La compra de misiles por parte de Rusia preocupa a Estados Unidos en medio de debates sobre la ayuda militar a Ucrania.
Funcionarios estadounidenses han revelado que Rusia está en proceso de planificar la compra de misiles balísticos de corto alcance a Irán, una medida que aumentaría significativamente la capacidad de Moscú para apuntar a la infraestructura de Ucrania en un momento crítico del conflicto.
Estos planes han generado una profunda preocupación en la administración Biden, especialmente en un momento en que el apoyo en el Congreso de Estados Unidos a la continuación de la ayuda militar a Ucrania está disminuyendo. Hasta el momento, los legisladores no han aprobado un proyecto de ley que proporcione financiación adicional a Ucrania.
Uno de los funcionarios estadounidenses declaró: “A Estados Unidos le preocupa que las negociaciones rusas para adquirir misiles balísticos de corto alcance de Irán estén avanzando activamente. Evaluamos que Rusia tiene la intención de comprar sistemas de misiles a Irán”.
Aunque la entrega de los misiles iraníes podría tener lugar en la primavera si la compra continúa, los funcionarios estadounidenses aún no creen que el acuerdo se haya finalizado.
Estos misiles iraníes se sumarían a las adquisiciones recientes realizadas por Rusia, que ya ha comenzado a recibir lanzadores de misiles balísticos y varias docenas de misiles balísticos provenientes de Corea del Norte, según han informado los funcionarios.
Rusia avanza en la adquisición de misiles iraníes

Funcionarios estadounidenses han señalado que la intención de Rusia de comprar misiles iraníes se hizo evidente a mediados de diciembre cuando una delegación rusa visitó un área de entrenamiento iraní. Allí, observaron misiles balísticos y equipos presentados por la Fuerza Aeroespacial del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, incluyendo el misil Ababil de corto alcance.
Esta visita, que hasta ahora no se había revelado, representa un paso más hacia la adquisición de misiles iraníes por parte de Rusia. Previamente, en septiembre, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, visitó el cuartel general de la Fuerza Aeroespacial del CGRI en Teherán, donde también observó el misil Ababil y otros sistemas de misiles.
Además, Shoigu se reunió con el general de división Mohammad Bagheri, jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas iraníes, y destacó que las relaciones ruso-iraníes estaban alcanzando un nuevo nivel.
Mientras Rusia busca fortalecer su arsenal en medio del conflicto con Ucrania y las sanciones internacionales, también ha recurrido a Corea del Norte para colaborar en la producción de armamento. En septiembre, el presidente ruso, Vladimir Putin, y el líder norcoreano, Kim Jong Un, celebraron una cumbre, comprometiéndose a una mayor cooperación en asuntos económicos y de seguridad.
Rusia recibe misiles balísticos de Corea del Norte e Irán

En un giro significativo, Corea del Norte ha comenzado a enviar una variedad de armamento a Rusia en las últimas semanas, incluyendo, por primera vez, misiles balísticos de corto alcance en el este de Rusia, según informan funcionarios familiarizados con la transacción. Este armamento se suma a las existencias de artillería previamente reportadas.
Analistas militares enfatizan que la adquisición de misiles iraníes y norcoreanos por parte de Moscú podría representar un importante impulso estratégico para Rusia, ya que intensifica sus ataques y busca superar las defensas antimisiles ucranianas.
Frederick Kagan, director del Proyecto de Amenazas Críticas del American Enterprise Institute en Washington, señala que “los ataques recientes de Rusia subrayan la importancia de tener un gran suministro de misiles balísticos”. Rusia busca superar las defensas aéreas ucranianas aumentando la cantidad de misiles lanzados y adaptando sus tácticas.
Además de los misiles, Rusia ya había adquirido un considerable número de aviones no tripulados de Irán para utilizar en sus operaciones en Ucrania. Ambos países también están construyendo una nueva fábrica en Rusia destinada a la producción de miles de aviones no tripulados.
Rusia refuerza lazos con Irán y Corea del Norte

Rusia está dando un giro en su enfoque geopolítico al estrechar relaciones con Irán y Corea del Norte, marcando un cambio significativo respecto a su colaboración anterior con Estados Unidos y otras potencias occidentales para limitar las capacidades de estas naciones.
Esta nueva cooperación de Rusia ha despertado la preocupación de Estados Unidos, ya que teme que fortalezca las capacidades militares de Irán en Oriente Medio y proporcione apoyo económico para aliviar las sanciones que afectan a la economía iraní. Funcionarios estadounidenses revelaron que Rusia ha estado ayudando a Irán en el desarrollo de capacidades de captación de satélites y cooperando en áreas clave de defensa.
En un giro relevante, la restricción impuesta por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la exportación e importación de ciertos tipos de armamento y tecnología militar relacionada con misiles expiró en octubre. Esto ha planteado preocupaciones sobre la posibilidad de que Irán recurra a la venta de armas militares a Rusia y otros países.
Estados Unidos impone sanciones contra Irán

Con la expiración de la prohibición de la ONU, Estados Unidos ha tomado medidas enérgicas al imponer sanciones dirigidas a desalentar el comercio de misiles de Irán. Además, ha emitido una declaración conjunta con otros 47 países en la que se comprometen a bloquear la venta de misiles balísticos y tecnología relacionada por parte de Irán.
Sin embargo, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha sorprendido al declarar que ya no considera necesario cumplir con las restricciones de la ONU relacionadas con la compra y suministro de tecnología de misiles a Irán.
Antes de su invasión a gran escala de Ucrania, Rusia solía ser un socio más cooperativo con Washington. En el pasado, se unió a Estados Unidos, los países europeos y China en la negociación del acuerdo nuclear de 2015 con Teherán. Además, apoyó enérgicamente las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU contra Corea del Norte hasta 2017, en respuesta a las actividades nucleares y de misiles balísticos de Pyongyang.
Robert Einhorn, ex alto funcionario del Departamento de Estado, recordó que “Rusia apoyaba básicamente que Corea del Norte aceptara todo tipo de restricciones” durante la pasada era de cooperación.
Estas recientes acciones de Moscú, sin embargo, parecen reflejar un cambio significativo en su orientación estratégica. Einhorn ha señalado que “su política exterior se basa en gran medida en socavar los intereses de Estados Unidos”, marcando un distanciamiento notable de la colaboración internacional previa.
La compra de misiles balísticos de corto alcance por parte de Rusia a Irán representa un incremento significativo en la capacidad militar de Moscú, especialmente en su conflicto con Ucrania. Este movimiento preocupa a Estados Unidos y a otros actores internacionales, ya que podría alterar el equilibrio de poder en la región y agravar la situación en Ucrania, además de desafiar las normas internacionales de comercio de armas.
Esta adquisición preocupa profundamente a la administración de Biden, especialmente en un contexto donde el apoyo del Congreso de EE. UU. a la ayuda militar a Ucrania se está debilitando. Además, aumenta la tensión entre Rusia y EE. UU. y desafía los esfuerzos de Washington por mantener la estabilidad en Europa del Este y limitar la expansión militar rusa.
Rusia tiene planes de adquirir misiles balísticos de corto alcance, como el misil Ababil, de Irán. La entrega podría concretarse en la primavera si la compra sigue adelante. Estos misiles aumentarían la capacidad ofensiva de Rusia y su habilidad para atacar objetivos específicos en Ucrania.
Además de Irán, Rusia ha recurrido a Corea del Norte para fortalecer su arsenal. Recientemente, ha comenzado a recibir lanzadores de misiles balísticos y varios misiles de Corea del Norte, lo que indica una estrategia de Moscú para diversificar sus fuentes de armamento y superar las limitaciones impuestas por las sanciones internacionales.
El acercamiento de Rusia a Irán y Corea del Norte para la adquisición de armamento marca un cambio significativo en su política exterior, alejándose de la colaboración previa con Occidente. Esto refleja una estrategia de Moscú enfocada en socavar los intereses de Estados Unidos y fortalecer sus capacidades militares frente a las sanciones y restricciones internacionales.