Los F-35B británicos no tendrán misiles SPEAR 3 hasta la década de 2030, dependiendo de bombas Paveway, lo que restringe su capacidad de ataque aire-tierra.
Retrasos en SPEAR 3 afectan capacidades de los F-35B británicos
Los cazas F-35B de la Royal Air Force y la Fleet Air Arm del Reino Unido enfrentan limitaciones significativas en sus capacidades de ataque aire-tierra debido a retrasos en la integración del misil SPEAR 3. Según información publicada por The Telegraph el 20 de mayo de 2025, estos aviones, diseñados como plataformas polivalentes de quinta generación, dependen actualmente de bombas guiadas Paveway IV, ya que el programa SPEAR 3, destinado a proporcionar capacidades de ataque de precisión a larga distancia, no entrará en servicio hasta principios de la década de 2030. Este aplazamiento, confirmado por el Ministerio de Defensa, del Reino Unido (MoD), representa un revés para la modernización de la flota de cazas británicos.
El F-35B Lightning II, fabricado por Lockheed Martin, es un avión de combate avanzado con capacidades de despegue corto y aterrizaje vertical (STOVL). Incorpora tecnología de baja observabilidad, velocidad supersónica y un sistema de propulsión LiftFan que permite operaciones desde portaaviones, bases austeras o carreteras. Su bahía de armas interna puede albergar configuraciones aire-tierra, aire-aire o mixtas, con capacidad para un cañón GAU-22A de 25 mm. En misiones donde el sigilo no es prioritario, los pilones externos permiten una carga útil superior a 6.800 kg. El avión está equipado con el radar AN/APG-81 AESA, el sistema de alerta AN/AAQ-37 DAS y el conjunto de guerra electrónica AN/ASQ-239 Barracuda, lo que lo convierte en una plataforma versátil para entornos de alta amenaza.
A pesar de estas capacidades, la integración del misil SPEAR 3, un componente clave para ataques de precisión a larga distancia, enfrenta múltiples obstáculos. Desarrollado por MBDA UK bajo el Acuerdo de Gestión de Cartera, el SPEAR 3 es un misil de crucero ligero con un peso inferior a 90 kg, una longitud de 1,8 metros y un alcance superior a 140 km. Utiliza un motor turborreactor Hamilton Sundstrand TJ-150, navegación inercial, GPS y un enlace de datos, con un buscador multimodo para alta precisión en condiciones adversas. Aunque su entrada en servicio estaba prevista para 2025, el primer disparo de prueba se realizó en noviembre de 2024 desde un Eurofighter Typhoon, y su certificación para el F-35B se ha pospuesto hasta la próxima década.
Uno de los principales factores de este retraso es la demora en la entrega de la configuración de software TR-3 por parte de Lockheed Martin, un requisito esencial para la actualización Block 4 del F-35. Esta modernización es necesaria para habilitar la integración de nuevas armas como el SPEAR 3. Además, los procesos de certificación y control de exportaciones de Estados Unidos imponen restricciones, ya que cualquier modificación en el armamento del F-35 requiere la aprobación de Washington. Estas limitaciones han extendido los plazos, afectando la capacidad del Reino Unido para desplegar una flota de cazas completamente equipada.
Datos clave sobre el misil SPEAR 3 y los F-35B británicos
- El SPEAR 3 tiene un alcance de más de 140 km y puede atacar objetivos como tanques, defensas aéreas, buques y vehículos en movimiento.
- Cada F-35B podrá llevar hasta ocho misiles SPEAR 3 en su bahía interna, preservando su baja observabilidad.
- El Reino Unido opera 34 F-35B, de los cuales 30 están en servicio activo, con planes de expandir la flota a 48 unidades inicialmente.
- El Block 4 del F-35, necesario para integrar el SPEAR 3, está programado para completarse en 2029, con un costo estimado de 16.500 millones de dólares.
- El primer despliegue operativo de los F-35B británicos ocurrió en 2021 durante el Carrier Strike Group 21 (CSG21), operando desde el portaaviones HMS Queen Elizabeth.
Desafíos técnicos y operativos en la integración del SPEAR 3
El desarrollo del SPEAR 3 ha enfrentado desafíos técnicos desde sus primeras etapas. En 2022, el MoD informó que las pruebas iniciales de disparo, originalmente previstas para ese año, se retrasaron hasta 2023 debido a problemas técnicos y la complejidad del programa. Estas pruebas, realizadas desde un Typhoon en el rango de pruebas de Vidsel, Suecia, buscaban reducir riesgos antes de la integración en el F-35B. En noviembre de 2024, se completó con éxito el primer disparo guiado del SPEAR 3 desde un Typhoon, marcando un hito en su desarrollo, aunque la certificación para el F-35B sigue pendiente.
El SPEAR 3 está diseñado para operar en entornos complejos, con reglas de enfrentamiento estrictas, gracias a su diseño modular y sistemas de guía avanzados. Su capacidad para ser transportado en grupos de cuatro en la bahía interna del F-35B lo hace ideal para misiones de supresión de defensas aéreas enemigas (SEAD). Además, una variante SPEAR-EW, enfocada en guerra electrónica, está en desarrollo como señuelo y perturbador, similar al ADM-160 MALD estadounidense. Sin embargo, los retrasos en el programa han generado preocupaciones sobre la capacidad del Reino Unido para responder a amenazas emergentes, especialmente en escenarios de alta intensidad.
El F-35B entró en servicio con el Escuadrón 617 de la RAF Marham en junio de 2018, convirtiéndose en la primera flota británica con capacidad de portaaviones desde la retirada del Harrier. Actualmente, el Reino Unido opera 34 F-35B, de los cuales aproximadamente 30 están en servicio activo entre la Royal Navy y la Royal Air Force. La flota ha participado en despliegues operativos, como el Carrier Strike Group 21 en 2021, que marcó el retorno de la aviación basada en portaaviones británica. Algunos de estos aviones están desplegados en el portaaviones HMS Prince of Wales en una misión en el Indo-Pacífico.
El costo de cada F-35B asciende a aproximadamente 90 millones de libras, lo que lo convierte en una de las plataformas de Defensa, más costosas del Reino Unido. A pesar de su avanzada tecnología, la dependencia de bombas Paveway IV obliga a los pilotos a acercarse más a los objetivos, aumentando los riesgos en entornos con defensas aéreas avanzadas. La integración del SPEAR 3 permitiría ataques a más de 60 millas de distancia, mejorando significativamente la seguridad y eficacia de las misiones.
Contexto operativo y planes futuros de la flota F-35B
El Reino Unido ha adquirido 48 F-35B como parte de la Tranche 1, con 31 entregados hasta mayo de 2024, aunque uno se perdió en un accidente en el Mediterráneo en 2021. La entrega de los aviones restantes está programada para completarse en 2025. El MoD planea una segunda fase (Tranche 2) para adquirir 27 unidades adicionales, alcanzando un total de 74 aviones. A largo plazo, se mantiene el objetivo de adquirir hasta 138 F-35B, aunque las limitaciones presupuestarias podrían reducir esta cifra.
La integración de otras armas, como el misil aire-aire Meteor, también está programada para completarse antes de finales de la década, bajo el mismo programa Block 4. En febrero de 2025, un F-35B realizó con éxito vuelos de prueba con el Meteor, un misil de alcance más allá del horizonte visual, ya operativo en los Typhoon británicos. Esta integración mejorará las capacidades aire-aire de los F-35B, complementando los misiles AMRAAM, ASRAAM y las bombas Paveway IV actualmente en uso.
El programa SPEAR 3 recibió un contrato de demostración y fabricación de 550 millones de libras (750 millones de dólares) en 2021, otorgado a MBDA por el MoD. Este acuerdo, con una duración de siete años, subraya la importancia del misil para la estrategia de ataque de precisión del Reino Unido. Sin embargo, los retrasos en la modernización del F-35 y los desafíos técnicos han complicado el cumplimiento de los plazos originales.
La situación actual refleja un desafío más amplio en la modernización de las fuerzas aéreas europeas, donde los programas de armamento a menudo enfrentan retrasos y sobrecostos. La dependencia del F-35B de bombas no guiadas para ataques aire-tierra limita su capacidad para operar en entornos de alta amenaza, donde la distancia y la precisión son críticas. A medida que el Reino Unido continúa expandiendo su flota y capacidades, la integración exitosa del SPEAR 3 será crucial para maximizar el potencial de sus cazas de quinta generación.