La Armada de EE. UU. consideró una versión del F-22 Raptor para portaaviones, denominada “Sea Raptor”, pero nunca se concretó.
El F-22 Raptor y sus capacidades avanzadas de combate aéreo
El F-22 Raptor de Lockheed Martin es reconocido como el primer avión de combate de quinta generación. Se destaca por su sigilo, supermaniobrabilidad y capacidad de supercrucero. En su momento, la Armada de los Estados Unidos consideró una versión adaptada para operar desde portaaviones, denominada “Sea Raptor”.
Para convertir al F-22 en un caza apto para portaaviones, se requerían modificaciones significativas en su diseño, incluyendo un ala de flecha variable. Sin embargo, con la disolución de la Unión Soviética y el cambio en las prioridades militares, esta variante fue cancelada. En lugar de ello, la Armada adoptó el F-35 Lightning II, una plataforma multifuncional diseñada para operaciones en portaaviones y equipada con sensores avanzados para misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento.
El F-22 surgió en los años 80 como el caza de superioridad aérea ideal. Combina supermaniobrabilidad, sigilo y velocidad de crucero, convirtiéndose en un componente clave de la estrategia aérea de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. A pesar de la introducción de cazas más modernos, el Raptor sigue siendo una de las aeronaves más formidables.
Desafíos del diseño del Sea Raptor y cambios geopolíticos
La Armada contempló la creación de una versión del F-22 con capacidad para operar en portaaviones, pero la variante “Sea Raptor” nunca se concretó. El diseño del F-22 respondía a una necesidad percibida frente a la creciente flota de cazas de la Unión Soviética. Una de sus características más destacadas es su reducida sección transversal de radar, lo que lo hace menos detectable que el F-35 Lightning II.
El F-22 está impulsado por dos motores turbofán Pratt & Whitney F119-PW-100, que generan un empuje total de aproximadamente 70,000 libras. En cuanto a armamento, el caza cuenta con tres bahías de armas internas, portando una combinación de misiles AIM-9 Sidewinder y AIM-120 AMRAAM, además de bombas GBU-32 JDAM.
Para operarlo desde portaaviones, Lockheed Martin habría necesitado introducir modificaciones críticas al diseño, incluida una ala de flecha variable similar a la del F-14 Tomcat. Sin embargo, este diseño podría comprometer la reducida sección transversal del radar, presentando un desafío significativo para los ingenieros. El colapso de la Unión Soviética y el cambio en las necesidades militares tras el inicio de la producción del Raptor limitaron su utilidad.
Adopción del F-35 Lightning II por la Armada de los Estados Unidos
Como resultado de estos desafíos y cambios en el escenario geopolítico, la producción del F-22 se detuvo en 187 unidades. Posteriormente, la plataforma F-35 Joint Strike Fighter surgió como la aeronave multifunción necesaria para todas las ramas del servicio.
En lugar de desarrollar una variante del Raptor para portaaviones, la Armada adoptó la variante F-35 Lightning IIC. Esta versión del F-35 incluye sensores avanzados capaces de gestionar batallas aéreas y ejecutar misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento. Esta capacidad multifuncional asegura su relevancia en las próximas décadas.
El F-35 Lightning IIC se ha convertido en una pieza esencial para la Armada, con capacidades que superan las expectativas originales del Sea Raptor. A pesar de que el F-22 Raptor sigue siendo un caza dominante, el F-35 ofrece una solución más práctica y versátil para las necesidades operativas actuales.