Cazas F/A-18E/F del USS Gerald R. Ford realizan salidas cerca de Venezuela en la operación Southern Spear, con imágenes oficiales y comunicados del Comando Sur.
Despliegue del Gerald R. Ford y salidas de F-18E/F en el mar Caribe
Dentro de la operación Southern Spear, cazabombarderos F/A-18E y F/A-18F del USS Gerald R. Ford realizan salidas de entrenamiento y patrulla sobre el mar Caribe desde posiciones cercanas a la costa venezolana, con control del Comando Sur. Imágenes oficiales de noviembre de 2025 y notas de las autoridades militares de Estados Unidos sustentan las actividades y muestran despegues, recuperaciones y vuelos sobre el grupo, mientras el superportaaviones nuclear mantiene presencia en el área regional.
🇺🇸⚡- Incredible footage of CVN-68 USS Nimitz in the South China Sea. A Super Hornet jet passes right underneath the camera helicopter. pic.twitter.com/AhgNLzXMbG
— Monitor𝕏 (@MonitorX99800) November 14, 2025
El grupo de portaaviones Gerald R. Ford cruzó al área de responsabilidad del Comando Sur el 11 de noviembre de 2025 tras abandonar aguas europeas. La fuerza entró en el mar Caribe el 16 de noviembre por el paso de Anegada, al noreste de las Antillas Menores. Comunicados del Comando Sur y de la Marina estadounidense situaron su misión dentro de Southern Spear con énfasis en seguridad territorial y acciones contra redes de narcotráfico.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, formalizó la denominación Southern Spear en noviembre y explicó que, con la llegada del Gerald R. Ford, la operación reuniría cerca de una docena de buques de guerra y alrededor de 12.000 marinos e infantes de Marina en el Caribe y el Pacífico oriental. Para esa fecha, según datos del Comando Sur, Estados Unidos había realizado ataques con munición real contra embarcaciones señaladas por narcotráfico.
Para entonces, las fuerzas estadounidenses sumaban 20 ataques desde septiembre contra embarcaciones acusadas de transportar drogas, con un saldo de al menos 80 muertos, la mayoría en el Caribe. Esas cifras aparecieron en divulgaciones del propio Comando Sur y en recopilaciones de agencias internacionales. Los textos oficiales destacaron el objetivo de degradar y desmantelar organizaciones criminales transnacionales y reforzar la seguridad de Estados Unidos, como parte de Southern Spear en el teatro regional.
Datos clave del despliegue y de Southern Spear
- Cruce al área del Comando Sur el 11 de noviembre de 2025.
- Entrada al mar Caribe por el paso de Anegada el 16 de noviembre.
- Cerca de una docena de buques y unos 12.000 efectivos involucrados.
- Veinte ataques desde septiembre y al menos 80 muertos reportados.
- Asignación del grupo a la Cuarta Flota bajo control del Comando Sur.
Capacidades del USS Gerald R. Ford y composición del grupo naval
El Gerald R. Ford, primer buque de su clase y considerado el portaaviones más grande en servicio, desplaza alrededor de 100.000 toneladas. La Marina instaló catapultas electromagnéticas EMALS y un sistema avanzado de frenado AAG en sustitución de vapor y cables. El diseño busca alrededor de un treinta por ciento más salidas aéreas que la clase Nimitz gracias a mejoras en cubierta, automatización y un radar de doble banda con funciones combinadas.
El Grupo de Portaaviones Gerald R. Ford incluye el superportaaviones y destructores de la clase Arleigh Burke USS Bainbridge, USS Mahan y USS Winston S. Churchill, entre otros escoltas sujetos a rotación según necesidades operativas. La agrupación figura asignada a la Cuarta Flota y opera bajo el Comando Sur, con coordinación de buques guardacostas, aviones P-8A Poseidon y aeronaves de vigilancia de otras ramas en el Caribe y el litoral atlántico.
En la cubierta del Gerald R. Ford opera el Ala Aérea Embarcada 8 con escuadrones de F/A-18E y F/A-18F Super Hornet, E/A-18G Growler, E-2D Advanced Hawkeye, C-2A Greyhound y helicópteros MH-60R y MH-60S. El despliegue actual incorpora VFA-31, VFA-37, VFA-87, VFA-213, VAQ-142, VAW-124 y unidades de helicópteros HSC-9 y HSM-70, de acuerdo con listados oficiales y recopilaciones de publicaciones especializadas en aviación militar, divulgadas por la Marina de Estados Unidos y medios sectoriales.
La Marina describe el F/A-18E/F Super Hornet como caza de ataque multirol con dos motores F414, con velocidad superior a Mach 1,8, techo operativo por encima de 15.000 metros y un radio de combate aproximado de 1.275 millas náuticas en configuración ligera. Dispone de capacidad para empleo de misiles aire-aire, misiles antibuque y bombas guiadas de precisión. La variante E aporta un asiento y la F incorpora dos plazas para misiones complejas.
Guerra electrónica, F-35 basados en tierra y ausencia en el Ford actual
El E/A-18G Growler, derivado biplaza del Super Hornet, figura como avión de ataque electrónico con receptores ALQ-218, barquillas de perturbación ALQ-99 y, en el futuro, el sistema ALQ-249, además de un radar APG-79 de barrido electrónico activo. Su función principal consiste en detección, perturbación y, cuando resulta necesario, degradación de radares y comunicaciones adversarios para brindar protección al ala aérea y abrir corredores en entornos operacionales, según documentación oficial de la Marina estadounidense.
A pesar de su modernidad, el Gerald R. Ford no embarca cazas furtivos F-35C Lightning II. Fuentes oficiales y técnicas señalan falta de una primera gran revisión en servicio, fase que incorporará modificaciones estructurales e infraestructura para operación rutinaria del modelo naval. Publicaciones especializadas recuerdan una planificación de la Marina, vigente desde finales de la década de 2010, que prevé integración de F-35C después de completar esos trabajos y certificar plenamente compatibilidades de EMALS y apuntaje.
La ausencia de F-35C a bordo se compensa en parte con F-35 basados en tierra. En septiembre de 2025, Estados Unidos ordenó el envío de diez F-35 a Puerto Rico para refuerzo de la campaña antidrogas, y días después se vieron cinco aparatos en Roosevelt Roads, en Ceiba, con pistas y calles de rodaje en proceso de reacondicionamiento. Fotografías y medios documentaron helicópteros, convertiplanos Osprey, aviones de transporte y tiendas de campaña desplegadas en la instalación.
Las aeronaves F-35 con base en Puerto Rico poseen alcance suficiente para cubrir gran parte del Caribe y alcanzar territorio continental venezolano desde instalaciones como Roosevelt Roads. Ese despliegue se sumó a la llegada del Grupo Anfibio Iwo Jima, con un buque de asalto anfibio y dos buques de transporte, y a la presencia de bases y emplazamientos de cooperación en Honduras, Cuba, Aruba y Curazao, usados tradicionalmente para misiones de interdicción de drogas.
Imágenes, ejercicios conjuntos y perfiles de salidas desde el Ford
Material difundido por los servicios de comunicación del Departamento de Defensa mostró, desde mediados de noviembre, operaciones aéreas del Gerald R. Ford en el Caribe. En fotografías del 18 de noviembre, la Marina documentó el lanzamiento de un F/A-18F desde una catapulta electromagnética con el portaaviones en navegación y personal de cubierta con chalecos y cascos. Otras secuencias recogieron apontajes de F/A-18E y F/A-18F, reabastecimiento en la mar y vuelos de helicópteros MH-60 sobre el grupo.
Una imagen de Reuters tomada el 13 de noviembre representó al grupo del Gerald R. Ford en formación con los destructores Winston S. Churchill, Mahan y Bainbridge en el Atlántico occidental, con F/A-18E/F y un B-52H de la Fuerza Aérea en vuelo sobre la agrupación. Días después, el Comando Sur informó sobre un ejercicio de demostración de ataque de bombardero en su área de responsabilidad con participación de B-52 y aviones de combate en Southern Spear.
Publicaciones especializadas y portales de seguimiento de actividad militar en el Caribe interpretaron las salidas de F/A-18E/F desde el Gerald R. Ford, a partir de imágenes oficiales y patrones de estos despliegues, como simulaciones de ataques contra objetivos en territorio venezolano. Esas piezas destacaron despegues de Super Hornet con depósitos de combustible suplementarios y armamento de ejercicio, y operaciones a distancias compatibles con alcanzar la costa venezolana y regresar al portaaviones sin reabastecimiento aéreo.
El contexto de las operaciones de la aviación naval dentro de Southern Spear vincula una campaña de presión militar sobre el gobierno de Nicolás Maduro, con operaciones de interdicción marítima y ejercicios aéreos en el área. Comunicados del Comando Sur ubicaron la actuación del grupo de portaaviones en su área de responsabilidad y destacaron coordinación con plataformas de vigilancia y apoyo para reforzar la seguridad del territorio estadounidense y degradar redes asociadas al narcotráfico.
Respuesta venezolana, consecuencias civiles y diplomacia regional
El gobierno venezolano rechazó acusaciones de narcotráfico contra Nicolás Maduro y su entorno y las consideró intento de justificar intervención militar ilegal. Autoridades de Caracas afirmaron que muertos en las embarcaciones atacadas no eran traficantes y denunciaron el abordaje y registro de un pesquero venezolano por un destructor de Estados Unidos dentro de la zona económica exclusiva. Además, Ejecutivo acusó a Washington de usar la etiqueta de narcoterrorismo para encubrir una estrategia de cambio de régimen.
En paralelo al despliegue naval y aéreo estadounidense, el gobierno de Nicolás Maduro ordenó la activación de unidades de milicia y la movilización de tropas en varios estados. Actos públicos y discursos de mandos militares aparecieron en la televisión estatal con transmisiones simultáneas el 11 de noviembre, fecha que coincidió con la entrada del Gerald R. Ford en el área del Comando Sur. Imágenes de agencias mostraron formaciones en La Guaira frente al litoral caraqueño.
A finales de noviembre, al menos seis aerolíneas internacionales suspendieron o cancelaron vuelos hacia y desde Caracas después de una advertencia de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos sobre incremento de actividad militar en el espacio aéreo en torno a Venezuela. Ese aviso motivó medidas de precaución por parte de compañías con rutas en la región y reflejó la tensión derivada del despliegue y de operaciones militares en el Caribe, según comunicados y reportes.
Desde principios de septiembre, Estados Unidos atacó al menos 21 embarcaciones en el Caribe y el Pacífico oriental, acusadas de transportar drogas, con un saldo de 83 muertos según recuentos que combinaron comunicados del Comando Sur con datos de Naciones Unidas y organizaciones humanitarias. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos calificó las muertes como ejecuciones extrajudiciales, mientras la administración estadounidense sostuvo que se trató de narcoterroristas con amenaza para su población.