Exploramos la implementación del AH-64 Apache en conflictos como la Guerra del Golfo y operaciones navales.
Características del AH-64 Apache y su desarrollo histórico
El helicóptero de ataque AH-64 Apache, diseñado inicialmente por Hughes Helicopters (1975-1984), posteriormente por McDonnell Douglas (1984-1987) y, desde entonces, por Boeing, se destaca como el helicóptero artillado más eficaz y probado en combate en la historia. Aunque existen otras aeronaves como el Mi-24 “Hind” de fabricación soviética/rusa y el AH-1 Cobra de origen estadounidense que podrían considerarse comparables, este artículo se centra en el Apache.
Con una velocidad máxima de 227 mph (366,32 km/h/197,25 nudos), el AH-64 está equipado con una amplia gama de armamento, incluyendo el cañón de cadena M230 de 30 mm, cohetes aire-tierra Hydra-70 y CRV7 de 70 mm, misiles AGM-114 Hellfire y AIM-92 Stinger. La aviación del ejército estadounidense ha aprovechado al máximo las capacidades de esta aeronave durante sus 38 años de servicio operativo. Simple Flying examina cómo se ha empleado el Apache para apoyar operaciones militares de los Estados Unidos.
El AH-64 Apache debutó en combate durante la Operación Causa Justa en diciembre de 1989, en el entorno tropical de Panamá. En esta operación, los Apaches proporcionaron apoyo de fuego en un asalto contra la Comandancia de las Fuerzas de Defensa de Panamá, entonces bajo el control de Manuel Noriega (PDF). Según un informe de la Oficina de Historia Conjunta del Estado Mayor Conjunto, los misiles Hellfire de los Apaches demostraron una precisión tal que podían ser disparados a través de una ventana a una distancia de cuatro millas, incluso en condiciones nocturnas. Durante esta operación, la Fuerza de Tareas BAYONET neutralizó a 24 personas, lesionó a 9 y capturó a 463 soldados de las PDF.
Desempeño del AH-64 Apache en la Guerra del Golfo de 1991
Los momentos más destacados del AH-64 Apache ocurrieron durante su despliegue en la Guerra del Golfo Pérsico de 1991, conocida también como Operación Tormenta del Desierto. Los Apaches fueron fundamentales en la destrucción de más de 500 carros de combate principales (MBT) T-72, T-62 y T-55, además de numerosos vehículos blindados de transporte de personal (APC) y otros vehículos, pertenecientes a las fuerzas del régimen de Saddam Hussein. A pesar de los informes previos sobre problemas de fiabilidad del helicóptero, los Apaches acumularon miles de horas de combate con un índice de disponibilidad superior al 85% durante la guerra.
El 17 de enero de 1991, en la noche inaugural de la Operación Tormenta del Desierto, cuatro helicópteros MH-53J Pave Low III del 20.º Escuadrón de Operaciones Especiales lideraron dos vuelos de Apaches para ejecutar el primer ataque de la guerra. Los pilotos de estos vuelos, compuestos por ocho helicópteros de ataque Apache AH-64A de la 101.ª División Aerotransportada, llevaron a cabo una misión crítica para destruir dos instalaciones clave de radar de alerta temprana en Irak. Ambas instalaciones fueron destruidas en menos de cinco minutos, marcando un inicio decisivo para la operación.
Este ataque, conocido con el nombre en código ‘Normandía’, se inspiró en la operación aerotransportada de la 101.ª División durante la Segunda Guerra Mundial. La exitosa misión resaltó la capacidad del Apache para realizar ataques de precisión en entornos hostiles, reafirmando su papel esencial en la estrategia militar estadounidense.
Operaciones marítimas y colaboración con la Marina de EE. UU.
Además de sus despliegues terrestres, el AH-64 Apache ha sido empleado en operaciones basadas en barcos junto a la Marina de los EE. UU. Un ejemplo significativo de esta colaboración ocurrió del 23 al 27 de marzo de 2020, cuando los AH-64E del 1.er Escuadrón, 17.o Regimiento de Caballería, realizaron calificaciones de desembarco en cubierta a bordo de la base marítima expedicionaria USS Lewis B. Puller (ESB 3) en el área de operaciones de la Quinta Flota.
Según el CW3 Reginald Oliver, uno de los pilotos de Apache en esta misión de entrenamiento, esta operación fue un ejercicio para proyectar el poder de combate desde el mar. La integración de las capacidades de los Apaches con las fuerzas navales demuestra una flexibilidad operacional significativa, permitiendo la ampliación de las capacidades de reconocimiento y ataque en entornos marítimos.
El capitán de la Marina de los EE. UU. Peter Mirisola, comandante del escuadrón de destructores 50 y de la Fuerza de Tarea Combinada 55, destacó que la cooperación con los Apaches permite mantener una postura de alta amenaza a grandes distancias. Esta colaboración no solo mejora la letalidad de las fuerzas conjuntas, sino que también expande el alcance de las operaciones militares estadounidenses, subrayando la versatilidad y eficacia del AH-64 Apache en diferentes escenarios de combate.