Imágenes del 5 de mayo de 2025 muestran nueve Tu-95 en Belaya, Siberia, señalando un refuerzo estratégico ruso ante la guerra en Ucrania.
Despliegue de bombarderos Tu-95 en Belaya revela ajuste táctico ruso
El 5 de mayo de 2025, imágenes satelitales publicadas por el analista de inteligencia de código abierto MT Anderson en X revelaron un significativo despliegue en la Base Aérea de Belaya, ubicada en el remoto distrito de Usolsky, en la región de Irkutsk, Siberia oriental. Las imágenes, captadas con una resolución de 35 cm mediante radar de apertura sintética (SAR) por SkyfiApp y UmbraSpace, muestran nueve bombarderos estratégicos Tupolev Tu-95, denominados “Bears” por la OTAN, estacionados en la plataforma, con un décimo en movimiento, ya sea preparándose para despegar o tras haber aterrizado. Este movimiento, en una base situada a más de 4,000 kilómetros de la frontera con Ucrania, sugiere un ajuste táctico de Rusia en su estrategia militar, especialmente en el contexto de su conflicto con Ucrania, ahora en su tercer año.
La Base Aérea de Belaya, históricamente un nodo clave en la red de Aviación de Largo Alcance de Rusia, alberga al 200º Regimiento de Aviación de Bombarderos Pesados de la Guardia, que opera bombarderos Tu-22M3, según un informe del Ministerio de Defensa ruso de 2020. Con 38 revetimientos para bombarderos y una extensa plataforma, la base tiene capacidad para operaciones a gran escala. Las imágenes recientes confirman un aumento en la actividad, con la llegada de seis aviones de transporte Il-76MD el 17 de abril de 2025, probablemente transportando misiles de crucero Kh-101, seguidos por siete bombarderos Tu-95MS procedentes de bases como Olenya y Engels. Este refuerzo indica que Belaya se está consolidando como un centro operativo para los ataques de largo alcance de Rusia.
El despliegue en Belaya responde a la creciente capacidad de Ucrania para atacar bases aéreas rusas más cercanas al frente. En diciembre de 2022, un ataque con drones ucranianos dañó dos Tu-95 en la base de Engels, situada a 600 kilómetros de la frontera, según reportó The Barents Observer. Asimismo, Olenya, en la región de Murmansk, ha enfrentado amenazas debido a la mayor alcance de los sistemas occidentales suministrados a Ucrania. La ubicación de Belaya, a más de 4,000 kilómetros de la guerra, la convierte en una alternativa segura, permitiendo a Rusia posicionar sus bombarderos fuera del alcance de la mayoría de las armas ucranianas mientras mantiene la capacidad de lanzar misiles de crucero Kh-101 y Kh-55SM contra objetivos en Europa o Asia.
Los Tu-95, en servicio desde 1956, son bombarderos estratégicos de cuatro motores turbopropulsados, capaces de transportar hasta seis misiles de crucero Kh-55 en su bahía de armas, con la variante Tu-95MS16 pudiendo llevar diez adicionales bajo las alas, aunque esto reduce su alcance, según el sitio russianforces.org. Su diseño, con alas en flecha de 35 grados y motores Kuznetsov NK-12, los hace ideales para misiones de largo alcance, con un radio de acción de hasta 8,000 kilómetros sin reabastecimiento. La modernización reciente, completada en 2020, ha mejorado sus sistemas electrónicos y de puntería, permitiendo el uso de misiles Kh-555 no nucleares.
Datos clave sobre el despliegue en Belaya
- Ubicación estratégica: Belaya está a 85 km al noroeste de Irkutsk y a más de 4,000 km de Ucrania, fuera del alcance de la mayoría de los drones ucranianos.
- Capacidad operativa: La base cuenta con 38 revetimientos y una plataforma extensa, capaz de albergar decenas de bombarderos y aviones de transporte.
- Logística de misiles: Seis Il-76MD llegaron el 17 de abril de 2025, probablemente con misiles Kh-101 para los Tu-95.
- Historial militar: Belaya ha albergado bombarderos Tu-16 y Tu-22 desde la Guerra Fría y es sede del 200º Regimiento de Bombarderos.
- Proyección de poder: Los Tu-95 pueden alcanzar objetivos en Europa, Asia o el Ártico, reforzando la postura estratégica rusa.

Contexto de la guerra y movimientos previos en Belaya
El traslado de bombarderos a Belaya refleja una respuesta directa a las vulnerabilidades expuestas en otras bases rusas. En marzo de 2025, Ucrania atacó Engels-2, causando daños significativos en bunkers de municiones, según imágenes satelitales de Maxar Technologies publicadas por Business Insider. Este fue el tercer ataque contra Engels en 2025, lo que llevó a Rusia a implementar medidas como cubrir los bombarderos con neumáticos y pintar siluetas falsas de Tu-95 en la pista para confundir los sistemas de navegación de drones, según The War Zone. A pesar de estas defensas, la exposición de los bombarderos en Engels y Olenya ha obligado a Rusia a buscar ubicaciones más seguras.
En abril de 2025, publicaciones en X reportaron el traslado de cinco Tu-95MS desde Olenya a Belaya, seguido por un Tu-95MS y un Tu-160 desde Engels a principios de mayo. Estos movimientos, según el usuario AMK_Mapping_, dejaron solo dos Tu-160 y un Tu-95MS en Engels, mientras que Belaya albergaba hasta nueve Tu-95 y ocho Tu-160. Este cambio sugiere un esfuerzo por concentrar activos estratégicos en una base menos vulnerable, permitiendo a los bombarderos seguir rutas más largas, como sobre el Ártico o el Mar Caspio, para lanzar misiles y complicar la detección por parte de las defensas aéreas ucranianas.
La actividad en Belaya no se limita a los bombarderos. La presencia de aviones de transporte Il-76 indica una operación logística compleja para sostener la campaña aérea rusa. Los misiles Kh-101, desarrollados por el Raduga Design Bureau y producidos en Dubna, son transportados desde depósitos centrales, lo que requiere una coordinación significativa debido a las sanciones y las interrupciones en la cadena de suministro rusa. La base, que en la Guerra Fría albergó bombarderos Tu-4 y Tu-16, se ha modernizado para apoyar estas operaciones, con una pista mejorada desde finales de los años 50 y capacidad para misiones nucleares desde los años 60, según Wikipedia.
El refuerzo en Belaya también tiene implicaciones más amplias. Los Tu-95, con su alcance intercontinental, son una herramienta de proyección de poder, capaces de amenazar territorios de la OTAN o puestos avanzados en el Ártico. En 2018, dos Tu-95 realizaron un vuelo de 7,000 kilómetros desde Saratov a Chukotka, demostrando su capacidad para operar en el Lejano Oriente ruso, según Eurasian Times. La concentración actual en Belaya podría servir como una señal a Occidente, mostrando la resiliencia de la aviación estratégica rusa frente a las presiones de la guerra.
Historial y relevancia estratégica de Belaya en la aviación rusa

La Base Aérea de Belaya ha sido un pilar de la aviación de largo alcance rusa desde su establecimiento. En 1954, sirvió como base de preparación para aviones Tu-4 enviados a China para observar pruebas de bombas de fusión estadounidenses en el Pacífico, según Wikipedia. Durante la Guerra Fría, albergó regimientos de bombarderos Tu-16 y Tu-22, y en 1982, según inteligencia occidental, apoyaba dos regimientos de Tu-22M2 Backfire-B. En 1994, el 200º Regimiento de Bombarderos Pesados se trasladó desde Bobruisk, Bielorrusia, a Belaya, bajo el mando de la 326ª División de Aviación de Bombarderos Pesados.
Imágenes de Google Earth de 2006 mostraron 26 bombarderos Tu-22M en Belaya, número que aumentó a 36 en 2018. La base también ha albergado el 444º Regimiento de Aviación de Bombarderos Pesados y el 181º Escuadrón de Aviación Compuesta Independiente, que opera aviones An-12 y An-30. Su importancia estratégica radica en su capacidad para apoyar misiones de largo alcance y su ubicación remota, que la protege de amenazas directas mientras permite a Rusia mantener una postura ofensiva.
El despliegue actual en Belaya, documentado por MT Anderson y respaldado por publicaciones en BulgarianMilitary.com y Charter’97, subraya la adaptabilidad de Rusia ante los desafíos operativos. La base no solo sirve como un refugio seguro para los Tu-95, sino también como un centro para coordinar ataques de precisión contra Ucrania, utilizando rutas que evaden las defensas aéreas. La llegada de bombarderos desde Olenya y Engels, junto con el apoyo logístico de los Il-76, demuestra un esfuerzo concertado para mantener la presión militar a pesar de los reveses en otras bases.
La acumulación en Belaya también refleja las limitaciones de otras instalaciones rusas. Olenya, aunque remota, ha sido objetivo de drones ucranianos en julio, agosto y septiembre de 2024, según The Barents Observer. La capacidad operativa de Olenya, que en marzo de 2025 albergaba 10 Tu-95MS, 35 Tu-22M3 y otros aviones, según Defense Express, no es suficiente para alojar toda la flota estratégica rusa. Distribuir los bombarderos entre Belaya, Engels y otras bases reduce el riesgo de pérdidas catastróficas por ataques ucranianos.