El Consejo Federal confirmó que no completará 36 F-35A dentro del límite de 6.000 millones de CHF y priorizará compras parciales sin cancelar el programa.
Costes FMS y tope legal impiden la entrega de 36 F-35A en Suiza
Suiza confirmó el 12 de diciembre de 2025 que no podrá completar la compra de 36 F-35A. El Consejo Federal admitió que no puede garantizar la entrega dentro del límite de 6.000 millones de francos suizos aprobado en 2020. Estados Unidos comunicó sobrecostes de hasta 1.300 millones bajo el esquema FMS. Ese aumento supera el tope legal y obliga a reducir la ambición o a buscar nueva autorización parlamentaria para cubrir la diferencia financiera.
El gobierno suizo señaló que comprará la mayor cantidad posible de aviones dentro del marco vigente y descartó solicitar de inmediato un crédito suplementario. También reiteró que no prevé cancelar el programa F-35. La fase de ejecución continúa con alcance restringido. El límite financiero y el tamaño inicial de la flota resultan incompatibles de forma simultánea, según la comunicación oficial, por lo que la adquisición pasará por ajustes cuantitativos mientras se mantenga el techo de 6.000 millones.
El referéndum de septiembre de 2020 aprobó un máximo de 6.000 millones, equivalentes a unos $7.220 millones. La actualización de costes trasladada por Washington impide respetar ese límite sin recortar unidades. El Ejecutivo explicó que la inflación en Estados Unidos, el encarecimiento de materias primas y decisiones arancelarias alimentaron la nueva estimación. La estructura FMS, con precios por lotes de producción, impidió un precio global fijo para todas las aeronaves previstas en el contrato.
El Consejo Federal añadió que los actuales programas de aviación de combate y defensa antiaérea terrestre solo ofrecen cobertura limitada frente a amenazas aéreas y no satisfacen por completo necesidades a largo plazo. Por ello, anunció medidas de priorización interna antes del próximo ciclo presupuestario. El planteamiento oficial busca conservar la continuidad del proyecto mientras se ajustan cantidades y cronogramas, sin renunciar a la modernización ni a la capacidad de policía aérea en todo el territorio.

Puntos clave del límite de 6.000 millones y los sobrecostes
- El tope de 6.000 millones de CHF aprobado en 2020 ya no cubre 36 F-35A.
- Estados Unidos estimó sobrecostes de hasta 1.300 millones de CHF bajo FMS.
- El gobierno comprará el máximo posible sin pedir hoy un crédito adicional.
- La continuidad del programa F-35 se mantiene sin planes de cancelación.
- La cobertura aérea actual continúa limitada frente a amenazas de largo plazo.
Hoja de ruta oficial y pasos para priorizar compras en 2026 y 2027
En coherencia con su diagnóstico, el Consejo Federal ordenó al ministerio de Defensa presentar antes de finales de enero una priorización interna de requisitos para 2026 y 2027. El objetivo consiste en determinar cuántos aviones pueden adquirirse de forma realista dentro del límite de 6.000 millones de francos. La instrucción busca sustentar decisiones escalonadas y asegurar que los contratos activos se alineen con el techo financiero vigente sin comprometer la continuidad operativa de la Fuerza Aérea.
Si el gobierno intenta alcanzar el acuerdo original de 36 aeronaves firmado en 2022, necesitará nueva aprobación parlamentaria y podría afrontar otra consulta popular. Mientras tanto, la referencia estratégica de 2017 sobre la defensa antiaérea del Futuro permanece en vigor. Ese documento describe una necesidad estructural de entre 55 y 70 cazas modernos a largo plazo, lo que deja un desfase entre la compra inmediata con presupuesto limitado y el objetivo de estructura de fuerzas.
El contrato inicial se firmó en septiembre de 2022 bajo el esquema FMS, con entregas previstas a partir de 2027. Esa arquitectura contractual asigna precios por lotes y por calendario de producción. Cualquier cambio de configuración o de plazos afecta los montos estimados por la autoridad estadounidense. La planificación suiza deberá equilibrar compromisos, cronogramas y capacidades, con el fin de evitar brechas en la cobertura nacional y en la disponibilidad de medios para la policía aérea.
El Ejecutivo anticipó que la priorización interna servirá para definir cantidades, fases y supuestos financieros. Esa labor pretende ordenar paquetes de compra, compaginar entrenamiento y recepción de aeronaves, y sostener la transición desde los F/A-18 y F-5. Las decisiones resultantes quedarán condicionadas por la respuesta de Washington sobre precios y calendarios de lotes, y por la disposición del Parlamento a autorizar recursos adicionales si la opción de 36 aparatos reaparece.
Marco FMS, efecto arancelario y negociación fallida sobre precio fijo

La restricción presupuestaria se asocia de forma directa con el sistema FMS de Estados Unidos, que fija precios por lotes de producción y no mediante una suma cerrada para todo el programa. Las autoridades suizas atribuyeron las nuevas estimaciones a la inflación en Estados Unidos, al mayor coste de materias primas y a políticas arancelarias estadounidenses. En julio de 2025, Washington impuso un arancel del 39 % a exportaciones suizas, con efectos políticos y financieros sobre la adquisición.
Las negociaciones bilaterales sobre la interpretación de un precio fijo terminaron sin acuerdo en agosto de 2025. Ese desenlace llevó al gobierno suizo a estudiar alternativas con tres vías principales. La primera consiste en reducir el número de aviones. La segunda contempla renegociar compensaciones industriales. La tercera considera solicitar créditos adicionales. Las opciones podrían combinarse según la evolución de costes, la posición del Parlamento y el calendario de producción comunicado por Estados Unidos.
El mecanismo FMS coloca a los compradores dentro de una cadena de suministro sujeta a decisiones estadounidenses. La fijación de precios por lotes, la carga arancelaria y la inflación trasladan variaciones que alteran el coste total de adquisición. Suiza trató de anclar un concepto de precio estable por aeronave y por paquete de misión. La ausencia de acuerdo confirmó que los importes finales dependen de procedimientos del gobierno estadounidense y de su propia ejecución industrial.
El Ejecutivo suizo explicó que un enfoque gradual permitiría preservar la interoperabilidad, sostener la capacitación y litigar menos riesgos financieros. Por esa razón, la comunicación oficial prioriza compras al amparo del límite aprobado e identifica el tamaño definitivo como una decisión posterior. El horizonte de 2027 para primeras entregas permanece como intención, supeditada a la concreción de lotes, a la coordinación logística y a nuevas verificaciones técnicas dentro de la cadena F-35.
Evaluación comparativa, debate político y encuadre jurídico de la compra

El proceso de evaluación comenzó en 2019 y comparó el F-35A con el Rafale, el Eurofighter Typhoon y el F/A-18E/F Super Hornet. El análisis abarcó eficacia, apoyo logístico, cooperación y costes a 30 años. Con esos elementos, en junio de 2021 el Consejo Federal eligió el F-35A. La decisión acumuló sensibilidad política porque el referéndum de 2020 se aprobó por 50,1 %, y porque varias mociones parlamentarias pidieron suspender o revisar la compra.
Las revisiones jurídicas confirmaron que, aunque algunos componentes contractuales quedaron fijados en fases concretas, los precios finales de las aeronaves siguen sujetos a procedimientos del gobierno estadounidense. Ese encuadre limitó la previsibilidad financiera del paquete completo. La autoridad suiza, además, destacó que la estructura FMS ofrece garantías de suministro y de soporte, aunque introduce dependencias frente a decisiones externas sobre producción, cronogramas y modificaciones técnicas que afectan el costo y la entrega.
El debate se amplió con estimaciones de ciclo de vida. Los costes de operación y apoyo se calcularon en 15.500 millones de francos durante 30 años, sin garantías firmes de estabilidad a largo plazo. Suiza ya desembolsó 700 millones y tenía previsto transferir otros 300 millones, lo que reduce el margen de salida sin penalizaciones. Ese contexto fortaleció argumentos a favor de priorizar adquisiciones parciales hasta contar con mayor certidumbre sobre la evolución de precios y capacidades.
Los F-35A suizos incorporan hardware Technology Refresh 3, necesario para activar el software Block 4. El proceso de actualización presenta retrasos, complejidad de integración y costes superiores a lo previsto, con trabajos pendientes en sistemas de refrigeración y propulsión. Aunque la elección buscó ampliar arsenal, mejorar fusión de sensores y aumentar capacidad de cálculo, la mejora de capacidades en el corto plazo depende del ritmo de desarrollo del Block 4 y de su entrega efectiva.
Calendario de entregas, transición de flota y participación industrial

Las autoridades subrayaron la necesidad de coordinar entregas con la retirada progresiva de los F/A-18 Hornet y F-5 Tiger, descrita como irreversible. La planificación prevé entregas entre 2027 y 2030 y despliegue en Payerne, Emmen y Meiringen para sostener la policía aérea nacional. Suiza firmó un primer lote de ocho aviones. Las primeras unidades pasarán por pruebas en Estados Unidos antes de su entrega y algunas aceptaciones finales ocurrirán en Cameri, Italia.
El debate incluyó reservas de armamento. Versiones públicas señalaron municiones limitadas en las primeras entregas, con compras adicionales por varios cientos de millones de francos para lograr plena capacidad operativa. Las autoridades sostuvieron que el paquete de 6.000 millones incluye equipamiento y armas de misión. Ese cruce de posiciones reforzó la prudencia presupuestaria del Ejecutivo, que prioriza asegurar la continuidad de la misión de policía aérea sin comprometer el marco legal vigente.
Suiza participa en la cadena global de suministro del F-35 mediante compromisos de compensación industrial. El proyecto RIGI, preaprobado en junio de 2024, autoriza a RUAG a ensamblar y probar cuatro F-35A suizos con apoyo técnico de Lockheed Martin. Kugler Bimetal SA fabrica componentes metálicos y bimetálicos de alta precisión para aplicaciones aeroespaciales, como sistemas de actuación, conjuntos hidráulicos y mecanismos del tren de aterrizaje, de acuerdo con su especialización en mecanizado y tolerancias estrictas.
Suprem SA coopera con Northrop Grumman en compuestos termoplásticos avanzados de fibra continua y en procesos de fabricación aditiva con posible aplicación en estructuras y componentes aeronáuticos. Además, al menos otras quince empresas suizas intervienen de forma indirecta en actividades de compensación, entre ellas mecanizado de precisión, sensores, electrónica, óptica, sistemas de misión, materiales compuestos, software y servicios de mantenimiento. Esa red industrial respalda el programa, aunque no define funciones centrales de producción.
