Un dron RQ-4B de la Fuerza Aérea de Estados Unidos realizó actividades de vigilancia cerca de Leningrado, según informes de Voenny Osvedomitel.
Dron RQ-4B Global Hawk rastreado por Flightradar
Un dron RQ-4B Global Hawk, identificado como FORTE 12, fue detectado por el canal ruso de Telegram Voenny Osvedomitel, que señaló su actividad en las proximidades de Leningrado. La información se basa en datos obtenidos de Flightradar.
El análisis del seguimiento muestra que el dron realizó varias pasadas en el espacio aéreo estonio, con una ruta que abarcó desde Kanepi, a 50 km de Pskov, hasta KiiviiIi, a 54 km de Leningrado. En total, recorrió 151 km a lo largo de la frontera occidental rusa.
De acuerdo con Voenny Osvedomitel, el objetivo principal del dron podría ser recopilar información militar en el contexto de las tensiones actuales. Además, se especula que esta misión podría estar vinculada a maniobras geopolíticas más amplias por parte de Estados Unidos.
El canal también menciona que la operación podría estar relacionada con la vigilancia de la infraestructura energética rusa, en particular la terminal de GNL de Cryogas-Vysotsk, ubicada cerca de Vysotsk, en la región de Leningrado.
Datos clave sobre la operación del RQ-4B Global Hawk
- El dron recorrió una ruta desde Kanepi hasta KiiviiIi, cercana a la frontera rusa.
- La distancia total cubierta fue de 151 km a lo largo de la frontera occidental de Rusia.
- La terminal de Cryogas-Vysotsk, un punto estratégico, está situada cerca de la zona de vigilancia.
- El RQ-4B es un dron diseñado para misiones de reconocimiento y vigilancia estratégica a gran escala.
Posibles vínculos con infraestructura energética y ataques
En los últimos días, se ha especulado sobre la posibilidad de que Estados Unidos esté monitoreando vulnerabilidades en la infraestructura energética rusa. Este interés coincide con un aumento en las compras de gas natural licuado (GNL) ruso por parte de países europeos.
Recientemente, el ataque de un dron ucraniano a la terminal química de Novatek en Ust-Luga, el 4 de enero de 2025, generó un incidente grave, afectando instalaciones críticas. Este ataque, según informes preliminares, fue llevado a cabo por un dron kamikaze que recorrió más de 1.000 km.
Las investigaciones indican que el ataque dañó un tanque de almacenamiento de 100 metros cúbicos y una bomba utilizada en la transferencia de GNL, generando un incendio significativo. Este evento subraya la capacidad de Ucrania para ejecutar ataques de largo alcance contra infraestructura estratégica.
Expertos sugieren que drones de tecnología avanzada fueron utilizados en esta operación, con sistemas mejorados de combustible y navegación. Estos avances tecnológicos han sido clave en la estrategia de Ucrania de atacar instalaciones críticas en Rusia.
El impacto del ataque al puerto de Ust-Luga
El incidente en Ust-Luga, una terminal crucial para la exportación de gas y petróleo, pone de relieve la creciente dependencia de los drones en conflictos modernos. Este ataque específico refleja los esfuerzos de Ucrania por reducir la capacidad de Rusia para mantener su estabilidad energética y económica.
Además, se plantea la posibilidad de que el dron RQ-4B FORTE 12 pudiera haber proporcionado inteligencia previa al ataque. Aunque no hay evidencia concluyente, la capacidad del dron para recopilar datos en tiempo real lo convierte en una herramienta valiosa para operaciones conjuntas de inteligencia.
El uso de drones en conflictos como este subraya el papel estratégico de la tecnología en la recopilación de información y ataques de precisión, incrementando las tensiones y el riesgo de escalada militar.
Características del RQ-4B Global Hawk
El RQ-4B Global Hawk es un vehículo aéreo no tripulado diseñado para misiones de reconocimiento y vigilancia estratégica. Este dron, desarrollado por Northrop Grumman, opera a altitudes de hasta 60.000 pies y tiene una autonomía de vuelo de hasta 34 horas.
Está equipado con sistemas avanzados de sensores, incluyendo un radar de apertura sintética (SAR), cámaras electroópticas/infrarrojas (EO/IR) y cargas de inteligencia de señales (SIGINT). Estas tecnologías permiten recopilar datos en tiempo real sobre objetivos estratégicos y operativos.
El dron utiliza sistemas de comunicación por satélite (SATCOM) para transmitir información a estaciones terrestres, asegurando un flujo continuo de datos para análisis y toma de decisiones. Su diseño le permite operar de manera autónoma, reduciendo la necesidad de intervención humana constante.
Gracias a su flexibilidad operativa, el RQ-4B puede adaptarse a diversas misiones, incluyendo vigilancia marítima y reconocimiento táctico. Su capacidad para cubrir amplias áreas geográficas lo convierte en un activo clave para la planificación estratégica.