El exitoso CDR del motor F130 de Rolls-Royce asegura avances clave en desarrollo, pruebas y producción para el modernizado B-52J de la Fuerza Aérea.
Rolls-Royce avanza en el desarrollo del motor F130 para el B-52J
La compañía Rolls-Royce anunció que ha culminado con éxito la revisión crítica de diseño (CDR) del motor F130, marcando un hito esencial para los esfuerzos de desarrollo, prueba y producción. Este avance permite continuar con los preparativos para la entrega de la versión mejorada del avión B-52J a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.
En un comunicado oficial, Rolls-Royce destacó que este logro es el resultado de más de dos años de trabajo conjunto con la Fuerza Aérea y Boeing. La siguiente etapa del programa incluye el inicio de las pruebas de altitud, programadas para febrero de 2025, en el Complejo de Desarrollo de Ingeniería Arnold, ubicado en Tullahoma, Tennessee.
El CDR, que representa la fase crítica de diseño, valida los diseños finales mediante revisiones de análisis, simulaciones, esquemas técnicos, códigos de software y resultados de pruebas previas. Este proceso asegura que los sistemas de vuelo y tierra, junto con las operaciones de la misión, cumplen los objetivos establecidos dentro del presupuesto y el cronograma acordados.
La directora de Ciclo de vida inicial y programas navales de Defensa, Candice Bineyard, comentó: “Estamos muy orgullosos de haber entregado el CDR del F130 a tiempo para el B-52J y agradecemos la colaboración continua con la Fuerza Aérea de los EE. UU. y Boeing. Nuestros equipos han trabajado de manera rigurosa durante la fase de diseño detallado, y estamos ansiosos por iniciar la producción de este confiable motor”.
Datos clave sobre el programa del motor F130 para el B-52J
- El CDR marca el fin de la fase de diseño crítico del motor F130.
- Las pruebas de altitud comenzarán en febrero de 2025 en Tullahoma, Tennessee.
- El desarrollo se ha realizado en colaboración con Boeing y la Fuerza Aérea de EE. UU.
- El motor será fabricado en las instalaciones de Rolls-Royce en Indianápolis.
- Las pruebas de cápsulas gemelas se realizaron en el Centro Espacial Stennis de la NASA.
Pruebas iniciales completadas en Indianápolis y la NASA
Durante este año, Rolls-Royce llevó a cabo las primeras fases de pruebas a nivel del mar del F130 en Indianápolis, su mayor centro de producción en los Estados Unidos. Este lugar será responsable de la construcción, ensamblaje y pruebas finales de los motores para el B-52J.
Las pruebas en Indianápolis se realizaron en la celda de prueba 114, recientemente modernizada como parte de una inversión de mil millones de dólares para actualizar las instalaciones de Rolls-Royce. Este esfuerzo busca integrar tecnologías avanzadas de fabricación e innovación para satisfacer las necesidades de la Fuerza Aérea y otros clientes.
Por otro lado, en el Centro Espacial Stennis de la NASA, Rolls-Royce completó con éxito pruebas rápidas de cápsulas gemelas. Esta fase fue clave para verificar el diseño del motor F130 en su configuración de doble cápsula para el avión B-52. Los resultados permitieron mitigar riesgos y cumplir los objetivos técnicos del programa.
Pruebas de doble cápsula aseguran integración en el B-52J
Las pruebas realizadas en la NASA permitieron analizar el rendimiento de los motores F130 al ser probados juntos en la configuración de cápsula doble. Esta estrategia confirmó que el diseño satisface los requerimientos del B-52J y reduce posibles complicaciones durante la integración final en la aeronave.
Además, los datos recopilados en estas pruebas respaldan el análisis técnico de Rolls-Royce, fortaleciendo la seguridad de alcanzar los objetivos del programa dentro de los plazos y costos previstos. Estas evaluaciones contribuyen a garantizar la entrega de un motor de alta confiabilidad para el modernizado B-52J.
Rolls-Royce reafirma su compromiso con la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y avanza en la preparación para las pruebas de altitud del F130, programadas para el próximo año, marcando otro paso importante en la evolución de este proyecto.
El programa de reemplazo de motores busca modernizar la flota B-52
En 2021, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos eligió los motores Rolls-Royce F130 para sustituir a los Pratt & Whitney TF33-PW-103, que han estado en uso desde los años 60 en la flota Stratofortress. La decisión se tomó en el marco del Programa de Reemplazo de Motores Comerciales B-52, iniciado en 2018, donde Rolls-Royce compitió contra GE Aviation y Pratt & Whitney por el contrato.
El motor TF-33 dejará de ser compatible después de 2030, lo que impulsó la necesidad de encontrar una solución moderna. La oferta ganadora de Rolls-Royce, basada en el motor BR725 utilizado por el caza comercial Gulfstream G650, ya se encuentra en servicio en las aeronaves militares C-37 y E-11 BACN, lo que respalda su confiabilidad.
La Fuerza Aérea proyecta que las actividades de integración del motor F130 concluyan en 2026-2027, y se espera que la capacidad operativa inicial del B-52J modificado esté lista para 2030. Los nuevos motores permanecerán en operación hasta al menos 2050, mejorando aspectos clave como el alcance, la eficiencia de combustible y reduciendo costos de mantenimiento, además de disminuir significativamente las emisiones y el ruido.
Beneficios clave del motor F130 en el B-52J
- Aumento de la eficiencia de combustible y mayor alcance operativo.
- Reducción de emisiones de hidrocarburos no quemados.
- Disminución de los costos de mantenimiento a largo plazo.
- Eliminación de la característica estela de humo del B-52 actual.
- Operatividad proyectada hasta 2050, extendiendo la vida útil de la flota.
Razones detrás de la elección de ocho motores F130
La Fuerza Aérea descartó la opción de usar cuatro turbofán más grandes en lugar de los ocho motores F130 seleccionados. Esta decisión se fundamentó en factores técnicos como la limitada distancia de despegue que ofrecerían motores más grandes y el mayor grado de rediseño necesario en la interfaz entre motor, ala y pilón. Este rediseño implicaría una conversión más compleja y con mayores riesgos, lo que hizo que la solución de ocho motores más pequeños fuese la opción más viable.
Además de sus ventajas técnicas, el nuevo motor F130 será mucho más silencioso y generará un nivel mínimo de humo, eliminando así la conocida estela oscura que acompaña al actual B-52H. Esto representa una mejora significativa en las características operativas y ambientales del bombardero.
De manera similar a lo ocurrido en 1962, cuando el reemplazo de los motores llevó a la redesignación del B-52G como B-52H, la incorporación de los F130 convertirá al bombardero actualizado en el B-52J. Este cambio refleja el impacto del motor en el rendimiento general de la aeronave.
El B-52J incorporará mejoras adicionales al diseño
Además de los nuevos motores, el B-52J incluirá una serie de actualizaciones tecnológicas y estructurales. Entre las más destacadas se encuentra la integración de una variante modificada del radar APG-79 AESA, utilizado en el F/A-18EF Super Hornet, y un diseño aerodinámico más limpio que elimina las ampollas del sistema AN/ASQ-151.
Asimismo, el avión contará con dos grandes jorobas sobre el fuselaje, cerca de las raíces del ala, que posiblemente se utilizarán para albergar equipos clasificados, como sistemas de comunicaciones satelitales de banda ancha. También se llevará a cabo una actualización de la cabina, incluyendo nuevas pantallas digitales de 8 x 10, un sistema híbrido de acelerador mecánico-digital, unidades concentradoras de datos mejoradas y sistemas avanzados para registrar el mantenimiento del motor.
Modernización integral para extender la vida útil del B-52J
Con estas mejoras, el B-52J no solo prolongará su vida operativa, sino que también aumentará su eficiencia y capacidad tecnológica. Las actualizaciones estructurales, junto con los motores F130, preparan al Stratofortress para enfrentar desafíos operativos durante las próximas décadas, asegurando su relevancia en misiones estratégicas de la Fuerza Aérea.
El diseño actualizado también representa un paso significativo hacia la sostenibilidad operativa, con menores emisiones y un perfil acústico reducido, contribuyendo a una operación más limpia y eficiente.