El avión de combate ruso Su-47 “Berkut”, que destaca por su característico diseño de ala de barrido inverso, se considera a menudo el precursor del avión de combate furtivo ruso de quinta generación Su-57 (Felon).
Sin embargo, Rostec, un conglomerado estatal de defensa, ha revelado ahora que este avión de combate está ayudando a la nación a construir vehículos aéreos no tripulados, sin dar ningún detalle específico.
El Berkut voló por primera vez hace 25 años, en septiembre de 1997, cuando el piloto de pruebas de la Oficina de Diseño de Sukhoi, Igor Votintsev, surcó los cielos en este avión. El Su-47 “Berkut” fue presentado por primera vez al público en general durante el salón aéreo MAKS-1999, donde realizó un vuelo de prueba.
Este caza experimental ejemplificó cómo cosas que parecían descabelladas en el pasado son posibles con los materiales modernos. Sólo se construyó un avión y nunca llegó a la cadena de montaje. Sin embargo, proporciona un tesoro de datos críticos para los ingenieros de aviación rusos.
El colosal conocimiento del ala de barrido inverso construida con materiales compuestos adquirido durante las pruebas de Berkut se emplea en el desarrollo de vehículos aéreos no tripulados, según un informe de TASS que detalla el desarrollo del caza Su-47.
Las alas de barrido reducen la resistencia inductiva, mejorando las características de despegue y aterrizaje, la maniobrabilidad y la autonomía de vuelo subsónica. Sin embargo, el informe no menciona cuánta de esa experiencia se utilizó en el proceso de desarrollo de los drones rusos.
Se cree que el proceso de construcción del Su-47 produjo una gran cantidad de conocimientos que fueron muy útiles para la industria aeronáutica rusa en la creación de aviones modernos.
El Berkut recibió mucha atención de los medios de comunicación y de los expertos occidentales en defensa durante su desarrollo. Al instante fue apodado el caza del siglo XXI, y los informes sobre su planeada producción en masa fueron ampliamente publicitados.
“El Berkut era un avión experimental diseñado para elaborar el diseño y las soluciones técnicas y tecnológicas en el marco de los trabajos sobre los cazas de nueva generación. Los trabajos sobre este tema se iniciaron en el OKB [una institución cerrada que trabaja en el diseño y la creación de prototipos de alta tecnología, principalmente con fines militares] bajo el código condicional S-22”, señaló TASS.
El proyecto se inició en 1983 para producir un avión con un ala de barrido inverso para modernizar el avión de combate Su-27 para la Fuerza Aérea de la URSS. Al mismo tiempo, la Armada de la URSS buscaba un nuevo caza para operar desde un portaaviones.
El caza fue rebautizado como Su-27 KM (ship modified), pero su desarrollo se detuvo tras la desintegración de la Unión Soviética. A lo largo de su desarrollo, el caza recibió varios nombres: S-22, Su-27 KM, S-37 y, finalmente, Su-47.

El uso de materiales compuestos
Las alas de barrido tienen varias ventajas; sin embargo, la construcción de un ala de este tipo es un reto, ya que toda la estructura puede romperse cuando se alcanzan ciertas velocidades de vuelo.
El uso de materiales compuestos ha permitido obtener propiedades de alta rigidez. En la actualidad, los materiales compuestos se utilizan ampliamente en la fabricación de aviones. En su momento, Berkut sentó las bases para el desarrollo de estas tecnologías, lo que supuso un verdadero hito para los estándares de los años 90.
A la empresa de investigación y producción de Obninsk, Tekhnologiya (parte de Rostec), se le encargó la producción de paneles para el ala de barrido inverso de Berkut. Los paneles utilizaban un novedoso material creado por VIAM que superaba en rendimiento a los mejores de la década de 1980.
“Fue una época difícil. Las fábricas estaban cerradas y, en general, la situación era difícil. Y recibimos un pedido para fabricar un ala de barrido inverso para el Su-47. Se trata de una experiencia colosal que sirvió de avance no sólo para la aviación, sino también para nuestra producción”, recuerda Alexander Konashenkov, operador de máquinas con control de programas de ORPE Technologiya.
“Se introdujo el método de la disposición automatizada de productos para equipos de aviación, los materiales alcanzaron una alta calidad y para los trabajadores fue una práctica excelente”, añadió.
Sin embargo, el avión pudo desplegar una serie de innovaciones técnicas y de diseño que nunca antes se habían aplicado a aviones de esta clase. Se trata del empleo de la inestabilidad estática longitudinal, el diseño de grandes paneles de fresado con doble curvatura, el uso de materiales compuestos en los elementos de la estructura del fuselaje con carga, etc.
Sin embargo, las alas de barrido inverso tienen algunos inconvenientes importantes. Los aviones con alas de barrido inverso tienen características de vuelo volátiles. Las altas velocidades, principalmente, suponen un gran esfuerzo para las alas.
Debido al peso adicional de 18 toneladas del armamento del Su-47, su capacidad de carga G también estaba limitada. Y el coste de mantenimiento de esto habría sido astronómico. Además, aunque era increíblemente hábil en los giros rápidos, tenía problemas para mantener su impulso en los giros largos.
Se preveía que el avión se moviera a Mach 2; sin embargo, Berkut registró la mayor velocidad a Mach 1,65. Mientras tanto, sólo se vio un Su-47 en las exhibiciones aéreas, lo que llevó a algunos a sospechar que el fabricante no confiaba del todo en el producto.
No obstante, el avión contribuyó de forma significativa al desarrollo del Su-57, el caza ruso de quinta generación. El Su-47 también permitió a los fabricantes de aviones rusos probar varios conceptos cruciales y recopilar información.