Tras el segundo ataque ucraniano con drones a un aeródromo militar en Engels en un mes, Rusia ha empezado a trasladar sus bombarderos estratégicos a otras bases aéreas.
El proyecto de investigación Monitor informa de que en la tarde del lunes 26 de diciembre, al menos 6 aviones rusos surcaron los cielos desde el aeródromo de Engels y se dirigieron al Lejano Oriente, a la base Ukrainka, situada en el distrito Seryshevsky de la región de Amur.
Según el portavoz del Mando de las Fuerzas Aéreas de Ucrania, Yuri Ignat, todavía hay “un cierto número de aviones en Engels, pero muchos de ellos ya han sido trasladados a otros aeródromos” que pueden acogerlos, mantenerlos y prestarles servicio. También dijo que ahora Ucrania espera otro ataque masivo en su territorio en respuesta al ataque a la base aérea rusa.
En la noche del 26 de diciembre, el aeródromo militar de la ciudad de Engels, en la región de Saratov, se vio sacudido por explosiones y sonaron sirenas antiaéreas en la ciudad. El Ministerio de Defensa ruso declaró que un avión no tripulado que volaba a baja altura fue interceptado y derribado por la defensa antiaérea. Según el Ministerio de Defensa ruso, tres soldados rusos murieron por la caída de escombros. El Ministerio afirmó que los aviones con base en el aeródromo no sufrieron daños.
El periodista ucraniano Volodymyr Zolkin afirmó que 17 militares rusos murieron y 26 resultaron heridos en el ataque con drones. Según él, cinco bombarderos TU-95MS y una torre de control resultaron dañados. Rusia habría comenzado a alejar del aeródromo los demás bombarderos estratégicos. Las fotos de satélite publicadas por el proyecto Esquemas mostraron que de los 21 aviones Tu-95 que se encontraban en el aeródromo de Engels el 4 de diciembre, 15 permanecían en él tras el ataque, y uno de los aparatos resultó dañado.