Una constelación de dos satélites, denominada Misión de Banda Ancha Satelital del Ártico (ASBM), fue puesta en órbita geosincrónica desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg, en California. Este proyecto, desarrollado por Northrup Grumman, tiene como objetivo proporcionar cobertura de comunicaciones tanto militares como comerciales en la región del Ártico, operando en una órbita altamente elíptica.
La ASBM representa un hito significativo en la colaboración entre Space Norway y la Fuerza Espacial de Estados Unidos (USSF), siendo la primera ocasión en que una carga útil militar operativa estadounidense se incluye en una misión espacial comercial internacional. Northrup Grumman jugó un papel clave al suministrar componentes esenciales, como dos cargas útiles de comunicación segura del Sistema Polar Mejorado de la USSF – Recapitalización, además del sistema terrestre del Segmento de Control y Planificación, cargas útiles de banda X y Ka, dos buses satelitales GEOStar-3, y la integración y operaciones del sistema en el sitio de lanzamiento.
“Nuestro equipo colaboró en todas las fases de diseño, prueba e integración para asegurar que la banda ancha comercial y las comunicaciones satelitales militares protegidas lleguen al Ártico por muchos años más”, afirmó un representante de Northrup Grumman.
En la actualidad, garantizar comunicaciones confiables en el espacio se ha vuelto más desafiante debido a que algunas naciones comienzan a extender sus conflictos al ámbito espacial. Esto obliga a los países a fortalecer sus capacidades espaciales críticas, de las cuales dependen cada vez más. En este contexto, la protección de dichas capacidades es indispensable.
A finales de julio, la OTAN lanzó una nueva iniciativa para redirigir Internet y el flujo de información al espacio en caso de que los cables submarinos sean saboteados o dañados accidentalmente, una vulnerabilidad que se ha evidenciado en Occidente, especialmente tras el sabotaje a los gasoductos Nord Stream en 2022.
El Dr. Eyup Turmus, asesor y director del Programa de Ciencia para la Paz y la Seguridad de la OTAN, indicó que esta medida “abordará la necesidad urgente de una infraestructura de Internet más resiliente a nivel global”. Sin embargo, la decisión podría estar trasladando el riesgo de un entorno vulnerable a otro que es cada vez más susceptible al sabotaje, al ignorar el creciente riesgo de conflictos en el espacio, un escenario donde las guerras pueden ser tan devastadoras como bajo el mar.