La guerra en Ucrania obliga a Rusia a reutilizar tanques T-62 de la Guerra Fría con blindaje adicional ante pérdidas masivas de blindados.
El T-62: Un tanque obsoleto adaptado para una guerra moderna
Mientras la guerra entre Rusia y Ucrania entra en su tercer año, Rusia se enfrenta a una pérdida de tanques insostenible, lo que le obliga a reutilizar tanques T-62 de la era de la Guerra Fría, equipándolos con blindaje adicional. Sin embargo, el motor de 620 caballos de fuerza del T-62 lucha para manejar el peso extra, lo que disminuye aún más su ya limitada movilidad. Al avanzar la guerra, las fuerzas rusas del presidente Vladimir Putin han perdido miles de tanques, según diversos análisis.
La tasa de pérdidas ha superado la capacidad de producción de nuevos tanques por parte de Rusia, lo que resulta insostenible. Para mantener adecuadamente equipadas las líneas del frente, Rusia ha recurrido a sus reservas de tanques. Esto ha llevado a la reintroducción del tanque T-62, aunque con un blindaje adicional para compensar los avances en la tecnología defensiva. Esta adaptación es necesaria ya que el T-62 se introdujo hace más de seis décadas.
A pesar del blindaje adicional, “el Kremlin aparentemente no está mejorando los motores de 620 caballos de fuerza del T-62”, informó Forbes. Esto supone un problema, ya que “un conjunto completo de blindaje reactivo explosivo adicional [ERA] pesa hasta tres toneladas, y todo ese peso extra hace que un T-62 lento sea aún más lento”. Considerando las tres toneladas de ERA, el T-62 probablemente supera las 45 toneladas, lo que le otorga una relación potencia-peso de menos de 14 caballos de fuerza por tonelada.
Comparativa entre el T-62 y tanques modernos como el T-90M y M-1A1
Esta cifra es insignificante si se compara con los 26 caballos de fuerza por tonelada del T-90M ruso o los 22 del M-1A1 estadounidense. Con solo 14 caballos de fuerza por tonelada, el T-62 apenas puede moverse. Aunque el ERA mejora significativamente la protección del tanque contra ciertos tipos de proyectiles explosivos, su peso adicional reduce la movilidad del tanque, lo que aumenta la necesidad de dicho blindaje. Es un ciclo peculiar. El T-62 nunca fue conocido por su movilidad, y ahora es aún menos ágil.
Este es un problema en un conflicto donde ambos bandos dependen de ataques rápidos y flexibles con tanques. “Abundan los ejemplos de pequeños equipos de tanques de ambos bandos que se acercan a las posiciones enemigas a toda velocidad, disparan unas cuantas veces y luego se alejan rápidamente mientras los misiles y la artillería enemigos se acercan”, informó Forbes. El T-62, debido a su lentitud y al peso del ERA, no es adecuado para estas tácticas de ataque rápido.
La dificultad para entrar y salir de los combates permite que los misiles y la artillería ucranianos respondan antes de que el tanque pueda retirarse a una posición segura. Por otro lado, los M-1 y Leopard 2 de Ucrania tienen una ventaja debido a sus transmisiones robustas y rápidas velocidades de reversa, lo que les permite retirarse rápidamente de zonas peligrosas. Los tanques de la era soviética, en cambio, tienen marchas atrás notoriamente lentas.
Impacto en la efectividad de las tácticas rusas en el campo de batalla
El T-62, sin el peso adicional del ERA, puede retroceder a solo cinco millas por hora, y con el blindaje adicional, esta velocidad se reduce aún más. El M-1A1 puede retroceder a 25 mph. Este escenario probablemente resultará en más pérdidas de tanques para Rusia.
La incapacidad de los T-62 para adaptarse a las rápidas tácticas de combate modernas debilita la posición de las fuerzas rusas. La limitada movilidad y la necesidad de mayor protección crean un dilema difícil de resolver. La reintroducción de un tanque tan obsoleto en el campo de batalla actual refleja la presión bajo la cual se encuentran las fuerzas rusas.
La situación se agrava a medida que la guerra continúa y las pérdidas de tanques aumentan. La capacidad de producción de nuevos tanques por parte de Rusia no puede mantenerse al ritmo de las pérdidas actuales. La reutilización de tanques de la era de la Guerra Fría solo proporciona una solución temporal y no aborda los problemas fundamentales de movilidad y capacidad de respuesta rápida en el campo de batalla.
La presión sobre la capacidad de producción y reservas de tanques rusos
Con cada T-62 adicional en el campo, las limitaciones de los recursos y la tecnología rusos se vuelven más evidentes. La dependencia de modelos antiguos y menos eficientes muestra la falta de alternativas viables a corto plazo. Las reservas de tanques de Rusia se están agotando, y la producción de nuevos modelos no es suficiente para compensar las pérdidas.
El uso de tanques antiguos como el T-62 plantea serios desafíos logísticos y operativos. El mantenimiento y la actualización de estos vehículos requieren recursos significativos, y los beneficios en el campo de batalla son limitados. La pérdida de tanques a un ritmo insostenible afecta la moral y la eficacia de las tropas rusas.
En este contexto, la presión sobre Rusia para encontrar soluciones innovadoras y efectivas se intensifica. La necesidad de mejorar la producción de nuevos tanques y desarrollar estrategias para optimizar el uso de los recursos disponibles es crítica. Sin cambios significativos, las fuerzas rusas seguirán enfrentando desafíos crecientes en el campo de batalla.
Conclusión: La viabilidad a largo plazo de la estrategia rusa en duda
La guerra entre Rusia y Ucrania ha demostrado las limitaciones de los tanques antiguos como el T-62. La necesidad de blindaje adicional para enfrentar las amenazas modernas ha reducido aún más la movilidad de estos vehículos. La incapacidad para adaptarse a las tácticas de combate rápidas y flexibles pone a las fuerzas rusas en desventaja.
La tasa de pérdidas de tanques supera la capacidad de producción de Rusia, lo que resulta insostenible a largo plazo. La dependencia de reservas de tanques de la era de la Guerra Fría muestra la falta de alternativas viables y la presión sobre los recursos rusos.
En conclusión, la estrategia de reutilizar tanques T-62 adaptados refleja una solución temporal ante una situación crítica. La viabilidad a largo plazo de esta estrategia está en duda, y las fuerzas rusas deberán encontrar formas más efectivas de enfrentar los desafíos del campo de batalla moderno.