Dos bombarderos rusos Tu-95MS escoltados por cazas MiG-31 y Su-33 realizaron una patrulla estratégica en aguas neutrales del Ártico, aumentando tensiones con la OTAN.
Bombarderos Tu-95MS vuelan en misión estratégica sobre el Ártico
Dos portamisiles estratégicos rusos Tu-95MS, conocidos por su nombre en clave de la OTAN «Bear», realizaron un vuelo demostrativo sobre los mares de Barents y de Noruega. Esta operación recordó las tensiones de la Guerra Fría, destacando la capacidad de Rusia para proyectar poder aéreo más allá de sus fronteras.
La misión fue escoltada por interceptores MiG-31 y cazas Su-33, lo que evidencia una demostración de fuerza militar. Según el Ministerio de Defensa ruso, la patrulla tuvo una duración superior a cuatro horas. Durante el vuelo, los bombarderos fueron «acompañados» por aeronaves extranjeras, posiblemente cazas F-35 noruegos o Typhoon británicos, habituales en las interceptaciones de aviones rusos en la región.
Estas patrullas de largo alcance no son algo nuevo, ya que Rusia envía regularmente los Tu-95MS para reforzar su capacidad de disuasión nuclear en zonas estratégicas como el Atlántico Norte. Sin embargo, esta misión se produjo en un contexto de tensión creciente entre Moscú y la OTAN, especialmente tras la invasión rusa de Ucrania.
Escolta de los Su-33 sugiere cambios en las operaciones rusas
El despliegue de cazas Su-33 en esta misión ha llamado la atención, ya que normalmente no se utilizan para escoltar bombarderos estratégicos. generalmente, estas operaciones las realizan aviones con mayor alcance y capacidades superiores como los Su-35S o Su-30SM.
Los Su-33, diseñados para operar desde portaaviones, tienen limitaciones en misiones terrestres debido a su aviónica anticuada. Su uso en esta misión podría ser una señal de que la Armada rusa busca ampliar las funciones operativas de estos cazas, especialmente ahora que el portaaviones Almirante Kuznetsov está en reparación.
Detalles clave sobre la misión de los bombarderos Tu-95MS
- Los bombarderos Tu-95MS sobrevolaron los mares de Barents y Noruega.
- Fueron escoltados por MiG-31 y cazas Su-33 embarcados.
- El vuelo duró más de cuatro horas y atrajo la atención de cazas extranjeros.
- Se realizó en un contexto de alta tensión entre Rusia y la OTAN.
- El uso de los Su-33 podría indicar cambios en las tácticas de la Armada rusa.
Otra posible explicación para la presencia del Su-33 es que se tratara de un ejercicio de entrenamiento conjunto entre las Fuerzas Aeroespaciales y la Armada. Este tipo de coordinación es crucial en un momento en el que Rusia refuerza su presencia militar en el Ártico.
Alternativamente, el uso del Su-33 podría deberse a razones logísticas. Es posible que este caza haya sido el más disponible en la región si otras aeronaves estaban asignadas a operaciones diferentes.
Historia y capacidades del caza embarcado Su-33
El Su-33 es un caza de superioridad aérea diseñado para operaciones en portaaviones. Desarrollado por la oficina Sukhoi, es una variante naval del Su-27, con modificaciones estructurales para soportar las exigencias de los aterrizajes en portaaviones.
Entre las mejoras se incluyen alas plegables, estabilizadores más grandes, canards para mayor maniobrabilidad y un tren de aterrizaje reforzado. El primer vuelo del Su-33 se llevó a cabo en 1987, entrando en servicio oficialmente en 1998.
Este avión está equipado con dos motores AL-31F, lo que le permite alcanzar una velocidad máxima de 2.300 km/h en altitud. Puede maniobrar con fuerzas de hasta +9 g y está diseñado para operar en todo tipo de clima.
Modernizaciones y operaciones recientes del Su-33
A pesar de sus capacidades, el Su-33 ha sufrido limitaciones debido a restricciones presupuestarias que impidieron una modernización completa. Sin embargo, en 2016 recibió el sistema SVP-24, mejorando su capacidad de ataque con bombas no guiadas.
La flota actual de Su-33 es pequeña, con solo 24 unidades operativas. Estos aviones participaron en operaciones sobre Siria en 2016, demostrando su capacidad para misiones de defensa de flotas y ataques de largo alcance.
La posibilidad de que el Su-33 siga siendo utilizado en nuevas funciones podría reflejar una estrategia de la Armada rusa para mantener la preparación operativa de sus pilotos y ampliar su flexibilidad táctica en escenarios internacionales.