El RQ-170 Sentinel es un avión no tripulado de reconocimiento desarrollado por Lockheed Martin del que se sabe muy poco.
El RQ-170 Sentinel: un dron de reconocimiento aéreo sigiloso
La Fuerza Aérea de los Estados Unidos es conocida por mantener secretos, incluso algunos que se podrían calificar como “secretos a voces”. Un ejemplo histórico es el SR-71 Blackbird, cuya existencia se mantuvo oculta durante años. En el caso del RQ-170 Sentinel, no es completamente secreto, pero tampoco se ha hecho pública mucha información al respecto. A diferencia del SR-71, el Sentinel no ha sido objeto de divulgación amplia, y hasta ahora la Fuerza Aérea ha compartido pocos detalles y ninguna imagen del aparato.
El RQ-170, conocido como Wraith y desarrollado por Lockheed Martin, es un vehículo aéreo no tripulado diseñado tanto para la Fuerza Aérea como para la CIA, que todavía opera aviones secretos. Introducido en 2007, se cree que es un dron de reconocimiento con capacidades furtivas. Según declaraciones oficiales, el RQ-170 es un sistema aéreo no tripulado de baja observabilidad en desarrollo, prueba y servicio, con el objetivo de proporcionar reconocimiento y vigilancia en apoyo a los comandantes de las fuerzas conjuntas.
El RQ-170 es operado por el 432.º Ala del Comando de Combate Aéreo en la Base Aérea de Creech, Nevada, y el 30.º Escuadrón de Reconocimiento en el Campo de Pruebas de Tonopah, también en Nevada. Aunque la información técnica es limitada, se sugiere que este dron tiene un diseño de ala voladora y utiliza un motor, posiblemente un turbofán General Electric TR34 o un Garrett TFE731. Sus capacidades incluyen la captura de imágenes en tiempo real del campo de batalla, que se transmiten a una estación de control terrestre mediante un enlace de datos de comunicación a larga distancia.
Operaciones y características técnicas del RQ-170 Sentinel
El RQ-170 Sentinel se ha utilizado para recopilar información sobre pruebas de misiles, telemetría e inteligencia multiespectral. Su diseño de ala voladora sin cola lo hace similar al RQ-3 Darkstar y al P-175 Polecat. Se desplegó por primera vez en Afganistán en 2007, pero no se dio a conocer oficialmente hasta diciembre de 2009, cuando la Fuerza Aérea admitió su existencia tras la aparición de fotos del dron en una base aérea.
Este dron tiene dimensiones notables, con una envergadura de 27 metros y una altura de 1,80 metros. Air Force Technology reporta que el 90% de su estructura está compuesta por materiales compuestos. La cantidad de unidades producidas y su estado actual operativo no está clara, pero se sabe que la Fuerza Aérea de EE. UU. continúa desarrollando otros drones ISR con características similares, como el XRQ-73, del cual se ha publicado una imagen recientemente.
A pesar de la escasa información pública, se ha especulado que el RQ-170 ha sido utilizado en diversas misiones de vigilancia alrededor del mundo, incluyendo posibles operaciones en la costa de Crimea, según un informe de The War Zone de abril de 2023. Se cree que el Wraith continuará operando en distintos teatros de conflicto, siempre bajo un manto de discreción.
El incidente con Irán y la ingeniería inversa del RQ-170
Uno de los incidentes más conocidos que involucran al RQ-170 ocurrió cuando Irán capturó un ejemplar del dron en 2011. Posteriormente, se presentó un avión no tripulado iraní que se creía fue construido mediante ingeniería inversa del RQ-170 capturado. Esto ilustra un riesgo inherente en el uso de tecnología avanzada en conflictos: “si lo usas, puedes perderlo”. En 2016, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán anunció el desarrollo de un nuevo dron llamado Saeqeh, basado en el RQ-170 estadounidense capturado.
El gobierno iraní afirmó que había replicado la tecnología del dron estadounidense, lo cual fue confirmado posteriormente por la admisión de Estados Unidos de que uno de sus RQ-170 había sido perdido cerca del espacio aéreo iraní. Aunque los detalles específicos de cómo ocurrió la captura y la posterior ingeniería inversa no están claros, este evento subraya la constante evolución y riesgo en el desarrollo de tecnologías militares avanzadas.
Curiosamente, The Guardian reportó que la versión iraní del dron, a diferencia del modelo estadounidense, fue designada como un “dron de ataque”, capaz de transportar cuatro bombas guiadas con precisión. Este aspecto difiere del propósito original del Wraith, que es exclusivamente para tareas de vigilancia. El dron iraní fue derribado más tarde sobre Siria en 2018 por fuerzas israelíes, lo que demuestra la continua relevancia y los desafíos de los sistemas aéreos no tripulados en los conflictos modernos.