Rusia planea instalar sistemas de misiles hipersónicos Oreshnik en Bielorrusia para finales de 2025, intensificando tensiones con la OTAN.
Despliegue de misiles Oreshnik en Bielorrusia para 2025
Rusia confirmó planes para desplegar sus avanzados sistemas de misiles balísticos de alcance intermedio Oreshnik en Bielorrusia antes de que finalice 2025. Este movimiento, reportado por medios estatales rusos el 28 de mayo de 2025, marca una escalada significativa en la cooperación militar entre Moscú y Minsk. El anuncio se produjo durante una cumbre de seguridad en Moscú, donde se destacó la intención de fortalecer la alianza estratégica frente a la creciente presencia de la OTAN en Europa del Este. El despliegue responde a un acuerdo firmado el 6 de diciembre de 2024, que amplía las garantías de seguridad rusas a Bielorrusia, incluyendo la posibilidad de usar armas avanzadas para contrarrestar amenazas percibidas.
El misil Oreshnik, utilizado por primera vez en combate el 21 de noviembre de 2024 contra una instalación militar en Dnipro, Ucrania, es un arma hipersónica capaz de alcanzar velocidades superiores a Mach 10. Su diseño permite maniobrar a gran altitud, lo que dificulta su intercepción por sistemas de defensa aérea como el Patriot de fabricación estadounidense, desplegado en Polonia y Ucrania. El misil, basado en el RS-26 Rubezh, puede equiparse con múltiples ojivas, lo que amplifica su capacidad destructiva en ataques convencionales o nucleares. Su alcance estimado de 5,000 kilómetros pone a varias capitales europeas dentro de su radio de acción.
El 10 de diciembre de 2024, se reveló que Bielorrusia prepara alrededor de 30 sitios potenciales para los sistemas Oreshnik. Estos sitios, ubicados estratégicamente debido a la proximidad de Bielorrusia con países de la OTAN como Polonia, Lituania, Letonia y Estonia, permiten a Rusia proyectar poder más cerca de las fronteras de la alianza atlántica. Vehículos de lanzamiento fabricados en Bielorrusia, diseñados para misiles balísticos, serán utilizados para movilizar los sistemas Oreshnik. Además, el 26 de diciembre de 2024, se informó que al menos 10 sistemas de misiles están programados para su despliegue.
El 20 de febrero de 2025, Rusia y Bielorrusia anunciaron ejercicios militares conjuntos denominados Zapad 2025, que involucrarán a más de 13,000 tropas. Estos ejercicios, programados para septiembre de 2025, incluyen simulaciones de despliegue de armas avanzadas, lo que sugiere una posible integración operativa de los misiles Oreshnik. Este desarrollo refuerza la postura militar conjunta de ambos países en un contexto de crecientes tensiones con Occidente.
Datos clave sobre el despliegue de misiles Oreshnik
- El misil Oreshnik alcanza velocidades de hasta Mach 11 y un rango de 5,000 km.
- Bielorrusia identificó 30 ubicaciones potenciales para los sistemas de misiles en diciembre de 2024.
- El despliegue está programado para la segunda mitad de 2025, con al menos 10 sistemas confirmados.
- Los ejercicios Zapad 2025 incluirán simulaciones con armas avanzadas.
- El misil se usó por primera vez en Dnipro, Ucrania, el 21 de noviembre de 2024.
Contexto del despliegue y tensiones con la OTAN
El despliegue de los misiles Oreshnik en Bielorrusia se produce tras el uso inicial del misil en Ucrania, que marcó la primera aplicación en combate de un misil balístico de alcance intermedio con capacidades hipersónicas. El ataque en Dnipro ocurrió después de que Ucrania empleara misiles ATACMS y Storm Shadow de fabricación occidental contra objetivos en Rusia, lo que intensificó la guerra. Rusia justificó el uso del Oreshnik como una respuesta a estas acciones.
La decisión de estacionar estos misiles en Bielorrusia amplía la capacidad de Rusia para amenazar a los aliados de la OTAN en Europa del Este. Medios rusos afirmaron que un misil Oreshnik podría alcanzar una base aérea en Polonia en 11 minutos y la sede de la OTAN en Bruselas en 17 minutos, destacando su potencial para reducir los tiempos de reacción de las defensas occidentales. Sin embargo, los sistemas de Defensa, antimisiles de la OTAN, como el Aegis Ashore en Rumania y Polonia, están diseñados para contrarrestar amenazas balísticas, aunque su eficacia contra misiles hipersónicos sigue sin probarse en combate.
El 19 de diciembre de 2024, Rusia propuso un experimento para probar la capacidad del Oreshnik contra defensas aéreas occidentales, sugiriendo un ataque simulado en Kiev con notificación previa. Esta propuesta, aunque no ejecutada, reflejó la confianza de Rusia en las capacidades del misil y su intención de proyectar superioridad tecnológica. El 13 de diciembre de 2024, el Pentágono comparó el Oreshnik con el misil hipersónico estadounidense Dark Eagle, señalando que ambos representan avances significativos en la carrera armamentística hipersónica.
La producción del Oreshnik comenzó a finales de 2024, con Rusia anunciando planes para fabricarlos en serie a partir de 2025. A pesar de las afirmaciones de producción masiva, reportes occidentales sugieren que el misil sigue siendo un sistema experimental con limitaciones en su disponibilidad. Bielorrusia, por su parte, ha contribuido al desarrollo de lanzadores móviles, con pruebas de un chasis autopropulsado de 12×12 detectadas en Minsk el 22 de marzo de 2025.
Antecedentes estratégicos y regionales
La alianza entre Rusia y Bielorrusia se fortaleció con un pacto de Defensa, mutua firmado el 6 de diciembre de 2024, que incluye la extensión del paraguas nuclear ruso a Bielorrusia. Este acuerdo, seguido por el anuncio del despliegue de los misiles Oreshnik, refleja una estrategia para contrarrestar la expansión de la OTAN y el apoyo occidental a Ucrania. Bielorrusia ya alberga decenas de ojivas nucleares rusas, con despliegues confirmados el 10 de diciembre de 2024.
la guerra en Ucrania ha sido un catalizador para estas acciones. Desde noviembre de 2024, Rusia ha intensificado sus operaciones con armas avanzadas, incluyendo el Oreshnik, en respuesta al uso de misiles occidentales por parte de Ucrania. La proximidad de Bielorrusia a la frontera ucraniana permite a Rusia reducir los tiempos de vuelo de los misiles, aumentando la presión sobre las defensas ucranianas y de la OTAN.
El 17 de marzo de 2025, un análisis destacó que un ataque masivo con misiles Oreshnik convencionales podría dañar gravemente bases aéreas, centros de mando y control, y emplazamientos de misiles de la OTAN, incluso sin recurrir a ojivas nucleares. Esta capacidad refuerza el papel del misil como una herramienta de disuasión estratégica. Sin embargo, la dependencia de Rusia en Bielorrusia para el despliegue también plantea riesgos, ya que la infraestructura bielorrusa, incluidos los lanzadores, es vulnerable a la inteligencia y contramedidas de la OTAN.
El despliegue de los misiles Oreshnik en Bielorrusia en 2025 representa un paso audaz en la estrategia militar de Rusia, con implicaciones profundas para la seguridad regional. La combinación de velocidad, alcance y maniobrabilidad del misil, junto con su integración en la alianza Rusia-Bielorrusia, redefine las dinámicas de poder en Europa del Este, mientras la OTAN evalúa sus opciones de respuesta.