El 13 de agosto de 2025, la agencia Reuters informó sobre los próximos ejercicios militares conjuntos Zapad-2025 de Rusia y Bielorrusia. Los simulacros simularán el uso de armas nucleares y el misil hipersónico de fabricación rusa Oreshnik, un proyectil de alcance intermedio. El anuncio sobre la inclusión de estos sistemas estratégicos lo hizo el ministro de Defensa, bielorruso, Viktor Khrenin.
La noticia de las maniobras se conoce pocos días antes de una reunión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente ruso, Vladimir Putin, en Alaska. El encuentro tiene como objetivo discutir un posible fin de la guerra en Ucrania. Este suceso genera preocupación entre los miembros de la OTAN, en especial en los países fronterizos con Bielorrusia, sobre las intenciones detrás de estas maniobras.
El misil Oreshnik, un misil balístico de alcance intermedio (IRBM) con capacidades hipersónicas, tiene un alcance superior a 3000 kilómetros. Puede transportar ojivas convencionales o nucleares. Capaz de alcanzar velocidades de Mach 10 (12.300 km/h), evaluaciones de inteligencia sugieren que alcanza hasta Mach 11 en su fase terminal. Su velocidad y capacidad de maniobra dificultan su intercepción.
Este misil fue utilizado en combate contra Ucrania en noviembre de 2024 para atacar la ciudad de Dnipro. Según el Kremlin, su producción en serie comenzó a principios de este año. Su perfil de vuelo implica una trayectoria deprimida con maniobras impredecibles, reduciendo la ventana de intercepción. La intercepción es teóricamente posible, pero solo bajo condiciones óptimas de detección.
La decisión de Rusia de integrar este misil en los escenarios de Zapad-2025 sugiere una prueba de preparación operativa y una demostración de capacidad. Este movimiento busca disuadir a la OTAN. Rusia y Bielorrusia refinan los procedimientos de lanzamiento nuclear y prueban capacidades de ataque en un contexto operativo. El momento es notable: en 2021, las fuerzas rusas permanecieron en Bielorrusia para lanzar ataques en febrero de 2022.
Las implicaciones geopolíticas son significativas. Si se utilizan las maniobras para posicionar fuerzas para una ofensiva, podría marcar el inicio de una nueva campaña en Ucrania con ataques estratégicos rápidos. El despliegue del misil cerca de las fronteras de la OTAN podría ser una provocación, lo que reforzaría los llamados a una mayor cobertura de defensa antimisiles en Europa del Este.
Zapad-2025, programado entre el 12 y el 16 de septiembre, se enmarca oficialmente como defensivo. La escala, de hasta 150.000 soldados según estimaciones de la OTAN, y la integración de sistemas de ataque estratégico lo convierten en un evento de alto riesgo. Bielorrusia insiste en responder a los ejercicios de la OTAN en la región, pero la combinación de simulacros nucleares y misiles hipersónicos representa una escalada de tensiones.
Si Rusia y Bielorrusia se preparan para escenarios operativos que involucran misiles de alcance intermedio con capacidad nuclear, el margen para errores se reduce, con consecuencias que se podrían extender mucho más allá de las fronteras de Ucrania.