Saab impulsa un proyecto nacional para reemplazar al Gripen y mantener la autonomía sueca en tecnología militar aérea frente a desafíos geopolíticos crecientes.
Saab presiona al gobierno para financiar un nuevo sistema de combate
Con una trayectoria consolidada en la industria aeroespacial militar, Suecia ha decidido avanzar hacia el desarrollo de un caza de sexta generación, alejándose del emblemático JAS 39 Gripen. El director ejecutivo de Saab, Micael Johansson, lidera este impulso, exhortando al gobierno a comprometer recursos para garantizar la posición tecnológica del país en las próximas décadas. A pesar de que el Gripen continuará operativo al menos hasta 2060, Johansson sostiene que Suecia debe anticiparse a los cambios del entorno estratégico internacional.
El planteamiento del CEO de Saab responde a las tendencias emergentes en la aviación de combate. En septiembre de 2023, durante una entrevista con Breaking Defense, solicitó formalmente que la Agencia de Material de Defensa sueca (FMV) financie un estudio técnico integral. Esta propuesta se alinea con pronunciamientos previos del gobierno, como los realizados en el Salón Aeronáutico de París de junio del mismo año, que subrayaron la urgencia de explorar tecnologías de próxima generación.
En opinión de Johansson, esperar más para iniciar pruebas y simulaciones técnicas podría poner en riesgo la capacidad de Suecia para liderar en sistemas de combate aéreos. El ejecutivo considera prioritario establecer desde ahora las bases tecnológicas para desarrollar el sucesor del Gripen, aún si la necesidad operativa no es inmediata.
El actual Gripen, que integra avances como las versiones E/F, continúa siendo un caza relevante. Países como Brasil, Hungría, Tailandia y la República Checa lo utilizan activamente. No obstante, Johansson advierte que, frente a tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial, la guerra en red o los sistemas stealth avanzados, Suecia debe prepararse con antelación para no quedar rezagada.
Detalles clave sobre el programa sueco de sexta generación
- El Gripen seguirá activo hasta al menos 2060, pero Saab busca su reemplazo.
- Saab solicitó a la FMV financiar estudios sobre tecnologías futuras.
- Suecia se retiró del programa Tempest para priorizar un desarrollo propio.
- El proyecto contempla integrar sistemas tripulados y no tripulados.
- Una posible demostración del FFS ocurriría en 2026.
- Suecia busca compatibilidad con sistemas aliados de la OTAN.
La autonomía nacional marca la estrategia de desarrollo sueca

A diferencia de otros países europeos que participan en proyectos conjuntos como el FCAS (Francia, Alemania, España) o el GCAP (Reino Unido, Italia, Japón), Suecia ha optado por estudiar de forma independiente sus opciones. Si bien participó como observador en el programa Tempest entre 2019 y 2022, decidió retirarse y centrar sus esfuerzos en evaluaciones internas.
Según declaraciones de un funcionario sueco a Breaking Defense en noviembre de 2023, esta decisión permite a Suecia mantener abiertas todas las posibilidades: desarrollar un sistema nacional, buscar socios selectos o incluso adquirir soluciones externas, sin comprometerse prematuramente.
En este sentido, el ejemplo estadounidense con su programa Next Generation Air Dominance (NGAD) ofrece un precedente de desarrollo nacional exitoso que también influye en el modelo sueco. Johansson sostiene que Saab posee capacidades únicas en el mundo occidental para diseñar sistemas completos de combate de manera autónoma.
Con una experiencia acumulada en modelos como el Saab 35 Draken y el Saab 37 Viggen, Saab se posiciona como OEM (fabricante original) con alta especialización en integración de tecnologías complejas. Esta autonomía permitiría a Suecia adaptar sus diseños a las necesidades de su Fuerza Aérea y garantizar la interoperabilidad con aliados de la OTAN, a la que ingresó oficialmente en marzo de 2024.
Condiciones globales desafían la planificación del nuevo avión
El desarrollo del nuevo caza enfrenta riesgos derivados del contexto internacional. La inestabilidad en las cadenas de suministro, exacerbada por la pandemia de COVID-19 y la guerra en Ucrania, dificulta la elaboración de presupuestos realistas y la definición de cronogramas sostenibles.
Johansson ha advertido que estas condiciones complican la planificación industrial. En septiembre de 2023, el almirante de la OTAN Sir Keith Blount respaldó su postura, pidiendo una mayor cooperación entre la industria y la alianza atlántica. Blount consideró que la OTAN debe favorecer asociaciones estratégicas con la industria frente a intereses estrictamente nacionales.

Si bien esta perspectiva podría favorecer colaboraciones a futuro, actualmente Suecia prefiere preservar su autonomía tecnológica. No obstante, Saab ha comenzado a expandir su capacidad de producción, con planes para cuadruplicar la fabricación de aeronaves en respuesta al incremento de la demanda global.
Mientras Lockheed Martin enfrenta cuestionamientos por los altos costos del programa F-35, Saab ha aprovechado la coyuntura para ganar presencia en mercados emergentes, como Colombia y Tailandia. Esta expansión contribuye a reforzar su base industrial de cara a futuros desarrollos.
Saab apunta a un caza como nodo central de un ecosistema conectado
En mayo de 2024, la Agencia de Material de Defensa (FMV) otorgó a Saab un contrato para realizar estudios sobre sistemas de combate del futuro. Estos trabajos, que continuarán hasta 2025, abarcan tanto soluciones tripuladas como no tripuladas, con análisis operativos, desarrollo tecnológico y posibles demostraciones para 2026.
la guerra en Ucrania y la incorporación de Suecia a la OTAN han motivado un cambio de paradigma en la defensa nacional, que ahora incluye una proyección de poder en el Atlántico Norte. Esto implica nuevas exigencias para la futura flota aérea del país.
De acuerdo con Defense News (mayo de 2024), Suecia evalúa incorporar tecnologías autónomas y capacidades MUM-T (sistemas tripulados-no tripulados) en su próximo avión de combate. Saab ha dado señales en esta dirección al adquirir en agosto de 2024 a Blue Bear, empresa británica especializada en enjambres de drones.
Esta integración sugiere que el futuro caza sueco podría funcionar como plataforma central en un sistema de combate aéreo distribuido. Con ello, Suecia busca situarse en la vanguardia tecnológica del siglo XXI, asegurando su relevancia militar e industrial a largo plazo.