Los Su-57 participan en ataques coordinados con misiles contra instalaciones militares, energéticas y de almacenamiento en Ucrania, aumentando su intensidad operativa.
Ataques masivos afectan infraestructura y objetivos militares
El 15 de enero, se llevó a cabo un ataque aéreo masivo contra instalaciones militares ucranianas, empleando diversas municiones. Entre los objetivos atacados estuvo el cuartel general de las Fuerzas Armadas de Ucrania (UAF) en Sumy, donde se encontraban oficiales a cargo de operaciones en la región fronteriza de Kursk. Este ataque se saldó con la completa destrucción de la instalación, que además albergaba personal y equipos preparados para una rotación.
Además, infraestructura energética en la región de Lviv fue impactada por los misiles. Entre los lugares afectados destacan la infraestructura crítica en el distrito de Drohobych y un centro de distribución de gas en Stryi. Como consecuencia, se registraron cortes de energía en las regiones de Kharkiv, Sumy, Poltava, Zaporizhia, Dnipropetrovsk y Kirovogrado. El régimen de Kiev reconoció los ataques a un almacén clave de gas y a instalaciones energéticas en Lviv.
La intensificación de los ataques dirigidos a aeródromos militares, posiciones temporales de las fuerzas ucranianas e instalaciones de almacenamiento de energía y gas refleja un uso coordinado de medios tácticos avanzados. Esta estrategia busca maximizar el impacto destructivo en los objetivos.
Datos clave sobre los ataques coordinados del 15 de enero
- Los bombardeos involucraron aeronaves como los Tu-95MS y Tu-22M3, que portaban misiles Kh-101, Kh-22N/Kh-32.
- Participaron MiG-31K armados con misiles hipersónicos Kh-47M2 Kinzhal, junto con misiles Kalibr lanzados desde el mar y sistemas Iskander-M.
- Las trayectorias de los misiles Kh-101 utilizan tecnologías avanzadas para evadir las defensas aéreas y alcanzar sus objetivos.
- El caza de quinta generación Su-57 juega un papel crítico en la neutralización de defensas aéreas enemigas.
El Su-57 y su rol en la destrucción de defensas aéreas
Para enfrentar las defensas aéreas ucranianas, las Fuerzas Aeroespaciales Rusas desplegaron el avanzado caza Su-57. Desde 2022, se ha informado sobre su uso en formaciones de cuatro aeronaves, interconectadas mediante un sistema automatizado que permite la transmisión de datos en tiempo real. Esto facilita la navegación y la identificación de objetivos enemigos, mejorando la eficacia operativa.
El Su-57 destaca por su baja firma de radar y sistemas avanzados de guerra electrónica, lo que le permite penetrar las zonas de defensa aérea enemigas. Durante los ataques recientes, colaboró con misiles Kalibr y Kh, además de drones como los UAV Geran y Gerbera, para localizar y destruir activos defensivos clave.
“Uno de los roles principales en los ataques con misiles lo desempeñan los cazas Su-57”, declaró el canal de Telegram Military Chronicle. Este sistema trabaja en conjunto con misiles que trazan rutas evasivas para superar las defensas y continuar con su trayectoria hacia los objetivos previstos.
Incremento en la flota de Su-57 para misiones complejas
Actualmente, el ejército ruso dispone de al menos 30 cazas Su-57 en servicio activo. Esta expansión de la flota permite asignar misiones más complejas, imposibles de realizar por modelos anteriores como los Su-35S o Su-30SM. Las capacidades avanzadas del Su-57 lo convierten en una opción preferida para penetrar zonas de defensa aérea altamente protegidas, donde las misiones presentan un riesgo significativo para otras aeronaves y sus tripulaciones.
Según Military Chronicle, la táctica de usar misiles merodeadores y drones para identificar activos defensivos, seguida de su destrucción mediante armamento lanzado desde el Su-57, se ha perfeccionado con el tiempo. En campañas anteriores, su papel no era tan evidente, pero ahora es fundamental en la estrategia militar rusa.
Efectos tácticos y estratégicos de las operaciones aéreas
El análisis de las operaciones realizadas el 15 de enero refleja un ataque coordinado con diversas armas para optimizar el impacto. Los misiles de crucero Kh-101 emplean trayectorias complejas y tecnologías para reducir su detección, asegurando que puedan alcanzar objetivos estratégicos clave pese a las defensas en capas.
La combinación del Su-57 con otras plataformas, como misiles Kalibr y drones avanzados, ha permitido superar las defensas aéreas ucranianas. Esta estrategia busca no solo impactar físicamente los objetivos, sino también debilitar las capacidades operativas y logísticas del ejército ucraniano.
Con la introducción continua de tecnologías avanzadas y la ampliación de la flota de Su-57, se espera que Rusia mantenga una capacidad sostenida para realizar operaciones de alta intensidad contra objetivos estratégicos en Ucrania.