El dron Shahed-136, de bajo costo y diseño kamikaze, prolifera entre grupos terroristas, desafiando la seguridad de Israel con enjambres letales.
Drones kamikaze: La amenaza del Shahed-136 iraní
Irán lanzó un ataque sin precedentes contra Israel el 13 de abril de 2024, desplegando más de 170 drones, incluyendo el Shahed-136, un dron kamikaze de bajo costo diseñado para impactar directamente contra sus objetivos. Este ataque marcó un cambio en la estrategia iraní, pasando de operar a través de proxies a un enfrentamiento directo. El Shahed-136, fabricado por HESA en colaboración con Shahed Aviation Industries, se caracteriza por su simplicidad y asequibilidad, con un costo estimado de entre 20.000 y 50.000 dólares por unidad, frente a los millones que cuesta un misil crucero. Su diseño delta-wing, con un motor de pistón Mado MD-550 y una carga explosiva de aproximadamente 50 kg, permite un alcance de hasta 2.000 km, poniendo a Israel dentro de su rango desde territorio iraní. En el ataque, las defensas aéreas israelíes, apoyadas por Estados Unidos, Reino Unido y Jordania, interceptaron casi el 99% de los drones y misiles, demostrando la robustez del sistema Cúpula de Hierro, aunque una niña de 7 años resultó gravemente herida por metralla en el desierto del Néguev.
El Shahed-136 ha ganado notoriedad por su uso masivo en la invasión rusa de Ucrania, donde Rusia lo redesignó como Geran-2. Desde septiembre de 2022, Rusia ha empleado cientos de estos drones en enjambres para saturar las defensas ucranianas, atacando infraestructuras críticas y áreas civiles. Su simplicidad, basada en componentes comerciales como procesadores de Texas Instruments y sistemas de navegación GPS/GLONASS, permite una producción rápida y económica. En Ucrania, los drones han causado daños significativos, aunque entre el 50% y el 90% son derribados, según estimaciones ucranianas. La capacidad de lanzar múltiples drones desde plataformas móviles, como camiones con contenedores de cinco unidades, maximiza su impacto al abrumar los sistemas antiaéreos.
La proliferación del Shahed-136 representa un riesgo creciente para Israel, especialmente por su distribución entre grupos terroristas como Hezbolá. Este grupo, respaldado por Irán, ha utilizado drones iraníes en el pasado, como el Shahed-129 en Siria en 2014, y podría emplear el Shahed-136 en enjambres para desafiar las defensas israelíes. La simplicidad del dron, que carece de ópticas avanzadas y depende de sistemas de guía comercial, lo hace ideal para actores no estatales con recursos limitados. En Yemen, los rebeldes Hutí, también apoyados por Irán, han usado variantes del Shahed contra instalaciones saudíes, como el ataque de 2019 a Abqaiq, destacando su precisión pese a su diseño rudimentario.
El Shahed-136 se lanza mediante un cohete desechable que se separa tras el despegue, permitiendo que el motor de pistón tome el control. Su velocidad máxima de 185 km/h y su vuelo a baja altitud lo hacen detectable, pero su uso en enjambres complica la intercepción. En Ucrania, las defensas han adaptado sistemas como el Flakpanzer Gepard alemán y ametralladoras montadas en vehículos para contrarrestarlo, aunque el costo de derribar un dron de 50.000 dólares con misiles de un millón sigue siendo un desafío. En Israel, el sistema Cúpula de Hierro, combinado con cazas y activos estadounidenses, ha demostrado eficacia, pero la amenaza de saturación persiste si los enjambres crecen en escala.
Datos clave del Shahed-136 para la seguridad regional
- Costo por unidad: Entre 20.000 y 50.000 dólares, frente a millones por misiles crucero.
- Alcance: Hasta 2.000 km, capaz de llegar a Israel desde Irán.
- Carga explosiva: Aproximadamente 50 kg, suficiente para dañar infraestructuras.
- Producción: Rusia planea fabricar 6.000 unidades para 2025 en Tatarstán.
- Proliferación: Usado por Hezbolá, Hutí y milicias en Irak y Siria.
- Defensa: Interceptado por Cúpula de Hierro, pero enjambres masivos desafían sistemas antiaéreos.
Enjambres de ataque y proliferación terrorista
La táctica de enjambres del Shahed-136 aprovecha su bajo costo y facilidad de producción para saturar defensas aéreas. En Ucrania, Rusia ha lanzado hasta 75 drones en un solo ataque, como el registrado en Kiev en noviembre de 2023, donde 71 fueron derribados. Esta estrategia busca agotar los recursos defensivos, permitiendo que algunos drones alcancen sus objetivos. Para Israel, esta táctica representa una amenaza significativa, especialmente si Hezbolá adopta enjambres desde Líbano, a solo 100 km de la frontera. La proximidad geográfica reduce el tiempo de reacción de las defensas israelíes, aumentando el riesgo de impacto.
La colaboración entre Irán y Rusia ha amplificado la proliferación del Shahed-136. En noviembre de 2022, Irán transfirió diseños y componentes a Rusia, que ahora produce el dron en la planta de Alabuga en Tatarstán, con un objetivo de 6.000 unidades para 2025. Esta producción masiva no solo abastece a Rusia, sino que facilita la distribución a aliados iraníes. Informes indican que Irán ha suministrado drones a milicias en Irak y Siria, que han atacado bases estadounidenses, como el ataque de enero de 2024 en Jordania, donde murieron tres soldados. La posibilidad de que Hezbolá reciba lotes del Shahed-136 refuerza la preocupación de Israel sobre la creciente influencia iraní en la región.
El diseño del Shahed-136, que incorpora componentes occidentales como semiconductores de Texas Instruments y convertidores de voltaje chinos, refleja la habilidad de Irán para eludir sanciones. Un informe de Conflict Armament Research de 2023 reveló que un dron capturado en Ucrania tenía un convertidor fabricado en China en enero de 2023, indicando ciclos de producción rápidos. Esta accesibilidad a componentes comerciales permite a Irán y sus aliados mantener un suministro constante, aumentando el riesgo de proliferación entre actores terroristas.
En respuesta, Israel ha intensificado sus esfuerzos para contrarrestar la amenaza. Además del Cúpula de Hierro, las FDI ha empleado cazas y sistemas de guerra electrónica para interceptar drones. La cooperación con Estados Unidos, que desplegó activos en el Mediterráneo durante el ataque de abril de 2024, refuerza la capacidad defensiva. Sin embargo, la evolución del Shahed-136, como la variante Shahed-136-B con un alcance de 4.000 km presentada en 2024, y los planes rusos de integrar inteligencia artificial para mejorar la evasión, sugieren que la amenaza seguirá creciendo.[](https://bulgarianmilitary.com/2024/11/25/russia-to-use-ai-to-bolster-iranian-shahed-136-kamikaze-drones/)