El sábado marcó un hito en la contienda entre Rusia y Ucrania, desencadenando uno de los enfrentamientos más intensos con tanques desde el inicio del conflicto hace más de dos años.
Este enfrentamiento culminó en una destrucción masiva de blindados, resultando en una pérdida significativa para las fuerzas rusas. Al disiparse el humo en una vía al oeste de Avdiivka, en el este ucraniano, se reveló el abandono de un tercio de sus tanques por parte de Rusia.
El alto costo de una ofensiva fallida: un análisis detallado
Este despliegue táctico resalta dos dinámicas opuestas a medida que el conflicto ruso avanza hacia su tercer año. En las semanas anteriores al ataque, las formaciones rusas, visiblemente mermadas en vehículos tras intensas batallas por Avdiivka a mediados de febrero, optaron principalmente por la infantería en sus ofensivas al oeste de la ciudad.
Sin embargo, esta estrategia experimentó un cambio dramático días antes del ataque. “En dirección a Avdiivka, el enemigo ha vuelto a hacer uso de vehículos blindados, incluyendo tanques”, informó el Centro Ucraniano para Estrategias de Defensa un día antes de que la embestida de vehículos blindados se encontrara con un devastador rechazo cerca de Tonen’ke.
Esta capacidad de Ucrania para repeler un ataque de tal magnitud y armamento refleja una tendencia crítica. A pesar de las limitaciones en suministros de munición esencial, las brigadas ucranianas mantienen su habilidad para organizar defensas implacables, empleando una mezcla estratégica de minas, artillería, misiles antitanque y drones explosivos.
“Es a veces asombroso ver la cantidad de vidas desperdiciadas… en nombre de las ambiciones de un solo hombre”, comentó la 25ª Brigada de Fuerzas de Asalto Aéreo de Ucrania en redes sociales tras el enfrentamiento cerca de Tonen’ke, refiriéndose al presidente ruso, Vladimir Putin.
En un audaz movimiento táctico, treinta y seis tanques y doce vehículos de combate BMP del 6.° Regimiento de Tanques de Rusia, integrantes de la 90.° División de Tanques, avanzaron por una carretera desde Tonen’ke hacia Uman’ske, liberada, ubicada dos millas al oeste.
La 25.ª Brigada Ucraniana detectó la columna de 48 vehículos, desencadenando un poderoso contraataque. “Doce tanques y ocho BMP fueron destruidos”, relató “Kriegsforscher”, un operador de drones de la 36.ª Brigada de Infantería de Marina de Ucrania, describiendo el suceso como “pura locura”.
Análisis posconflicto: mínimas ganancias rusas frente a tácticas ucranianas
A pesar del despliegue de veinte vehículos blindados y las pérdidas humanas implicadas, los avances territoriales rusos fueron insignificantes. Al día siguiente del asalto, los enfrentamientos en torno a Tonen’ke fueron descritos por el Centro de Estrategias de Defensa como “posicionales”, indicando un estancamiento en el progreso de ambos contendientes.
La metodología empleada por la 25ª Brigada para neutralizar la columna de tanques rusos, un acto sin precedentes en magnitud, no se detalla completamente en las imágenes post-conflicto. Sin embargo, se puede inferir el modus operandi. La práctica defensiva habitual de Ucrania implica el uso de drones para identificar formaciones rusas, seguido de precisos ataques de artillería que dispersan y desorganizan al enemigo.
Los vehículos rusos dispersos y sus tripulaciones desorientadas se convierten luego en presas de los drones FPV, que ejecutan ataques quirúrgicos. Esta situación se agrava con la implementación de minas y misiles antitanques, intensificando las bajas.
Esta estrategia se ha adaptado forzosamente tras las restricciones impuestas por ciertos sectores del Congreso de EE. UU. a partir de octubre, que limitaron severamente el suministro de munición pesada a Ucrania, forzando a la guarnición de Avdiivka, ya escasa de municiones, a replegarse a mediados de febrero.
La reacción de los aliados europeos a este giro inesperado de eventos tomó algún tiempo. En un lapso de seis semanas a partir de mediados de febrero, un esfuerzo liderado por la República Checa logró reunir más de mil millones de dólares, destinados a la adquisición de al menos un millón de proyectiles de artillería para Ucrania, marcando un punto de inflexión en la asistencia militar al país.
Reactivación de la potencia de fuego ucraniana con la llegada de nuevos proyectiles
La inminente llegada de nuevos proyectiles promete revitalizar la capacidad de artillería de Ucrania, mitigando la crítica escasez de munición experimentada en meses recientes. Este déficit, no obstante, ha servido de catalizador para que Ucrania intensifique significativamente su producción de drones FPV. Actualmente, una proliferación de talleres está generando más de 50.000 drones mensualmente.
En un cambio táctico, donde previamente se requerían diez proyectiles de artillería ucraniana para neutralizar un grupo de asalto ruso, ahora solo se necesitan cinco, en combinación con el apoyo cercano de operadores de drones FPV para efectuar la tarea.
Se anticipa que esta metodología seguirá siendo un pilar en las estrategias de combate de Ucrania, incluso con la integración de nuevos suministros de munición. En los venideros semanas y meses, es probable que las fuerzas ucranianas persistan en la defensa contra las incursiones rusas, sincronizando el fuego de su artillería con el apoyo aéreo de drones. Ahora, con la esperanza de una mayor disponibilidad de artillería que en los periodos previos.
Este refuerzo en la potencia de fuego es una noticia alentadora para los defensores de una Ucrania soberana, especialmente considerando que los ataques rusos pueden aumentar en tamaño y en fuerza. Este desarrollo subraya la creciente necesidad de una capacidad de fuego robusta para contrarrestar eficazmente estas amenazas.