La Marina de EE. UU. impulsa la producción de submarinos ante tensiones globales, pero enfrenta problemas de infraestructura, personal y cadena de suministro.
EE. UU. plantea ritmo de producción acelerado para su flota submarina
Ante la necesidad de mantener la superioridad en operaciones submarinas, la Marina de Estados Unidos fijó como meta producir anualmente un submarino de misiles balísticos clase Columbia y dos submarinos de ataque clase Virginia. Esta estrategia, lanzada a comienzos de 2025, busca renovar una flota envejecida en un entorno geopolítico cada vez más complejo, especialmente en el Indo-Pacífico y el Ártico, donde China y Rusia expanden sus capacidades navales.
La planificación militar estadounidense se enfoca en dos tipos de submarinos: los Columbia, que reemplazarán a la clase Ohio en la disuasión nuclear marítima, y los Virginia, diseñados para misiones ofensivas y de inteligencia. Los Columbia desplazan 20,800 toneladas y transportarán 16 misiles Trident II D5, con capacidad de portar ojivas nucleares múltiples, mientras que los Virginia, con 7,800 toneladas, incluyen misiles Tomahawk, torpedos Mark 48 y tecnología antisubmarina avanzada.
Los encargados de fabricar estos submarinos son General Dynamics Electric Boat, con sedes en Connecticut y Rhode Island, y Newport News Shipbuilding, filial de Huntington Ingalls en Virginia. Estas instalaciones, únicas en el país con capacidad para construir submarinos nucleares, enfrentan el desafío de cumplir con la meta “1+2” impuesta por la Marina, en medio de limitaciones operativas y de recursos.
Los astilleros deben lidiar con una cadena de suministro inestable, impactada por la alta demanda de acero especializado, componentes electrónicos y tecnología de propulsión nuclear, factores esenciales para mantener el ritmo de producción sin sacrificar la calidad.
Producción de submarinos: desafíos y cifras clave en 2025
- Submarinos Columbia reemplazarán a la clase Ohio y estarán activos hasta la década de 2080.
- Cada Columbia portará 16 misiles balísticos Trident II D5 con capacidad nuclear.
- Clase Virginia incorpora misiles Tomahawk y sistemas antisubmarinos de última generación.
- Electric Boat y Newport News son los únicos astilleros nucleares del país.
- Objetivo anual de producción: 1 Columbia y 2 Virginia (modelo “1+2”).
- Se necesitan soldadores, técnicos e ingenieros altamente calificados.
- El USS District of Washington tiene un retraso de hasta 16 meses.
- Propuesta presupuestaria de 7,300 millones presentada en noviembre de 2024.
Secuelas de la pandemia y escasez de mano de obra ralentizan avances
Los efectos de la crisis sanitaria global en 2020 y 2021 siguen afectando a la industria naval. Las interrupciones en la cadena logística y la reducción del personal disponible provocaron retrasos significativos, como en la entrega del primer submarino Columbia, el USS District of Washington, cuyo plazo ahora se estima en 2028, 16 meses después de lo previsto inicialmente.
La extensión obligada de la vida útil de submarinos clase Ohio eleva los costos de mantenimiento y aumenta el riesgo de fallos operativos por el desgaste de los cascos y reactores nucleares. Esta situación refleja la presión que enfrentan las autoridades navales para mantener capacidades estratégicas sin interrupciones.
El déficit de personal técnico calificado agrava los retrasos. Tanto General Dynamics como Newport News han tenido dificultades para contratar y retener trabajadores especializados en soldadura, electricidad e ingeniería naval, esenciales para la construcción de submarinos nucleares.
Para mitigar estos efectos, se han implementado programas de formación laboral y modernización de instalaciones. Electric Boat está ampliando sus astilleros en Groton, mientras que Newport News mejora sus diques secos con el fin de manejar construcciones simultáneas de Columbia y Virginia.
Competencia global y vulnerabilidad logística complican el panorama
La competencia internacional también presiona la cadena de suministro estadounidense. China ha superado los 60 submarinos, entre ellos los Type 096 con misiles balísticos, construidos en el astillero de Bohai. A su vez, Rusia opera submarinos Yasen-M, equipados con misiles hipersónicos Zircon, activos especialmente en el Ártico y Atlántico Norte.
Este contexto impulsa la demanda de componentes de alta tecnología y tierras raras, insumos clave que dependen de proveedores internacionales expuestos a interrupciones y restricciones comerciales. En 2025, la Marina trabaja con cientos de contratistas, muchos de los cuales son empresas pequeñas con escasa capacidad para aumentar la producción en el corto plazo.
Para enfrentar estos retos, la Marina solicitó una asignación presupuestaria adicional al Congreso. En noviembre de 2024, la Oficina de Administración y Presupuesto propuso destinar 7,300 millones de dólares a cubrir sobrecostos, reforzar la fuerza laboral y asegurar suministros para los submarinos Virginia Block VI.
Este contrato, firmado en marzo de 2025 con General Dynamics por más de 1,000 millones de dólares, incluye provisiones para materiales de largo plazo. Sin embargo, varios legisladores han cuestionado la transparencia en la administración de estos fondos, complicando la aprobación del presupuesto naval del año en curso.
Avances tecnológicos y compromisos internacionales exigen resultados
Algunos progresos evidencian mejoras en la producción. En abril de 2025, la Marina puso en servicio el USS Iowa, el 24º submarino clase Virginia, desarrollado en conjunto por Electric Boat y Newport News. Este modelo incorpora 12 lanzadores verticales para misiles de crucero y cuatro tubos de torpedos adicionales.
Los astilleros han comenzado a implementar tecnologías de fabricación avanzada, como la impresión 3D de componentes específicos y herramientas de diseño digital, con el objetivo de reducir costos y acelerar tiempos de producción.
En el plano estratégico, los submarinos Virginia son clave en el Mar de China Meridional, donde deben contrarrestar el avance naval chino. Por su parte, los Columbia asegurarán la presencia disuasoria de Estados Unidos en el Ártico, región con creciente importancia militar por el deshielo.
El cumplimiento del acuerdo AUKUS, que contempla la transferencia de submarinos Virginia a Australia, también se ve comprometido por los actuales retrasos. La capacidad de Estados Unidos para honrar este compromiso sin reducir su propio arsenal submarino sigue bajo escrutinio.