El Gobierno de Taiwán reclamará compensaciones por la demora en la entrega de los 66 cazas F-16V adquiridos a Estados Unidos, después de que el programa acumuló nuevos aplazamientos y la Fuerza Aérea informara al Legislativo que no podrá completar las recepciones en 2026 como se planificó. El primer ministro, Cho Jung-tai, señaló que el Ejecutivo emprenderá acciones legales por el retraso; en paralelo, mandos militares expusieron que la fabricación enfrenta escasez de personal y disrupciones en la cadena de suministro.
El pedido de 66 F-16V, aprobado por Washington en 2019 por un valor aproximado de $8.000 millones, forma parte de un esfuerzo de modernización que también incluye la actualización local de F-16A/B al estándar V. El ministerio de Defensa de Taiwán ya había reconocido en 2023 que la entrega se retrasaba debido a problemas de programas y a cuellos de botella logísticos, y explicó que trabajaba para reducir el impacto. En septiembre de 2024, la cartera expresó la expectativa de iniciar las recepciones a fines de ese año; ese hito no se cumplió.
En marzo de 2025, un viceministro de Defensa, viajó a Greenville, Carolina del Sur, para participar en la ceremonia de finalización del primer F-16 del lote taiwanés, acto que marcó que al menos una aeronave había superado la fase de producción en fábrica. Sin embargo, a 31 de octubre de 2025 las autoridades insulares han indicado que el cronograma original sigue comprometido y que completar las 66 entregas en el plazo establecido resulta “desafiante”. Medios con base en informaciones oficiales señalan que hasta la fecha solo una unidad ha sido entregada en planta, sin que el grueso de los aviones haya llegado aún a territorio taiwanés.
Durante una sesión de la Comisión de Asuntos Exteriores y Defensa del Yuan Legislativo celebrada en octubre de 2025, el jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, Lee Ching-jan, informó que las demoras responden a una combinación de falta de mano de obra en la línea de montaje, problemas de suministro e integración de equipos, y confirmó que Taiwán no recibirá todos los aparatos en 2026. El ministro de Defensa, Wellington Koo, había adelantado días antes que, aunque se prevén entregas en 2026, completar el total en el plazo previsto es “complicado”.
En este contexto, el primer ministro Cho Jung-tai declaró que el Ejecutivo interpondrá acciones legales por los retrasos. TaiwanPlus, medio público que cubre las comunicaciones oficiales, difundió la declaración del jefe de Gobierno sobre la intención de exigir responsabilidades por las demoras en la entrega de los F-16V. No se detallaron montos ni la modalidad de reparación reclamada, pero el anuncio elevó el nivel de respuesta institucional frente al incumplimiento de plazos de un programa gestionado bajo ventas militares al extranjero del Gobierno de Estados Unidos.
En paralelo, el sector industrial comunicó ajustes para intentar recuperar el calendario. A una semana del anuncio gubernamental, la publicación especializada FlightGlobal informó que, pese a la ampliación de la planta de Lockheed Martin en Greenville y a la contratación de personal, las entregas “se deslizan” hacia 2027, de acuerdo con la información presentada por la Fuerza Aérea de Taiwán ante legisladores. Esa proyección enlaza con lo señalado por el propio ministerio de Defensa en 2023 y 2024 sobre las causas iniciales de los atrasos: dificultades de integración de subsistemas y disrupciones en suministro y producción.
El itinerario del programa muestra hitos y variaciones sucesivas. En 2023, el ministro Chiu Kuo-cheng atribuyó el primer desvío a incidencias de programas y a la cadena de suministro, y aseguró que se buscaba “compensar deficiencias”. En 2024, la cartera fijó como objetivo recibir las primeras aeronaves en el cuarto trimestre de ese año y completar la totalidad en 2026. En 2025, tras la salida de fábrica de la primera célula, los mandos informaron de nuevos obstáculos y comunicaron al Parlamento que no alcanzarían el cierre del lote en 2026. En paralelo, publicaciones internacionales recogieron que solo una aeronave había sido entregada en fábrica hasta esa fecha.
El anuncio sobre la búsqueda de indemnizaciones se produce con el trasfondo de ese desvío acumulado. Según lo comunicado por el primer ministro, la reclamación se dirige a resarcir los perjuicios por la postergación de los plazos contractuales. La declaración se suma a las gestiones regulares que Defensa mantiene con sus contrapartes estadounidenses para ajustar cronogramas y hitos de pago, en tanto que la Fuerza Aérea reportó a los legisladores que el plan operativo de recepción y alistamiento continuará adaptándose a la disponibilidad real de aeronaves.
La evolución de la línea de producción en Greenville continúa bajo observación de ambas partes. Reuters informó que Lockheed Martin elevó proyecciones financieras en 2025 por demanda de defensa, mientras que publicaciones especializadas y medios taiwaneses han descrito la contratación de personal y la ampliación de turnos en la planta para incrementar el ritmo. La Fuerza Aérea taiwanesa, por su parte, ha indicado que realizará seguimientos periódicos en sitio y reportes al Legislativo para documentar avances y variaciones de calendario.
Al 31 de octubre de 2025, el ministerio de Defensa taiwanés mantiene que el objetivo de empezar a recibir aparatos a partir de 2026 sigue vigente, aunque completar las 66 entregas requerirá una reprogramación que la propia Fuerza Aérea sitúa más allá de ese año. El Gobierno ha formalizado que exigirá compensaciones por las demoras y ha comunicado esa decisión mediante canales oficiales.
