Serbia se enfoca en fortalecer su arsenal con drones kamikazes “Mosquito” y UAV de vigilancia “Vrabac”, bajo la inspección del presidente Aleksandar Vučič.
El presidente serbio Aleksandar Vučič ha anunciado recientemente planes ambiciosos para la fabricación y el despliegue de 5.000 drones kamikazes denominados “Mosquito”. Durante una visita al Instituto Técnico Militar, Vučič destacó este proyecto como un pilar central en el fortalecimiento de las capacidades defensivas del país. Estos vehículos aéreos no tripulados (UCAV), equipados con ojivas, están diseñados para efectuar ataques rápidos y precisos, evidenciando el compromiso serbio con la innovación militar.
Además, se presentó al presidente el UAV “Vrabac”, diseñado para misiones de reconocimiento y vigilancia, con un alcance de hasta 25 km. Esta diversificación en la flota de drones subraya la estrategia de Serbia para cubrir diversas necesidades militares, desde el ataque hasta la vigilancia.
Los Mosquito, armados con ojivas de la corporación estatal Krusik, prometen ser una fuerza letal en el campo de batalla. Con un diseño aerodinámico, estos drones pueden regresar a la base si el objetivo inicial no se alcanza, añadiendo un nivel de reciclaje y eficiencia a sus operaciones. Expertos estiman su costo en hasta 1,3 millones de dólares cada uno, con entregas previstas entre 2024 y 2025.
Vučič aseguró un aumento en la inversión para acelerar el desarrollo y despliegue de estos UCAV, reafirmando la postura de neutralidad de Serbia, pero con un enfoque claro en reforzar sus capacidades defensivas frente a posibles agresiones. Esta iniciativa destaca la importancia de la autosuficiencia en defensa y la voluntad de Serbia de mantener una posición fuerte y disuasoria.
Sin embargo, la colaboración de Serbia con entidades extranjeras, incluida la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC), ha generado interrogantes sobre su neutralidad. La asociación ha dado como resultado avances significativos, como el UCAV multifunción Pegasus y la adquisición de drones FH-92, lo que alimenta el debate sobre las intenciones estratégicas de Serbia y su impacto en la estabilidad regional.
A medida que Serbia avanza en su programa de drones, la comunidad internacional observa con atención, ponderando las implicaciones de este desarrollo para el equilibrio de poder en la región.