Las fuerzas de Rusia enfrentan un revés táctico en su intento de capturar Avdiivka, con una pérdida del 10% de sus tanques desplegados.
Estrategia y consecuencias del asedio de Avdiivka por las fuerzas rusas
El viernes y el sábado, el avance de las tropas de Rusia hacia la arteria principal que abastece la guarnición de Ucrania en Avdiivka, situada al noroeste de Donetsk, demuestra una escalada significativa en el conflicto del este de Ucrania. La proximidad de la infantería rusa a la calle Hrushevsky, a unos meros cientos de metros, subraya la intensidad del asedio.
Tras cuatro meses de asaltos por parte de dos ejércitos de campaña rusos, la eventual caída de Avdiivka parece inevitable, destacando la estratégica pero precaria posición de la ciudad frente a las fuerzas ocupantes. La existencia de otra ruta de acceso por el sur, también bajo amenaza de bombardeo ruso, complica aún más la sostenibilidad de la defensa ucraniana en la región.
La posible retirada de la 110ª Brigada Mecanizada ucraniana del centro de Avdiivka marcaría el primer control significativo de Rusia sobre un asentamiento ucraniano en casi un año, evidenciando un cambio crítico en el dinamismo del conflicto. Sin embargo, este evento no necesariamente constituye un desastre irreparable para Ucrania, sino más bien una lección estratégica sobre la excesiva dependencia de la asistencia militar extranjera, particularmente de Estados Unidos.
Análisis del apoyo exterior y de las estrategias de defensa en Avdiivka
La resistencia prolongada de Avdiivka se atribuyó en gran medida al apoyo de Estados Unidos, esencial para el suministro de armas y municiones. No obstante, el cambio político en la Cámara de Representantes de Estados Unidos y el consecuente fin del apoyo militar señalan un punto de inflexión en las capacidades defensivas de Avdiivka.
Antes de la escalada del conflicto en febrero de 2022, Avdiivka era un núcleo poblacional e industrial con 30,000 habitantes, cuya transformación post-conflicto en un bastión defensivo subraya la gravedad de la situación humanitaria y militar. La 110ª Brigada Mecanizada, a pesar de estar considerablemente superada en número, logró mantener su posición y causar bajas significativas a las fuerzas rusas, resaltando la eficacia de las tácticas defensivas ucranianas.
La recomendación del corresponsal ucraniano Yuriy Butusov sobre reforzar los flancos de Avdiivka, y el subsecuente éxito en convertir las áreas circundantes en un campo de tiro efectivo contra las fuerzas rusas, demuestra la importancia de la estrategia y la adaptabilidad en el teatro de operaciones militares. La participación de brigadas mecanizadas adicionales, equipadas con tanques y vehículos de combate M-2 de fabricación estadounidense, refleja una coordinación y ejecución táctica destacada.
A pesar de las pérdidas iniciales, la situación en Avdiivka hacia finales de 2023 indica un desgaste continuo de las fuerzas rusas, exacerbado por decisiones tácticas que priorizaron la infantería sobre el apoyo vehicular. Esta evolución del conflicto subraya las complejidades de la guerra moderna, donde la logística, el apoyo internacional, y la estrategia terrestre juegan roles cruciales en determinar el curso de los enfrentamientos.
El alto coste de la conquista de Avdiivka y el papel de la ayuda internacional
La captura de Avdiivka por parte de Rusia, aunque inminente a mediados de febrero, representa un coste desproporcionado para las fuerzas invasoras, tanto en términos de vidas humanas como de material bélico. Se estima que la ofensiva rusa podría resultar en la pérdida de casi 700 vehículos y decenas de miles de efectivos, lo que equivale a la aniquilación de un ejército de campaña completo.
El Kremlin, en su búsqueda de una victoria simbólica, parece dispuesto a sacrificar una cantidad considerable de sus fuerzas, reflejando una disposición a sostener altas bajas con tal de proclamar un triunfo en su prolongado conflicto contra Ucrania. Esta disposición se ve reflejada y apoyada por la población rusa, que en su mayoría respalda la guerra, permitiendo así que el Kremlin prosiga con su estrategia de desgaste.
La situación en Avdiivka, lejos de ser una consecuencia inevitable, fue influenciada significativamente por decisiones políticas en Estados Unidos. La negativa de los legisladores republicanos a aprobar nuevos paquetes de ayuda a Ucrania coincidió con el incremento de las hostilidades rusas en la región, limitando severamente la capacidad de la 110ª Brigada Mecanizada ucraniana de sostener sus posiciones defensivas.
Consecuencias de la disminución del apoyo militar exterio
La merma del apoyo estadounidense, especialmente en términos de munición de artillería y vehículos blindados modernos, como los destacados M-2, ha tenido un impacto crítico en la eficacia de la artillería ucraniana. La capacidad de respuesta de Ucrania se ha visto reducida drásticamente, pasando de igualar a superar la potencia de fuego rusa a disponer de solo una fracción de los recursos necesarios para una defensa efectiva.
Las reservas de munición, descritas como “extremadamente escasas” por el analista Yuriy Butusov, subrayan la gravedad de la situación. Los intentos de compensar esta deficiencia con drones cargados de explosivos han demostrado ser insuficientes frente a la necesidad de proyectiles de artillería de mayor alcance y potencia.
La estrategia de retirada, en ciertos contextos tácticos, puede servir como un medio efectivo para preservar fuerzas y debilitar a un adversario más grande y políticamente motivado para mantener una ofensiva constante. La retirada de las fuerzas de las Naciones Unidas del Embalse de Chosin en Corea es un precedente histórico que resalta la viabilidad de tal enfoque.
El análisis de Mykola Bielieskov, quien abogó por una defensa móvil y activa, resalta la potencialidad de una estrategia que permita a Ucrania continuar infligiendo bajas significativas a las fuerzas rusas. Sin embargo, la efectividad de esta estrategia depende críticamente del flujo constante de apoyo internacional, particularmente en términos de suministros militares.
La continuidad de la campaña defensiva de Ucrania a lo largo del extenso frente de la guerra depende en gran medida de la voluntad política y el apoyo internacional. La reducción del apoyo estadounidense plantea un desafío significativo, pero también una oportunidad para que los aliados europeos de Ucrania intensifiquen su apoyo y contribuyan a una estrategia defensiva sostenible y efectiva.