas JAS 39 Gripen más allá de 2027. Esta flota servirá como una solución temporal mientras la Fuerza Aérea Checa se prepara para la llegada de los primeros F-35A, prevista para 2031.
La decisión de unirse al programa F-35 es un avance significativo en la modernización de la fuerza aérea checa y su alineación con los estándares de defensa de la OTAN. La financiación del contrato, que asciende a 422 millones de dólares, se gestionará a través del programa de Ventas Militares al Extranjero (FMS) de la República Checa.
Expansión del programa F-35 en la OTAN
El F-35 ya forma parte del equipamiento de defensa de varios países miembros de la OTAN, como Polonia, Bélgica y el Reino Unido, consolidando su papel como un componente esencial de la defensa aérea de la alianza.
Para la República Checa, contar con los servicios de ingeniería de sistemas de Lockheed Martin permitirá la integración eficiente del F-35 en su infraestructura de defensa, mejorando la preparación operativa de su fuerza aérea y favoreciendo la interoperabilidad con otras fuerzas de la OTAN.
Fortalecimiento de la defensa aérea ante tensiones europeas
Las crecientes tensiones en Europa, derivadas de conflictos y el desarrollo de nuevas estrategias de defensa, han impulsado a países como la República Checa a mejorar sus capacidades militares. Las capacidades multifunción del F-35, que incluyen sistemas de sigilo, radar y guerra electrónica, representan un avance importante para la fuerza aérea checa.
A medida que la República Checa avanza en su incorporación oficial a la lista de operadores del F-35, se prevé que esta colaboración fortalezca su infraestructura de defensa y modernice su capacidad militar.