Rusia enfrenta una grave falta de blindaje reactivo para tanques en Ucrania y recurre a materiales improvisados como arena y cemento para remplazarlo.
Falta de blindaje moderno obliga a Rusia a soluciones improvisadas
Fuentes internas y análisis especializados confirmaron que Rusia atraviesa una escasez crítica de blindaje reactivo explosivo (ERA) en sus tanques desplegados en Ucrania. El Instituto de Investigación Científica del Acero (NII Stali), histórico proveedor de esta tecnología desde la era soviética, admitió que la falta de componentes esenciales obligó al ejército ruso a rellenar los huecos del blindaje con arena y cemento.
Desde su introducción en los años 80, el ERA como el Kontakt-1 ha sido esencial para la protección de tanques rusos frente a municiones HEAT. Más adelante, sistemas avanzados como Kontakt-5 y Relikt incrementaron la protección contra proyectiles cinéticos, como los APFSDS. Sin embargo, la guerra prolongada y las sanciones internacionales han dificultado la producción de estos sistemas, agotando sus reservas.
Datos de la plataforma Oryx, especializada en inteligencia de código abierto, estiman que Rusia ha perdido más de 2.000 tanques desde febrero de 2022. Aunque el Kremlin no ha confirmado estas cifras, la elevada tasa de pérdidas se atribuye a armas antitanque occidentales como los misiles Javelin y NLAW, capaces de atacar las zonas más vulnerables del blindaje ruso.
El NII Stali ha intentado desarrollar alternativas como el blindaje reactivo no explosivo (NERA), que utiliza capas inertes para absorber impactos sin explosivos. Aunque es más seguro y puede resistir múltiples ataques, expertos advierten que su rendimiento es menor ante amenazas avanzadas como las ojivas tándem.
Uso de cemento y arena refleja una improvisación sin precedentes
Una de las medidas más inusuales adoptadas por Rusia ha sido rellenar espacios vacíos del ERA con cemento y arena. Imágenes compartidas en Telegram y analizadas por medios como The War Zone muestran tanques T-72 y T-80 con blindaje improvisado, lo que ha generado dudas sobre su capacidad real de resistencia.
Según el Royal United Services Institute (RUSI), este tipo de sustituciones apenas proporcionan protección contra esquirlas y resultan inútiles frente a misiles modernos. La medida refleja el agotamiento de los recursos y la incapacidad de mantener niveles adecuados de blindaje activo en vehículos desplegados.
Datos clave sobre el blindaje de tanques rusos en Ucrania
- Más de 2.000 tanques rusos destruidos desde 2022, según Oryx.
- Kontakt-1, Kontakt-5 y Relikt son los principales sistemas ERA rusos.
- NII Stali es el instituto responsable del desarrollo de blindajes rusos desde 1942.
- NERA es la nueva propuesta rusa sin explosivos, pero menos eficaz.
- Sanciones de EE. UU. y la UE limitan acceso a metales y explosivos especiales.
- T-62 y T-80 reaparecen con blindaje obsoleto o incompleto.
- Uso de jaulas metálicas y sacos de arena no ha evitado pérdidas significativas.
Durante la Guerra Fría, Rusia mantenía una capacidad industrial capaz de fabricar blindajes en masa. Sin embargo, la infraestructura soviética no se adaptó a las exigencias de una guerra prolongada y moderna. Defense News informó que las sanciones impiden el acceso a materiales necesarios para producir ERA como el Relikt, lo que ha obligado a desplegar modelos anticuados como el T-62 sin protección reactiva efectiva.
El tipo de combate en Ucrania ha exacerbado estas debilidades. Drones kamikaze y misiles guiados han revelado fallas estructurales en los tanques rusos, diseñados con énfasis en la velocidad y poder de fuego más que en protección. Rusia ha implementado soluciones como las “cope cages” y ha reforzado blindajes con ERA deteriorado o materiales improvisados, pero estas modificaciones no han reducido las pérdidas.
Según Forbes, más de 4.000 vehículos blindados rusos han sido destruidos o abandonados. Aunque algunos tanques nuevos como el T-90M se han desplegado, incluso estos presentan deficiencias en su protección reactiva, lo que demuestra que la escasez también afecta a los modelos modernos.
Impacto industrial limita producción de soluciones efectivas
El NII Stali, con décadas de experiencia en tecnologías de blindaje, ha tratado de adaptar su producción a las condiciones actuales. Propuestas como kits de blindaje modular para instalar en el campo han surgido como respuesta, pero la falta de insumos impide una implementación a gran escala.
Un informe de Janes confirmó que, pese a los esfuerzos por fabricar nuevos tanques como el T-90M, muchos llegan al frente con blindaje incompleto. Esta situación muestra que incluso las unidades más avanzadas enfrentan los efectos de la escasez de componentes.
La utilización de cemento y arena como sustituto parcial del ERA representa una medida de último recurso. Aunque algunos medios rusos han difundido las declaraciones del NII Stali, el Ministerio de Defensa ruso no ha emitido pronunciamientos oficiales sobre esta práctica.
La improvisación forzada pone de manifiesto las limitaciones logísticas del ejército ruso, y refleja la presión sobre sus líneas de suministro y capacidad de producción. La presencia de blindaje rudimentario contradice los avances tecnológicos que Rusia había intentado mostrar al mundo.
Imágenes de blindaje improvisado ilustran deterioro operativo
La guerra en Ucrania se ha convertido en un escenario donde se prueba la eficacia real del equipamiento militar. La situación de los tanques rusos evidencia que la dependencia de modelos antiguos y la escasez de materiales afectan directamente la capacidad operativa.
El uso de blindajes incompletos y materiales rudimentarios como arena y cemento refleja el deterioro de una industria militar que alguna vez fue una de las más poderosas del mundo. Publicaciones en X y reportes de Galaxia Militar han documentado visualmente estos cambios, aportando evidencia clara del estado actual de los vehículos.
A diferencia de Ucrania, que ha recibido tanques occidentales como el Leopard 2 y el M1 Abrams, Rusia opera con una flota en gran parte obsoleta. La falta de un sistema de protección reactiva adecuado expone a las tripulaciones rusas a riesgos mayores.
Ante estas circunstancias, las medidas adoptadas por Rusia no parecen ofrecer una solución sostenible. El recurso a elementos como cemento revela que la falta de blindaje efectivo es uno de los desafíos más críticos para sus fuerzas terrestres en la guerra.