El 17 de septiembre, el Ministerio de Defensa de Rusia informó que el ejército ruso ha comenzado maniobras de patrulla de combate con los lanzadores autónomos de los complejos estratégicos RS-24 Yars. Estas operaciones están siendo llevadas a cabo por la división Teikovsky de las Fuerzas de Misiles de Rusia en la región de Ivanovo, a unos 249 kilómetros de Moscú.
Según el comunicado oficial, las tripulaciones de los sistemas móviles de misiles terrestres RS-24 Yars están ejecutando diversas tareas, como realizar marchas de 100 kilómetros, dispersar unidades, cambiar de posiciones, instalar equipos de ingeniería, camuflarse y mantener la guardia de combate.
Además, están entrenando en contramedidas para enfrentar posibles grupos de sabotaje e inteligencia. El ministerio también destacó que estos ejercicios incluyen maniobras intensas a lo largo de las rutas de patrulla de combate.
Las patrullas de combate con los sistemas RS-24 Yars son fundamentales para las Fuerzas de Misiles Estratégicos de Rusia (RVSN). Estas operaciones implican el despliegue de lanzadores de misiles balísticos intercontinentales (ICBM), con el objetivo de mantener un alto estado de preparación para el combate en todo momento.
El RS-24 Yars se destaca por su capacidad MIRV, que le permite atacar múltiples objetivos de forma independiente, consolidándose como un pilar de la disuasión nuclear rusa.
Mediante la reubicación constante de estos lanzadores móviles, las RVSN garantizan su capacidad de mantenerse fuera del radar, reduciendo la posibilidad de ser alcanzados por ataques preventivos y asegurando una respuesta eficaz en caso de conflicto nuclear. El propósito principal de estas patrullas es asegurar la supervivencia y flexibilidad estratégica, manteniendo la credibilidad de la disuasión nuclear de Rusia.
Además de fortalecer la capacidad de segundo ataque, estas patrullas periódicas sirven como entrenamientos que ponen a prueba tanto al personal como a los sistemas en escenarios operativos reales. Así, las maniobras refuerzan la tríada nuclear rusa, asegurando una disuasión creíble y operativa.
EE. UU. alerta sobre la amenaza del sistema ruso de misiles balísticos RS-24 Yars
Expertos militares estadounidenses han expresado preocupación por el sistema de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) ruso RS-24 Yars, destacando su movilidad y eficacia potencial. Kris Osborn, especialista en defensa, advierte que la capacidad de movimiento de los lanzadores Yars dificulta su detección, lo que representa un desafío considerable para las estrategias de defensa antimisiles de Estados Unidos.
Este problema se ve agravado por los vehículos de reentrada con objetivos independientes múltiples (MIRV) del sistema Yars, que permiten a un solo misil alcanzar varios blancos simultáneamente. Además, la durabilidad y la capacidad de actualización de los misiles Yars son otras de las preocupaciones clave para EE. UU., que evalúa el futuro de su propio arsenal de ICBM.
Estas inquietudes fueron inicialmente abordadas en 2021 durante un análisis sobre la disuasión de misiles en The National Interest. En una evaluación más reciente, el general Gregory Guillot, jefe del Comando Norte de Estados Unidos (NORTHCOM), destacó la modernización continua de las fuerzas nucleares de Rusia, con énfasis en los misiles Yars, de cara a 2024.
Guillot subrayó que el RS-24 Yars, junto con otras armas avanzadas rusas, está diseñado para superar las defensas antimisiles estadounidenses y garantizar la capacidad de represalia de Rusia tras un ataque inicial. Estos sistemas proporcionan una flexibilidad operativa considerable en diversos entornos de lanzamiento, lo que Estados Unidos ve como un riesgo significativo para su estrategia de disuasión nuclear.
El RS-24 Yars: clave en la disuasión nuclear de Rusia
El RS-24 Yars es un avanzado sistema de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) desarrollado por Rusia para reforzar su arsenal nuclear estratégico. Este misil de tres etapas, impulsado por combustible sólido, mide aproximadamente 22,5 metros de largo, tiene un diámetro de 2 metros y pesa 49 toneladas en el momento del lanzamiento.
Con un alcance de entre 10.000 y 12.000 kilómetros, el Yars puede atacar objetivos en cualquier continente. Una de sus características más notables es su capacidad para transportar hasta cuatro ojivas nucleares gracias a su tecnología de múltiples vehículos de reentrada con objetivos independientes (MIRV), lo que le permite golpear diferentes blancos con un solo lanzamiento.
El RS-24 Yars puede instalarse tanto en silos fijos como en plataformas móviles, lo que aumenta su versatilidad y capacidad de supervivencia. La versión móvil es especialmente difícil de localizar, ya que puede desplazarse continuamente y ocultarse en el extenso territorio ruso, lo que complica cualquier intento de ataque preventivo.
Además, la maniobrabilidad del Yars durante su vuelo y en la fase de reentrada lo convierte en una amenaza efectiva contra los sistemas de defensa antimisiles. Su diseño también prevé actualizaciones futuras, lo que asegura que este sistema estará operativo durante muchos años.
Gracias a su propulsión de combustible sólido y avanzados sistemas de guía, el RS-24 Yars ofrece una alta precisión, consolidándose como un pilar de la disuasión nuclear de Rusia. Asimismo, su diseño permite modernizaciones tanto en sus ojivas como en las contramedidas, garantizando su relevancia frente a la evolución de las tecnologías defensivas globales.