Una patente rusa define un esquema de pintura que distorsiona la silueta del Su-75 Checkmate y complementa su diseño furtivo y modular.
Evolución del programa Su-75 Checkmate desde MAKS 2021 hasta 2027 previsto
El desarrollo del Su-75 Checkmate empezó en la década de 2010, cuando Sukhoi evaluó un caza ligero que complementara a modelos más pesados. Rostec presentó el proyecto en el salón MAKS de 2021, cerca de Moscú, con una maqueta a escala real. El diseño, con motor único, deriva del Su-57 y busca capacidades tácticas de quinta generación en un formato compacto. La Corporación Unida de Aeronaves conduce su desarrollo industrial.
En julio de 2021, durante MAKS, se reveló el prototipo con materiales compuestos y una configuración de firma radar reducida. La Corporación Unida de Aeronaves registró el diseño industrial del avión en agosto de 2022, tras una solicitud presentada un año antes. La exhibición inicial reforzó la idea de un caza táctico ligero orientado a exportación y a las Fuerzas Aeroespaciales Rusas. El concepto prioriza costos operativos inferiores a los de cazas bimotor.
En noviembre de 2021, Rostec divulgó una variante no tripulada del Checkmate en un evento de Kommersant y mencionó una arquitectura abierta para integraciones futuras. El primer vuelo del prototipo se fijó para 2023, pero fuentes de la industria y anuncios de Rostec en Dubái en noviembre de 2021 señalaron ajustes que lo mueven a 2024 o 2025. El programa mantiene foco exportador. También busca complementar a los cazas más pesados en servicio.
Rostec informó en enero de 2024 sobre cambios técnicos para optimizar costos, con refinamientos aerodinámicos e integración de sistemas sin alterar las capacidades base. El Su-75 usa control de vuelo digital para maniobras a altos ángulos de ataque y declara un techo operativo de 18.000 metros. Pruebas de laboratorio validaron estabilidad supersónica y un radio de combate de 1.400 kilómetros. Las entregas se proyectan para 2027, sujeto a vuelos de prueba.
Especificaciones y sistemas divulgados del Su-75 Checkmate
- Longitud de 17,5 metros y envergadura de 11,8 metros, con una clasificación de caza compacto.
- Peso máximo al despegue de 18 toneladas y carga útil de hasta 7.400 kilogramos.
- Bodega interna para hasta cinco misiles aire-aire o combinaciones con bombas guiadas.
- Admisión de aire sin divisor supersónico y cola en V para menor firma radar y mejor maniobrabilidad.
- Sensores con alta inmunidad al ruido y detección aire-aire de hasta 300 kilómetros, con radar AESA y sistemas óptico-electrónicos.
Diseño furtivo, sensores y armamento del Su-75 en rol multimisiones
Con 17,5 metros de longitud y 11,8 metros de envergadura, el Su-75 se ubica en la categoría de caza compacto. El peso máximo al despegue llega a 18 toneladas y la carga útil alcanza 7.400 kilogramos, lo que permite configuraciones para superioridad aérea, ataque a tierra y reconocimiento electrónico. Sukhoi concibió el avión como alternativa de menor costo frente a cazas bimotor, con empleo previsto por exportadores y por Rusia.
El armamento principal se aloja en un compartimento interno que admite hasta cinco misiles aire-aire o mezclas con bombas guiadas. Para cargas adicionales, el diseño incluye puntos externos bajo las alas. Rostec citó misiles R-77 para combates más allá del horizonte visual, bombas KAB-500 guiadas por láser y contenedores de guerra electrónica. Estas opciones respaldan tareas de ataque y defensa en escenarios con amenazas variadas. El avión conserva espacio interno para mantener baja observabilidad.
El Su-75 incorpora una admisión de aire sin divisor supersónico, con aporte a la reducción de la firma radar. La cola en forma de V eleva la maniobrabilidad en conjunto con el control digital de vuelo. El equipo de a bordo se describe como de quinta generación e integra sensores con alta inmunidad al ruido. En modo aire-aire, la detección llega a 300 kilómetros, con radar de matriz activa de fase y sistemas óptico-electrónicos.
El contexto operativo prevé enlaces seguros de datos para intercambio en tiempo real con otros cazas. En la versión no tripulada, presentada en 2021, el Checkmate actúa como acompañante de un Su-57 tripulado y asume tareas de alto riesgo sin exponer pilotos. Rostec destacó una arquitectura abierta que facilita integraciones futuras, con posibilidad de operación autónoma o en coordinación tipo enjambre. Esta lógica apoya misiones multirrol en ambientes complejos con énfasis en costos operativos bajos.
Motor, prestaciones y opciones de tripulación para el Su-75 Checkmate
Para la propulsión, el Su-75 usa al inicio el motor AL-41F1, común en el Su-57, con 14.500 kilogramos-fuerza de empuje en postcombustión. El diseño prevé una transición al motor Izdeliye 30, con 16.500 kilogramos-fuerza y mejoras en eficiencia de combustible. Rostec vinculó esta evolución a la meta de sostener prestaciones de quinta generación en un avión de motor único. Con esa base, declara Mach 1,8 a 2,0 en altitud como velocidad máxima.
La aeronave plantea crucero supersónico sin postcombustión y un rango de vuelo de 2.800 kilómetros sin tanques externos. La sobrecarga máxima en maniobras sostenidas llega a 8 g. El techo operativo se fija en 18.000 metros. En misiones típicas, se informó un radio de combate de 1.400 kilómetros. Estos valores acompañan la idea de un caza compacto que mantenga alcance y energía suficientes para tareas de ataque y defensa en red.
La configuración de tripulación admite varias opciones. La variante estándar incluye un piloto, y se contempla una versión para dos en misiones de entrenamiento. También existe un modo no tripulado, con operación autónoma o en coordinación tipo enjambre con otros cazas. Esta flexibilidad se alinea con la presentación de 2021 y con el objetivo de ejecutar misiones de alto riesgo sin presencia humana a bordo, según Rostec. El diseño sostiene una arquitectura abierta para cambios futuros.
En noviembre de 2023, la Corporación Unida de Aeronaves registró una modificación modular que permite reemplazar la cabina para adaptar el avión a roles específicos, con la patente RU 2807558. La idea reduce costos de mantenimiento mediante reutilización de componentes y facilita una transición entre configuraciones tripuladas y no tripuladas. Esta línea de patentes se suma al registro del diseño industrial de 2022 y apoya la evolución del Checkmate hacia variantes futuras.
Camuflaje disruptivo patentado y proyección internacional del Checkmate
La Corporación Unida de Aeronaves obtuvo en enero de 2024 una patente para una “coloración distorsionadora de información” aplicada al Su-75 Checkmate. El esquema coloca manchas de color en zonas específicas y usa brillo variable para alterar la silueta percibida. En observaciones breves, el contorno real puede parecer el de una aeronave distinta o de menor tamaño. Rostec, responsable de la supervisión, integró esta propuesta en la narrativa del proyecto.
Informes citados por TASS atribuyen al patrón la capacidad de dificultar la identificación del tipo de avión y la anticipación de maniobras, al reducir la atención sobre el contorno. Además, el esquema mejora el camuflaje frente a fondos terrestres variados y cielos nublados, ya que emplea tonos con valores cromáticos próximos al entorno. La patente señala efectos ópticos que complican la discriminación de la forma frente a nubes o terreno, desde arriba o desde abajo.
El camuflaje se aplica con capas de pintura especializadas, sin datos públicos sobre composición química o espesor. Los documentos destacan compatibilidad con la superficie y con los requisitos de baja observabilidad. La UAC afirma que la identificación visual puede persistir aunque exista reducción de firmas radar e infrarrojas, y por eso propone este recurso óptico. Pruebas conceptuales indicaron eficacia diurna y con visibilidad parcial, sin resultados cuantitativos. El desarrollo se relaciona con patrones pixelados del Su-57.
Rostec mostró maquetas con este esquema en presentaciones de 2023 y en salones internacionales, incluido Dubái en 2025, donde las manchas irregulares dificultan la estimación de escala y forma a distancias medias. El Su-75 apareció también en Zhuhai y París, con reportes de consultas en Asia y Oriente Medio. Fuentes de la industria citaron un costo estimado cercano a $30 millones, sin confirmación oficial. La patente protege su extensión a variantes futuras.