Rusia presenta al Su-57 Felon como caza furtivo de quinta generación, aunque su diseño, historial operativo y valoraciones muestran límites y un componente propagandístico.
Origen del programa Su-57 y disputa por la quinta generación como caza
La denominación de caza de quinta generación ocupa un lugar central en el discurso oficial ruso sobre el Su-57 Felon, el avión de combate más reciente de la Fuerza Aeroespacial de Rusia. Desde las primeras entregas en 2020, comunicados de Rostec, la Corporación Aeronáutica Unificada y Rosoboronexport describen el modelo como sistema furtivo avanzado con crucero supersónico sostenido, aviónica integrada y uso intensivo de materiales compuestos, además de subrayar su carácter polivalente para misiones aire-aire, ataque a tierra y guerra naval.
La génesis del Su-57 se encuentra en el programa PAK FA, concebido a finales de los años noventa como reemplazo de los MiG-29 y Su-27. El prototipo realizó su primer vuelo en enero de 2010 y atravesó una fase prolongada de pruebas con incidencias técnicas, incluido el accidente que destruyó el primer ejemplar de serie en 2019. Ese mismo año, Rusia firmó un contrato estatal para setenta y seis aviones hasta 2028, con producción en Komsomolsk del Amur de ritmo inferior al previsto aunque con entregas crecientes.
El término quinta generación no posee una definición jurídica ni técnica cerrada. Los debates en torno al F-35 y otros programas en Occidente lo vinculan a baja observabilidad frente a radares, crucero supersónico sin poscombustión, integración avanzada de sensores y enlaces de datos, además de transporte de armamento en bodegas internas. Un análisis de la Universidad de Nueva Gales del Sur sobre el F-35 atribuye a esa etiqueta una función política y de mercadotecnia para legitimar decisiones de compra, ya que la presenta como garantía de pertenencia a la última generación frente a alternativas menos costosas de generaciones anteriores.

Según ese estudio, calificar un avión como quinta generación permite a gobiernos y fabricantes presentar determinados modelos como única opción de última generación frente a cazas de cuarta o cuarta y media generación. En ese marco, la insistencia rusa en ubicar al Su-57 dentro de esa categoría forma parte de una discusión más amplia sobre el valor descriptivo de la clasificación y sobre el peso propagandístico que adquiere dentro de la comunicación oficial y comercial vinculada al programa.
Aspectos clave sobre quinta generación, diseño y producción
- El programa PAK FA dio origen al Su-57, cuyo prototipo voló en 2010; el primer aparato operativo llegó a finales de 2020 dentro de un contrato estatal por setenta y seis unidades hasta 2028.
- Fuentes rusas y estudios como los de The Aviationist y National Security Journal atribuyen a materiales compuestos cerca del veinticinco por ciento de la masa estructural y a recubrimientos radioabsorbentes alrededor del setenta por ciento de la superficie del fuselaje.
- Las fichas técnicas sitúan la longitud del Su-57 cerca de veinte metros, la envergadura en torno a catorce metros, la masa máxima en unas treinta y cuatro toneladas, la velocidad máxima próxima a Mach 2 y la autonomía de traslado en unos cuatro mil kilómetros.
- Estimaciones citadas por el National Security Journal sitúan la sección eficaz de radar frontal del Su-57 entre 0,1 y 1 metro cuadrado, frente a valores del orden de 0,0001 metros cuadrados atribuidos al F-35, lo que muestra una baja observabilidad menor que la de los cazas furtivos estadounidenses.
Materiales compuestos y gestión de firma radar en el Su-57 Felon
Los materiales compuestos ocupan un lugar central en la narrativa técnica sobre el Su-57. Fuentes oficiales rusas y publicaciones especializadas coinciden al señalar que el modelo incorpora una proporción elevada de elementos estructurales de compuestos y recubrimientos radioabsorbentes. Un reportaje de The Aviationist de 2024, basado en información industrial rusa, sitúa los compuestos en torno al veinticinco por ciento del peso estructural y cerca del setenta por ciento de la superficie exterior, con recubrimientos capaces de absorber radiación electromagnética.

Un análisis del National Security Journal que cita al diseñador jefe del programa mantiene el veinticinco por ciento como fracción de la masa en vacío atribuida a compuestos y atribuye a materiales radioabsorbentes el setenta por ciento de la superficie del fuselaje. Rosoboronexport repite en fichas de salones internacionales que esa combinación de compuestos estructurales y recubrimientos reduce la sección eficaz de radar y la firma infrarroja, y la presenta como argumento principal del Su-57E de exportación.
Más allá de la estructura general, la comunicación oficial rusa resalta elementos concretos relacionados con la discreción. TASS describió en 2019 una nueva cúpula de cabina para el Su-57 con vidrio especial recubierto por una película metálica de espesor nanométrico que, según esa información, desvía hacia el exterior la radiación electromagnética que de otra forma incidiría en el interior. La bodega interna de armamento entre las góndolas de los motores, las antenas integradas y los paneles con bordes dentados buscan reducir reflexiones de radar y mantener continuidad exterior.
Prestaciones, planta motriz y armamento del caza Su-57 Felon ruso
Los datos de prestaciones difundidos por Rosoboronexport y publicaciones como EDR Magazine sitúan al Su-57, sobre el papel, dentro de parámetros comparables a los de otros cazas de alta gama. La longitud se aproxima a veinte metros, la envergadura ronda los catorce metros, la masa máxima al despegue se sitúa cerca de treinta y cuatro toneladas y la velocidad máxima roza Mach 2. La autonomía de traslado alcanza unos cuatro mil kilómetros y el techo se acerca a diecinueve mil metros.
El avión dispone de dos bodegas principales y dos laterales internas para transportar misiles aire-aire de medio y largo alcance y municiones aire-superficie. Si la prioridad no recae en la discreción radar, el Su-57 admite soportes externos bajo las alas y el fuselaje. La planta motriz actualmente en servicio incluye dos turborreactores AL-41F1 que proporcionan el empuje necesario para ese perfil de prestaciones.

La versión modernizada Su-57M debe incorporar el nuevo motor Producto 30, también designado AL-51F, con el objetivo de elevar la capacidad de crucero supersónico sostenido y mejorar la eficiencia en consumo de combustible. Esa modernización busca reforzar uno de los criterios asociados a los cazas de quinta generación, el vuelo supersónico prolongado sin poscombustión, que la propaganda rusa atribuye de forma reiterada al Su-57 incluso antes de la plena entrada en servicio de ese propulsor.
Historial operativo y exhibiciones internacionales del Su-57 Felon
El historial operativo del Su-57 aparece de forma recurrente dentro de la promoción oficial. TASS y otros medios rusos recuerdan las misiones de prototipos del PAK FA en Siria en 2018 para pruebas de sensores y armamento en condiciones de combate. La participación del modelo en la guerra de Ucrania desde 2022 se vincula principalmente a lanzamientos de misiles desde espacio aéreo ruso fuera del alcance directo de la defensa antiaérea ucraniana.
Informes de inteligencia y prensa occidentales señalan que el número limitado de unidades operativas y el interés ruso en proteger la tecnología del aparato han orientado su empleo hacia misiones de ataque a distancia sin penetrar en profundidad en espacio aéreo muy disputado. En junio de 2024, la inteligencia militar ucraniana difundió imágenes satelitales con daños por explosión cerca de un Su-57 estacionado en la base de Ajtúbinsk, a casi seiscientos kilómetros del frente.

Reuters y otras agencias describieron ese episodio como el primer impacto documentado contra un avión de este tipo, mientras las autoridades rusas informaron de la interceptación de drones en la región sin reconocer daños directos al caza. La discrepancia entre ambas versiones se suma al interés ruso por preservar la tecnología del Su-57 y refuerza la percepción de que cada ejemplar posee un valor militar y político considerable.
Además de su empleo en combate, el Su-57 ha ganado visibilidad en ferias y exhibiciones aéreas. En el Salón Aeronáutico de China de 2024, en Zhuhai, Rusia desplazó dos aparatos, uno para demostraciones en vuelo y otro en exposición estática. Global Times recogió declaraciones de representantes de Rosoboronexport que presentaron el Su-57E como uno de los escasos cazas furtivos de quinta generación, destacaron experiencia de combate real frente a sistemas Patriot, NASAMS e IRIS-T y anunciaron los primeros contratos de exportación con clientes no identificados.
Críticas, exportaciones iniciales y uso propagandístico del programa Su-57
Rosoboronexport y la Corporación Aeronáutica Unificada utilizaron otros salones, como LIMA 2025 en Malasia y el salón aeronáutico de Dubái, para mostrar maquetas y presentaciones detalladas del Su-57E. En ese contexto repiten la clasificación de caza de quinta generación y atribuyen la reducción de firma radar a la proporción de materiales compuestos, a recubrimientos absorbentes y al transporte interno de armamento, junto con crucero supersónico, radares de banda X y L, sensores distribuidos y compatibilidad con misiles y municiones guiadas de alcance extendido.
En materia de exportación, Rosoboronexport anunció a finales de 2024 la firma del primer contrato externo para el Su-57E. Según Defence Security Asia, la Corporación Aeronáutica Unificada confirmó en 2025 la entrega de dos aparatos a Argelia dentro de un acuerdo que abarcaría doce unidades, con un valor estimado de varios miles de millones de dólares. En las mismas fechas, Business Insider informó de la entrega de dos Su-57 a un cliente extranjero no identificado. Ese pedido atribuido a Argelia, presentado en la prensa especializada como debut internacional del modelo, se suma al contrato estatal ruso por setenta y seis aparatos destinados a tres regimientos de la Fuerza Aeroespacial de Rusia.

Las valoraciones críticas presentes en parte de la literatura especializada occidental acompañan en paralelo a ese énfasis oficial. Un artículo de 2023 en The National Interest planteó si el Su-57 reúne capacidades propias de un caza de quinta generación o si su presentación pública persigue objetivos propagandísticos. Ese texto y otros posteriores sostienen que la sección eficaz de radar del Su-57, menor que la de cazas como F-15 o Su-27, resulta sin embargo mayor que la de los cazas furtivos estadounidenses y que el escaso número de ejemplares limita su impacto militar. En el caso ruso, artículos de The National Interest y del National Security Journal interpretan la insistencia del Kremlin en subrayar el carácter de quinta generación del Su-57, pese a dudas sobre su nivel de furtividad y a la producción limitada, como un esfuerzo orientado al público interno y a potenciales clientes de exportación.
El National Security Journal, en un análisis de la presentación del Su-57E en Dubái, recoge valoraciones de expertos ucranianos y occidentales que subrayan deficiencias en la gestión de firma en la parte trasera del avión, en particular por las toberas de motor circulares, que dificultan la reducción simultánea de emisiones radar e infrarrojas. En el mismo texto aparecen estimaciones de sección eficaz de radar frontal entre 0,1 y 1 metro cuadrado para el Su-57, frente a valores del orden de 0,0001 metros cuadrados atribuidos al F-35. A partir de esos datos, el análisis concluye que el Su-57 no alcanza los niveles de baja observabilidad de los cazas furtivos estadounidenses pese al uso intensivo de compuestos y recubrimientos radioabsorbentes.
Otros autores especializados en defensa describen al Su-57 como un compromiso entre reducción de firma radar, capacidad de carga interna y supermaniobrabilidad. The Aviationist, tras el examen directo de un prototipo expuesto en Zhuhai, destaca maniobras pospérdida de sustentación gracias a superficies móviles y vectorización de empuje, y constata un acabado de paneles y remaches menos depurado que el de otros cazas furtivos, con posibles implicaciones para su nivel de discreción. Un reportaje de Aerospace Global News sobre la demostración del Su-57E en China sostiene que el aparato no alcanza la baja observabilidad ni la aviónica de algunos cazas occidentales de quinta generación, aunque reconoce su maniobrabilidad y capacidad de armamento.
