Rusia sufre graves daños en uno de sus submarinos de la clase Kilo tras un ataque con misiles ucranianos en el puerto de Sebastopol, ubicado en el mar Negro.
Descripción detallada del daño al submarino
Fotos difundidas revelan un impacto crítico en la proa del submarino, con un extenso agujero evidente. Otro daño significativo es visible en la parte posterior, sugiriendo una posible detonación secundaria. Se especula con que la causa podría haber sido una ojiva doble “BROACH”, utilizada en misiles de crucero como el Storm Shadow y el SCALP-EG.
Según diversas fuentes, incluido el Ministerio de Defensa británico, el submarino afectado sería el Rostov-on-Don (B-237). Esta embarcación, parte de la clase Proyecto 636.3, tiene la capacidad de lanzar misiles Kalibr y ha estado en servicio desde 2014 dentro de la Flota del Mar Negro.
Dada la magnitud del daño, es probable que el submarino sea declarado irrecuperable. Si se intenta su restauración, podría llevar años y exigiría un desplazamiento fuera del mar Negro, presentando desafíos logísticos significativos.
Reacciones y especulaciones tras el ataque
Expertos en guerra submarina, como H. I. Sutton y Aaron Amick, han insinuado que este modelo de submarino de la clase Kilo ha quedado irrecuperable. Estas observaciones cuestionan las afirmaciones rusas sobre la futura reparación de la embarcación y su regreso al servicio.
Imágenes satelitales post-ataque también mostraron daños notables, no solo en las embarcaciones, sino también en las infraestructuras del puerto. La integridad de toda la instalación del dique seco parece estar en entredicho.
El Ministerio de Defensa ruso ha indicado que el ataque implicó 10 misiles y tres buques de superficie no tripulados. De esos misiles, afirman que siete fueron neutralizados. Se sugiere que los misiles empleados podrían ser Storm Shadow o SCALP-EG, lanzados desde aviones Su-24 Fencer de la Fuerza Aérea Ucraniana.
Repercusiones y contexto geopolítico
Tras el ataque, Mykola Oleshchuk, jefe de la Fuerza Aérea de Ucrania, elogió la actuación de sus pilotos, insinuando así su implicación directa en la operación.
Este incidente en Sebastopol, un objetivo recurrente desde la invasión rusa a Ucrania, puede tener serias implicaciones estratégicas. Podría desencadenar un reajuste en la disposición de la Flota del Mar Negro o limitar el uso de sus instalaciones portuarias.
Rusia: Vulnerabilidad de la infraestructura de Sebastopol
Debido a daños críticos, Sebastopol ve reducida su capacidad para realizar mantenimientos a la Flota del Mar Negro, en particular en las instalaciones de Sevmorzavod.
El informe de Radio Free Europe/Radio Liberty resalta la mermada operatividad naval de la región, y subraya la carencia de instalaciones alternas en el mar Negro para grandes reparaciones.
Novorossiysk, pese a su posición geográfica, no ofrece soluciones robustas para el mantenimiento de submarinos. Otras áreas de Crimea cuentan con diques flotantes, pero son insuficientes para grandes intervenciones.
Impacto acumulativo sobre las operaciones navales
Dmitry Gorenburg, del think-tank Center for Naval Analyses, enfatiza el gradual declive del control ruso sobre el mar Negro, y no solo por un ataque específico.
Las evaluaciones sobre los daños reales en los diques secos varían. Pese a la posibilidad de que solo se requieran reparaciones menores, este proceso podría tener un periodo extenso.
Este daño estructural limita directamente la operatividad de los principales buques de la Flota del Mar Negro, bajo la amenaza de futuros ataques.
Respuesta defensiva y amenazas emergentes
El ataque del 13 de septiembre podría impulsar la mejora de las defensas aéreas alrededor de Sebastopol. No obstante, las tácticas ucranianas están minando las defensas aéreas rusas con ataques de largo alcance.
Estos ataques buscan disminuir las capacidades rusas de detección y respuesta ante drones y misiles de crucero. A ello se suma la amenaza de los misiles SCALP-EG y Storm Shadows ucranianos.
Se prevé que Ucrania intensifique sus estrategias ofensivas, potencialmente empleando su misil antibuque Neptune para ataques terrestres.
Futuro incierto para la Flota del Mar Negro
Mykhaylo Fedorov, ministro ucraniano de Transformación Digital, anticipa un escenario con más drones y ataques, y una reducción significativa de la presencia naval rusa.
Los constantes ataques hacen vulnerables a los buques rusos en Sebastopol. Con la infraestructura de mantenimiento comprometida, cualquier daño adicional acentuará los desafíos para la Armada rusa.
El balance estratégico en el mar Negro se ve en una encrucijada, y el poder naval ruso podría verse seriamente comprometido si no se adoptan medidas adecuadas.