Una nueva ola de tensión se ha producido en el espacio aéreo sirio, con la confrontación entre un Su-35 ruso y un dron MQ-9 estadounidense, según la Fuerza Aérea de EE. UU.
Enfrentamiento aéreo: Su-35 ruso y MQ-9 estadounidense
El 5 de junio, el Su-35 ruso realizó varias maniobras que pusieron en riesgo al MQ-9. El enfrentamiento incluyó movimientos cercanos al dron, así como la intercepción de su trayectoria de vuelo.

Una táctica que provocó particular preocupación fue el uso de bengalas de paracaídas por parte del Su-35, desplegadas en el camino del dron. Este método de confrontación es inusual y peligroso.
Otra maniobra cuestionable fue cuando uno de los tres Su-35 se situó delante del MQ-9 y encendió su postquemador, dificultando la operación segura del dron.
El propósito de las bengalas de paracaídas en la aviación
Las bengalas de paracaídas, usadas por el Su-35, son dispositivos pirotécnicos que proporcionan una luz brillante visible a distancia. Estas bengalas suelen utilizarse para señalar la posición de un avión, para iluminar un área específica en tierra o para señalar socorro.

Estos dispositivos se lanzan desde el avión y luego se abre un paracaídas para ralentizar su descenso. Mientras caen, arden intensamente, produciendo una fuente de luz visible.
Precedentes de confrontaciones aéreas entre Rusia y EE. UU.
Estos encuentros no son inéditos. En marzo, un Su-27 ruso derribó un dron estadounidense, que cayó al mar Negro. Existen rumores de que Rusia recuperó el dron, valorado en $56 millones, pero esta información aún no ha sido verificada.

Si los rumores son verdaderos, esto permitiría a Rusia estudiar la tecnología militar estadounidense y ajustar sus propios sistemas de defensa. El incidente ha llevado a consideraciones sobre la restricción de vuelos de drones cerca de Crimea.
El papel del MQ-9 Reaper en el conflicto
El MQ-9 Reaper, el dron involucrado en el incidente, es una máquina aérea diseñada para misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento. Capaz de alcanzar altitudes de 50.000 pies y velocidades de hasta 300 nudos, el Reaper también puede realizar ataques de precisión con su armamento de misiles Hellfire y bombas guiadas por láser.
Incidentes anteriores entre aeronaves rusas y estadounidenses en Siria
Desde el comienzo de la guerra civil siria en 2011, ha habido varios incidentes en los que aviones rusos y estadounidenses se han confrontado en el espacio aéreo sirio. Los incidentes más notables incluyen la interceptación de aviones estadounidenses por parte de cazas rusos y el derribo de un caza Su-22 sirio por parte de un F/A-18E Super Hornet de la Armada estadounidense en 2017.
El 5 de junio hubo una confrontación en el espacio aéreo sirio entre un Su-35 ruso y un dron MQ-9 estadounidense. El Su-35 ejecutó varias maniobras que pusieron en riesgo al MQ-9, incluyendo volar muy cerca del dron e interceptar su trayectoria de vuelo. También utilizó una táctica insólita y peligrosa, la de liberar bengalas de paracaídas en el camino del dron.
Las bengalas de paracaídas son dispositivos pirotécnicos que proporcionan una luz brillante visible a distancia y suelen utilizarse para señalar la posición de un avión, iluminar un área específica en tierra o señalar socorro. En la confrontación entre el Su-35 ruso y el dron MQ-9 estadounidense, el Su-35 utilizó bengalas de paracaídas, liberándolas en la trayectoria del dron, una táctica considerada inusual y peligrosa.
Sí, las confrontaciones aéreas entre Rusia y Estados Unidos no son inéditas. Un incidente notable ocurrió en marzo, cuando un Su-27 ruso derribó un dron estadounidense sobre el mar Negro. Adicionalmente, desde el inicio de la guerra civil en Siria en 2011, ha habido varios incidentes donde aviones rusos y estadounidenses se han confrontado en el espacio aéreo sirio.
El MQ-9 Reaper es un dron diseñado para misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento. Es capaz de alcanzar altitudes de 50,000 pies y velocidades de hasta 300 nudos. También puede realizar ataques de precisión con su armamento de misiles Hellfire y bombas guiadas por láser. En el incidente con el Su-35 ruso, el MQ-9 estaba en operación segura antes de las maniobras ejecutadas por el avión ruso.
Desde el inicio de la guerra civil siria en 2011, ha habido varios incidentes significativos entre aeronaves rusas y estadounidenses. Algunos de estos incluyen la interceptación de aviones estadounidenses por cazas rusos y el derribo de un caza Su-22 sirio por un F/A-18E Super Hornet de la Armada estadounidense en 2017. Además, más recientemente, un Su-35 ruso confrontó un dron MQ-9 estadounidense en una serie de maniobras peligrosas.