Rusia ha culminado con éxito el desarrollo de su avanzado sistema de artillería antiaérea, el Derivatsiya-PVO, calibrado en 57 mm. Destinado primordialmente para la contrarrestación efectiva de drones y otros objetivos aéreos, este sistema fue presentado el 8 de abril de 2024.
La revelación provino de Behan Ozdoev, director industrial en Rostec, una corporación estatal de tecnología, conforme a lo reportado por el servicio de noticias TASS. Ozdoev detalló: “El pasado año se caracterizó por la introducción de múltiples sistemas pioneros, siendo el Derivatsiya-PVO de 57 mm el más destacado entre ellos”.
Este sistema se ha diseñado para reemplazar a los sistemas de defensa aérea existentes, como el Shilka y el Tunguska, ofreciendo así un robusto apoyo a las unidades de defensa aérea táctica de las fuerzas terrestres rusas.
Rostec se esfuerza en facilitar y asegurar la rápida integración de este novedoso sistema en el teatro de operaciones de las misiones militares especiales rusas, término empleado para aludir a las acciones militares rusas en territorio ucraniano.
Derivatsiya-PVO: Vanguardia en defensa aérea táctica
Behan Ozdoev adelantó que el arsenal del Derivatsiya-PVO incluiría proyectiles de fragmentación de 57 mm con capacidad de detonación ajustable, ideales para enfrentar drones ofensivos, especialmente en la zona de operaciones militares especiales.
Este avanzado sistema incorpora un vehículo de combate dotado de tecnología pasiva para el reconocimiento y localización de blancos aéreos, además de un sistema optoelectrónico de detección y seguimiento que facilita un monitoreo exhaustivo [360 grados] o focalizado del entorno.
El equipamiento bélico se completa con una ametralladora PKTM de 7,62 mm y un módulo de combate a distancia que aloja un cañón automático 2A90 de 57 mm. Este potente cañón es capaz de neutralizar amenazas aéreas hasta 6 km de distancia y a una altitud de hasta 4,5 km, disparando hasta 120 proyectiles por minuto.
La capacidad de este sistema para dirigirse a objetivos que se desplazan a velocidades de hasta 500 metros por segundo resalta su adaptabilidad y precisión en el campo de batalla.
El sistema se complementa con el Kompleks 9T260, un cargador de transporte diseñado específicamente para el frente de batalla. Equipado con un blindaje reforzado en cabina, carrocería y tanque de combustible, este vehículo está preparado para soportar impactos de bala y esquirlas con notable eficacia, demostrando su indispensable papel en el complejo de artillería antiaérea Derivatsiya-PVO.
Fortaleza móvil: Kompleks 9T260 y su papel en la artillería antiaérea
En 2021, autoridades militares rusas, referenciando un boletín de Uralvagonzavod, destacaron que “El 9T260 opera sobre el chasis reforzado de un camión Ural, complementado con una cabina y carrocería blindadas, además de tanques de combustible protegidos.
Esta configuración le permite soportar impactos de munición de calibres 5,45-7,62 mm y fragmentos de proyectiles, confrontando así algunas de las amenazas más letales en el frente”. La operación del vehículo está asignada a una tripulación de dos, la cual, con la preparación adecuada, puede completar la carga de los compartimentos de munición en unos 20 minutos.
La incorporación de sistemas mecanizados para el traslado de munición del vehículo de carga al de combate optimiza el ciclo de recarga, incrementando la eficacia y supervivencia de la unidad. Este sistema admite, además, la carga concurrente desde dos unidades de transporte-carga, si se requiere.
Reevaluación estratégica ante cambios geopolíticos inesperados
Los imprevistos en los escenarios geopolíticos, especialmente la guerra en Ucrania, han obligado a posponer los planes de Rusia para la implementación total del sistema Derivatsiya-PVO. BulgarianMilitary.com informó en septiembre de 2020 que el objetivo de Moscú de potenciar las capacidades defensivas del ejército con este sistema en 2022 se vio afectado por estos cambios inesperados.
El año 2022 se señaló como crucial por Alexander Potapov, director general de Uralvagonzavod, el 9 de septiembre de 2020, cuando anunció la finalización de las pruebas iniciales de la Derivatsiya-PVO y la preparación de un lote piloto para su implementación.
Resulta interesante que, en 2020, surgieran especulaciones sobre que el Derivatsiya-PVO podría ser un dron de combate terrestre.
Diseñado para incorporar un cañón balístico de 57 mm, se destacaba por su precisión incrementada y un sistema de control de fuego avanzado. Este sistema estaba pensado para integrar la información de tiro procedente tanto de drones como de aeronaves, montado sobre el chasis de un BMP-3, representando una innovación en la coordinación y eficacia en el campo de batalla.