La Fuerza Aérea de Israel retira su último F-16C Fighting Falcon, marcando el fin de una era en la aviación militar.
La historia del F-16C en la Fuerza Aérea israelí
El 16 de julio, la Fuerza Aérea de Israel concluyó la operación de su último F-16C Fighting Falcon. El Escuadrón 115, ubicado en la Base Aérea de Ovda, despidió oficialmente al último caza del programa Barak-1, adquirido en la década de 1980. Con esta retirada, se cierra un significativo capítulo en la historia de la aviación militar israelí. Según Janes, la IAF tuvo una flota de 81 F-16C en su mejor momento.
Esta retirada sigue a la eliminación gradual de 90 cazas F-16A/B Netz en diciembre de 2016. Mientras que las variantes F-16A/B fueron reemplazadas por el Alenia M-346 Lavi en funciones de entrenamiento, la retirada del F-16C coincidió con la expansión de la fuerza Lockheed Martin F-35A Adir en la IAF. A pesar de la retirada de los modelos F-16A/B/C, la Fuerza Aérea israelí aún opera 47 entrenadores F-16D Brakeet y 97 cazas F-16I Sufa, manteniendo así sus capacidades y fuerza.
El Barak-1, una variante del F-16 Fighting Falcon, fue modificado específicamente para cumplir con los requisitos de la Fuerza Aérea Israelí (IAF). “Barak”, que significa “Rayo” en hebreo, refleja su agilidad y velocidad. Esta variante ha sido adaptada con aviónica, armamento y sistemas avanzados para mejorar sus capacidades de combate.
Características técnicas y especificaciones del Barak-1
En términos de dimensiones, el Barak-1 comparte las especificaciones generales del F-16 Fighting Falcon, con una longitud de aproximadamente 15,03 metros, una envergadura de 9,96 metros y una altura de alrededor de 5,09 metros. Su peso máximo de despegue es de unos 19.187 kilogramos.
Equipado con un motor turbofán con postcombustión Pratt & Whitney F100-PW-200/220 o General Electric F110-GE-100/129, el Barak-1 tiene un empuje de aproximadamente 23.770 libras-fuerza (105,7 kN) para la variante Pratt & Whitney y hasta 29.000 libras-fuerza (129 kN) para la variante General Electric, alcanzando velocidades superiores a Mach 2.
Este caza cuenta con avanzadas características técnicas que mejoran su eficacia operativa, incluyendo una estructura robusta para alta maniobrabilidad, un sistema de control fly-by-wire para un manejo preciso, y un radar avanzado AN/APG-68 que ofrece superiores capacidades de detección y seguimiento de objetivos.
Aviónica y sistemas avanzados del Barak-1
El conjunto de aviónica del Barak-1 incluye sistemas sofisticados como la pantalla montada en el casco de Elbit Systems (HMD), que permite a los pilotos apuntar las armas con la vista. Además, está equipado con sistemas avanzados de guerra electrónica (EW), como receptores de advertencia de radar (RWR) y dispensadores de contramedidas, mejorando su supervivencia en entornos hostiles.
El sistema de control de vuelo digital (DFCS) del Barak-1 proporciona una estabilidad y un control mejorados, especialmente durante maniobras de alta gravedad. Su avanzada computadora de misión integra datos de varios sensores y sistemas, proporcionando al piloto un conocimiento completo de la situación.
Con un arsenal versátil, el Barak-1 es capaz de llevar a cabo diversas misiones de combate. Su armamento incluye el cañón rotatorio M61 Vulcan de 20 mm para combates cercanos, misiles aire-aire como el AIM-9 Sidewinder y el Python 4/5, y municiones aire-tierra como el misil AGM-65 Maverick, bombas guiadas por láser GBU-12 Paveway II y kits JDAM (Joint Direct Attack Munition) para ataques de precisión.
Participación del Barak-1 en operaciones militares significativas
El Barak-1 ha jugado un papel crucial en varias operaciones militares significativas. En la Operación Opera de 1981, los F-16 de la IAF, incluido el Barak-1, realizaron un ataque aéreo sorpresa contra el reactor nuclear de Osirak en Irak, evitando que Irak desarrollara armas nucleares con gran precisión y éxito.
Durante la Operación Paz para Galilea en 1982, los F-16 de la IAF lograron la superioridad aérea y proporcionaron apoyo cercano a las fuerzas terrestres en el Líbano. El Barak-1 fue clave en la neutralización de las defensas aéreas sirias y el ataque a aviones enemigos, contribuyendo al éxito de la misión.
Más recientemente, el Barak-1 ha sido utilizado en operaciones contra grupos terroristas en Gaza. En la Operación Plomo Fundido (2008-2009) y la Operación Margen Protector (2014), se usó para ataques de precisión contra la infraestructura de Hamás y sitios de lanzamiento de cohetes, reduciendo la amenaza de ataques con cohetes contra áreas civiles israelíes.