El TOS-3 Dragon es un avanzado sistema lanzallamas ruso, con munición termobárica, mayor alcance y eficacia, y reducido personal operativo.
Los especialistas de ingeniería militar de Rusia están avanzando significativamente en el ámbito de los sistemas lanzallamas de gran envergadura. La más reciente innovación en este campo es el TOS-3 Dragon, una plataforma basada en un chasis oruga que se distingue por implementar munición avanzada y ofrecer un incremento notable en su alcance de operación.
Esta revelación proviene de una entrevista concedida a la agencia TASS por el director industrial de Rostec, una corporación de estado, publicada el día 8 de abril de 2024. “Estamos actualmente enfocados en el desarrollo del nuevo sistema lanzallamas de gran calibre TOS-3.
Este avanzado vehículo oruga incorporará un sistema de lanzamiento de vanguardia. Esperamos, como resultado, un incremento en el alcance efectivo así como en la flexibilidad en el uso de diversos tipos de munición. De hecho, hemos desplegado ya nuestro primer prototipo”, afirmó Behzad Ozdoev.
Una característica sobresaliente del sistema lanzallamas, según se observa en las imágenes preliminares, es la reducción en el número de operadores requeridos en comparación con versiones previas del TOS.
Esto podría sugerir la incorporación de misiles de nueva generación, más grandes y con capacidades mejoradas para maximizar tanto el alcance como la precisión en el ataque a objetivos hostiles.
El sistema lanzallamas pesado TOS-1A Solntsepek ha jugado hasta ahora un rol crítico en las operaciones militares especializadas del ejército ruso, rol que el TOS-2 Tosochka busca superar.
A estos se suma el orgullo de la armada rusa: el sistema de misiles de salvas Vozrozhdenie, montado sobre el chasis del ISDM Agriculture, diseñado para el lanzamiento de cohetes provenientes de sistemas lanzallamas.
Evolución en la Artillería Termobárica: El Amanecer del TOS-3
En febrero de este año, el ejército ruso expresó su entusiasmo por el lanzamiento de la variante termobárica TOS-3 de última generación.
La noticia generó gran interés cuando la Planta de Construcción de Maquinaria de Omsk registró oficialmente la marca, el nombre y la clasificación de este nuevo sistema.
Paralelamente, surgieron indicaciones del creciente interés de Arabia Saudita en adquirir el antecesor del TOS-3, el TOS-1A, según sugirió Alexander Mikheev, director general de Rosoboronexport, en declaraciones que insinuaron una posible venta a Riad.
Este interés se manifestó claramente durante la Exposición Mundial de Defensa 2024 en Riad, donde Rusia expuso con confianza su arsenal. Informes provenientes de Italia indican que Arabia Saudita ya ha realizado compromisos financieros con el armamento ruso, en particular con el sistema móvil de misiles antiaéreos Pantsir-S1.
Aunque los detalles específicos sobre las capacidades operativas y el arsenal del TOS-3 aún se mantienen en el ámbito de la especulación, algunos especialistas rusos sugieren que los misiles del TOS-3 podrían estar equipados con ojivas termobáricas, añadiendo una nueva dimensión a la potencia de fuego de este sistema.
Potencia Implacable: La Fuerza Destructiva de las Ojivas Termobáricas
Las ojivas termobáricas, conocidas también por su designación en inglés como explosivos de combustible-aire (FAE), representan una categoría de armamento distinta por su método de detonación y efectos resultantes.
Estos dispositivos explotan el oxígeno presente en el ambiente circundante para generar una deflagración de magnitud y temperatura superiores, en contraposición a los explosivos convencionales que dependen de un equilibrio entre oxidante y combustible en una composición predefinida.
El proceso de detonación de una ojiva termobárica se inicia con una explosión primaria que esparce un aerosol de combustible en el aire, creando una nube inflamable.
Este aerosol se enciende de manera explosiva por medio de una carga secundaria, dando lugar a una onda expansiva de larga duración que supera en alcance y duración a la generada por explosivos sólidos estándares.
El efecto de una detonación termobárica sobre el objetivo es devastador, causando severos daños estructurales y personales con su onda explosiva inicial.
El vacío generado subsiguientemente amplifica el daño, provocando el colapso de edificaciones debido a la intensa presión ejercida y la súbita reducción de la misma.
El Legado del TOS-3 “Dragon”: Un Nuevo Capítulo en Artillería Termobárica
La conversión de este conocimiento hacia el TOS-3 “Dragon” permite vislumbrar detalles específicos acerca de su diseño y capacidad operativa.
Se destaca que el “Dragon” está diseñado para transportar un arsenal de 15 misiles, cifra inferior a la de sus antecesores, posiblemente debido a las dimensiones y el peso de las unidades de cohetes no guiados (NURS), así como la inclusión de sistemas adicionales de protección activa y equipos de soporte.
La posible incorporación de los misiles TBS-M3, con una longitud de 3,7 metros, cabezas de guerra termobáricas de mayor tamaño, y una propulsión de combustible sólido que les confiere un alcance de hasta 15 km, refleja la evolución tecnológica desde el TOS-2 “Tosochka”.
Versiones como el MO.1.01.04M y el M0.1.01.04M2, ofrecen rangos de 6 km y 10 km respectivamente, indicando una diversificación en las capacidades de alcance y efectividad.
Estrategias de Peso y Potencia: Afinando la Balanza del TOS-3
En comparación, el TOS-1 “Solntsepek”, armado con 24 misiles, alcanza un peso total de 46 toneladas. Sin embargo, hay un esfuerzo en curso para disminuir este peso a un rango de 40-42 toneladas. Tal reducción no solo incrementaría la agilidad y velocidad del sistema, sino que también mejoraría su maniobrabilidad y eficacia en el campo de batalla.
Estas optimizaciones apuntan a una evolución significativa en la implementación táctica y estratégica de la artillería termobárica, marcando un hito en la capacidad de respuesta y movilidad en operaciones militares especializadas.