Recientemente, un caza polivalente ruso Su-35S se enfrentó con éxito y derribó aviones Su-25 y MiG-29 ucranianos durante una salida de combate, según el Ministerio de Defensa ruso.
El piloto del caza Su-35S, Klim, dijo que un par de Su-25 y un MiG-29 fueron avistados a una distancia de unos 200 kilómetros. Al parecer, los Su-25 se preparaban para realizar el ataque terrestre, y los MiG-29 debían estar escoltándolos.
Según el piloto, tras el lanzamiento del misil, las marcas de los radares desaparecieron. Además, los servicios de inteligencia lo confirmaron: dos aviones fueron derribados y el caza de cobertura abandonó la zona de escolta.
Los Sukhois rusos han sido muy eficaces
Sin embargo, los cazas rusos han seguido siendo muy eficaces y letales contra los aviones ucranianos durante toda la guerra, especialmente los Su-35S armados con el misil aire-aire (AAM) R-77-1, según un reciente estudio sobre la guerra aérea rusa en Ucrania, realizado por el Royal United Services Institute, con sede en Londres.

El R-77-1, fabricado por Vympel, uno de los principales fabricantes de misiles rusos, es un misil aire-aire de radar activo que puede atacar objetivos aéreos como cazas, aviones de ataque, bombarderos, helicópteros, misiles de crucero, etc., a una distancia de unos 110 kilómetros.
Los pilotos de cazas ucranianos citados por los expertos de RUSI admiten que los Su-30SM y Su-35S rusos superan completamente a los cazas de la Fuerza Aérea de Ucrania.
La diferencia tecnológica entre las aeronaves de ambas fuerzas aéreas consiste principalmente en el AAM R-77-1, junto con el excelente rendimiento de observación y derribo de los radares N011M Bars y N035 Irbis-E a bordo de los cazas rusos.

Desde el inicio de la operación militar especial rusa en Ucrania, los cazas rusos han conseguido fijar el radar y han disparado misiles R-77-1 contra cazas ucranianos a más de 100 kilómetros de distancia.
El buscador de radar activo del misil R-77-1, junto con los modernos radares N011M y N035, permite a los cazas rusos lanzar misiles en modo de seguimiento mientras se escanea (TWS).
La capacidad TWS permite que el radar destine parte de su potencia a rastrear un objetivo o varios objetivos. Al mismo tiempo, parte de su potencia también se utiliza para el escaneo, lo que significa que el misil puede ser guiado desde el avión de lanzamiento para volar cerca del objetivo, tras lo cual su radar puede pasar a estar activo en la fase terminal del vuelo.
En el caso de los pilotos de los cazas ucranianos, esto les deja sin saber que han sido lanzados, ya que los receptores de alerta de radar (RWR) no pueden detectar las emisiones de radio del misil entrante hasta que su radar se activa. Para entonces, no queda tiempo para que el objetivo responda.
Por otra parte, los misiles R-27R/ER utilizados por la Fuerza Aérea de Ucrania requieren que el radar de la aeronave de lanzamiento mantenga un único seguimiento del objetivo (STT) durante todo el enfrentamiento del misil.

Esto significa que cuando un caza ucraniano lanza un misil guiado por radar, el lanzamiento es captado por los RWR a bordo de los cazas rusos. Además, si el caza ucraniano pierde el bloqueo del radar sobre el objetivo, aunque sea por un breve momento durante el vuelo del misil, debido a una maniobra lateral, al despliegue de contramedidas o a la guerra electrónica, el misil fallará.
Además, el alcance del R-27 es de unos 80-95 kilómetros, mientras que el R-77-1, como ya se ha dicho, puede alcanzar más de 100 kilómetros.
Además, en las últimas semanas, los Su-35 rusos también han utilizado el AAM R-37M de largo alcance, que puede alcanzar objetivos aéreos de alta velocidad a más de 300 kilómetros de distancia.
El misil de largo alcance permite a los cazas rusos derribar aviones de guerra ucranianos que vuelan en un espacio aéreo fuertemente defendido bajo la vigilancia de los AWACS de la OTAN y protegido por misiles S-300.
Además, las Fuerzas Aéreas ucranianas están en inferioridad numérica con respecto a las rusas, como ya informó el EurAsian Times. Los militares rusos han desplegado entre 10 y 12 aviones de combate frente a uno ucraniano.
Sin embargo, después de más de ocho meses de guerra, Ucrania ha logrado mantener su espacio aéreo disputado, y esto se debe a la capacidad de los pilotos ucranianos de adaptarse a los desafíos.
Los pilotos ucranianos adoptan una táctica peligrosa
Los pilotos de caza ucranianos comenzaron a volar a baja altura, a nivel de las copas de los árboles, para aprovechar el desorden del suelo y el enmascaramiento del terreno para acercarse sigilosamente a los Sukhois rusos y disparar sus misiles.
Sin embargo, volar bajo disminuía el alcance efectivo de los misiles aire-aire ucranianos, mientras que la gran altitud y la mayor velocidad de los cazas rusos ofrecían a sus misiles mucha más energía en el lanzamiento.
Y lo que es más importante, es una táctica muy peligrosa, y varios cazas ucranianos han sido derribados o dañados.
En general, las pérdidas de Ucrania son mucho mayores que las de Rusia. El inventario de medios de defensa aérea de Ucrania antes de la guerra comprendía unos 30 Su-27 y unos 50 MiG-29, que también pueden utilizarse con fines aire-tierra.
En la actualidad, Ucrania ha perdido hasta 15 MiG-29 y cinco Su-27, según las últimas cifras recopiladas por el blog de seguimiento militar Oryx, basadas en confirmaciones visuales.