El reciente anuncio de Suecia sobre su ayuda militar a Ucrania ha generado controversia, especialmente por la inclusión del avión Gripen. El ministro de Defensa sueco, Pål Jonson, informó que el paquete de asistencia incluirá piezas de repuesto para 14 cazas Gripen.
Este es el primer comentario oficial de Suecia sobre el Gripen en el marco de su apoyo a Ucrania. No obstante, no se ha especificado si el país tiene previsto enviar los aviones. La entrega de repuestos para 14 aeronaves sugiere que Suecia podría estar preparándose para un escenario en el que Ucrania reciba los Gripen en el futuro.
A pesar de esta información, Jonson aclaró que la prioridad de la coalición internacional sigue siendo el envío de cazas F-16 a Ucrania. Según el ministro, los Gripen se consideran una opción secundaria en este contexto.
La declaración añade incertidumbre sobre la situación, ya que no se sabe si Suecia está comprometida a enviar los Gripen o si la inclusión de las piezas de repuesto es una medida preventiva ante una posible decisión futura.
El enfoque cauteloso de Suecia en cuanto a los Gripen refleja un delicado balance entre sus compromisos con Ucrania y sus necesidades de defensa nacional.
La falta de claridad sobre la oferta de los Gripen, sumada a la priorización de los F-16, deja abierta la duda de si los Gripen serán transferidos eventualmente o si las piezas de repuesto son simplemente una preparación ante un posible cambio de dirección.
Suecia aún no ha ofrecido una respuesta definitiva, lo que mantiene a la comunidad internacional pendiente de la evolución de la situación.
La discusión sobre el suministro de los aviones Gripen a Ucrania ha sido un tema debatido por Suecia durante el último año. A mediados de 2023, el gobierno sueco encargó un estudio formal para evaluar la viabilidad de la transferencia de los aviones.
El objetivo del estudio era determinar cuántos aviones podrían enviarse sin comprometer las capacidades de defensa de Suecia. Además, se evaluaron los requisitos de formación, logística y el tiempo necesario para reemplazar las aeronaves. Los informes indicaban que una posible transferencia podría implicar entre 16 y 18 aviones, una parte significativa de la flota operativa del país.
Suecia entrena a personal ucraniano en el Gripen
Suecia permitió que pilotos y personal de tierra ucranianos participaran en un curso de orientación sobre el Gripen, que incluyó vuelos de prueba y ejercicios en simuladores. Esta decisión aumenta las especulaciones sobre un posible envío de aviones, ya que los Gripen son considerados adecuados para las necesidades de Ucrania debido a su capacidad para operar desde pistas cortas e improvisadas y sus avanzadas capacidades de guerra electrónica.
A pesar de esto, el gobierno sueco ha evitado comprometerse a transferir los aviones de inmediato. La falta de compromiso se justifica por las complejidades logísticas y la necesidad de que Ucrania siga integrando los F-16 proporcionados por Occidente.
La inclusión de “piezas de repuesto para 14 aviones Gripen” podría verse como un paso preparatorio para una posible transferencia. Estas piezas asegurarían que Ucrania pueda mantener los Gripen si finalmente los recibe.
Por ahora, los Gripen siguen siendo una opción sobre la mesa mientras Suecia continúa evaluando sus opciones. La decisión parece depender de las necesidades cambiantes de Ucrania y de la capacidad de Suecia para reemplazar cualquier avión transferido sin poner en peligro su propia defensa.
Los recientes acontecimientos sugieren que Suecia está preparando cuidadosamente el terreno para una posible entrega de los Gripen, manteniendo abierta la posibilidad de reforzar las capacidades aéreas de Ucrania en el futuro.
La especulación sobre la transferencia de aviones Gripen continúa. Aunque no se ha tomado una decisión formal, las piezas de repuesto y las evaluaciones en curso indican que Suecia podría estar preparándose para un escenario en el que los Gripen refuercen la defensa aérea de Ucrania.
Estas decisiones no solo dependen de las evaluaciones internas de defensa de Suecia, sino también de la aprobación de Estados Unidos, ya que los sistemas Gripen incluyen componentes fabricados en ese país.
A pesar de que las conversaciones sobre el Gripen han estado en curso por más de un año, la situación cambió en 2024. Ucrania optó por priorizar la integración de los F-16 de la OTAN, dada su mayor compatibilidad y disponibilidad, dejando de lado temporalmente al Gripen.
Suecia mantiene abierta la opción de los Gripen para Ucrania
Tobias Billström, ministro de Asuntos Exteriores de Suecia, confirmó que, aunque el Gripen era una opción seria para Ucrania, el gobierno de Kiev prefirió centrarse en una única plataforma aérea debido a la simplicidad logística. A pesar de esta decisión, Suecia ha dejado abierta la posibilidad de futuras conversaciones y ha enfatizado que el Gripen sigue siendo una opción viable frente a las necesidades cambiantes de Ucrania.
El ejército sueco ya había comenzado a preparar a los pilotos y al personal técnico ucraniano, lo que permitió evidenciar la idoneidad del Gripen para los desafíos operativos de Ucrania, especialmente por su capacidad para operar desde pistas improvisadas y carreteras civiles.
A pesar de estos primeros avances, la implementación a gran escala del soporte para el Gripen aún no se ha concretado, dejando el futuro en un estado de espera cautelosa.
El Gripen presenta ventajas importantes adaptadas al entorno de combate de Ucrania. Su destacada capacidad de guerra electrónica, su mantenimiento económico y su flexibilidad para operar en condiciones dispersas lo convierten en una alternativa atractiva a otros cazas occidentales.
A diferencia del F-16, más grande y complejo, el Gripen ha sido diseñado para ser más flexible y eficiente, características clave para asegurar operaciones aéreas en un contexto de amenazas constantes.
Suecia sigue evaluando sus opciones y, mientras tanto, mantiene su apoyo a los esfuerzos europeos para fortalecer la defensa de Ucrania. El Gripen representa el compromiso de Suecia con Ucrania, a la vez que equilibra sus propias necesidades de defensa, en un escenario geopolítico cada vez más complejo.