Kiev ha recibido el primer envío de tanques M1A1 Abrams estadounidenses, marcando un hito significativo en la guerra con Rusia.
Llegada anticipada y confirmación oficial
Recientes reportes destacan la recepción por parte de Ucrania de un lote de tanques M1A1 Abrams, mucho antes de lo prometido. Fuentes tanto ucranianas como estadounidenses han confirmado esta información.
Sabrina Singh, portavoz del Pentágono, confirmó el 25 de septiembre la llegada de estos vehículos blindados, resaltando su relevancia en la cooperación defensiva. Singh declaró: “En cuanto a la magnitud de las tropas o las maniobras militares en el campo de batalla, diferiría tales discusiones en profundidad a las autoridades ucranianas”.
A pesar de que Washington había informado a Kiev de una llegada programada para enero, los tanques ya se encuentran en territorio ucraniano, y se espera que tengan una participación activa en enfrentamientos en el sur y este del país.
Modificaciones y preocupaciones de seguridad
Existen informaciones que sugieren que Ucrania no ha recibido las versiones originales de los tanques, incluyendo las versiones más antiguas enviadas para contrarrestar la invasión rusa de febrero de 2022. Esto es aplicable tanto para los tanques M1A1 como para los Leopard 2 de Alemania.
Aunque inicialmente se pensó enviar la versión M1A2 a Europa del Este, posteriormente se optó por la versión M1A1. Esta decisión se justificó debido a que había tanques M1A1 disponibles, aunque necesitaban renovación.
Recientes pruebas sugieren precauciones de Alemania y EE. UU. para evitar que tecnologías avanzadas lleguen a manos de Moscú. Se ha especulado sobre modificaciones en los Abrams para retirar tecnologías sensibles. Asimismo, no se espera que se entreguen con el blindaje original, que es altamente confidencial.
Enigma sobre las modificaciones realizadas
Se mantiene un misterio sobre las especificaciones exactas y modificaciones realizadas a los tanques M1A1 Abrams entregados a Ucrania. El blindaje original, un secreto altamente guardado en EE. UU., no ha sido incluido en los tanques que se encuentran en Europa. Además, no está claro qué otros componentes han sido modificados o retirados de estos tanques para evitar que tecnologías cruciales caigan en manos rusas.
Además de los Abrams, se señala que los tanques Leopard 2 alemanes también han sido entregados a Ucrania con modificaciones significativas.
Táctica de protección tecnológica
El coronel Jürgen Rose, experto en estrategias militares, indicó que la utilización de partes antiguas en tanques no es exclusiva de los vehículos, sino que puede extenderse a otras armas. Esta táctica se desarrollaría con el objetivo de resguardar la tecnología avanzada.
Se intensifican los informes sobre dificultades técnicas en los módulos de puntería de los tanques Leopard destinados a Ucrania. Se destacan incoherencias en dichos módulos, junto con problemas en su recalibración.
El general de brigada Karan Singh Rathore, del Regimiento Blindado Poona, apoya la teoría de que las naciones occidentales podrían estar reteniendo tecnologías punta para evitar su exposición a enemigos.
Reproducción de tecnología: Una tarea compleja
Algunos sistemas militares actuales, que podrían parecer desfasados, aún generan interés. Sin embargo, su reproducción se percibe complicada, como expone Guodong Chen, experto chino en ingeniería aeroespacial.
Chen resalta que Rusia podría beneficiarse al comprender el blindaje compuesto de los tanques occidentales, aunque este conocimiento no tenga aplicación directa a sus vehículos debido a distintos requerimientos.
El ingeniero chino compara los tanques actuales con la caballería de antaño, sugiriendo que estos vehículos podrían quedar obsoletos y desaparecer de la esfera militar en los próximos años.
Desafíos y pérdidas militares en Ucrania
Las preocupaciones de los proveedores occidentales en Ucrania son legítimas. No existe un arma invulnerable en este conflicto. Tanques como el Leopard 2 y el Challenger 2 ya han sufrido ante los misiles antitanque rusos y los drones Lancet.
El destino de estos tanques, incluyendo al estadounidense Abrams, refuerza la idea de que se entreguen con modificaciones no originales, corroborada por políticas de naciones como EE. UU. y Alemania.