Fuerzas ucranianas habrían utilizado tanques británicos Challenger 2 en la región rusa de Kursk, marcando una posible escalada en la guerra.
Challenger 2: suministros británicos clave para Ucrania
Imágenes de una transmisión televisiva sugieren que las fuerzas ucranianas habrían desplegado tanques Challenger 2 en Kursk, Rusia. Aunque la presencia de un único tanque ha sido identificada en redes sociales, no se ha confirmado independientemente el número ni el papel específico de estos vehículos en la zona.
El Reino Unido anunció en enero de 2023 la entrega de 14 tanques Challenger 2 a Ucrania, completando los envíos en marzo del mismo año. Este equipo militar, caracterizado por su potente blindaje y precisión, fue destinado a reforzar las capacidades defensivas ucranianas frente a Rusia.
Desde su llegada, los Challenger 2 han sido utilizados en múltiples operaciones. Una de las más destacadas fue una incursión transfronteriza en Kursk durante agosto de 2024. Esta operación marcó la primera vez que se vio a estos tanques británicos en suelo ruso, subrayando su importancia en las estrategias ucranianas.
Datos clave sobre los tanques Challenger 2 en Ucrania
- El Reino Unido entregó 14 tanques Challenger 2 a Ucrania en 2023.
- Se han reportado al menos cuatro tanques destruidos en combate.
- Las pérdidas ocurrieron en Robotyne (2023), Kursk (2024) y enero de 2025.
- El cañón L30A1 requiere munición específica incompatible con estándares de la OTAN.
- El desgaste del cañón limita su vida útil a 500 disparos.
Pérdidas y desafíos operativos de los Challenger 2
Las fuerzas ucranianas han enfrentado la pérdida de al menos cuatro tanques Challenger 2 durante la guerra. La primera pérdida confirmada tuvo lugar cerca de Robotyne en septiembre de 2023, seguida de otras bajas en Kursk y recientemente en enero de 2025. Entre las razones de estas pérdidas se encuentra el impacto de drones FPV y municiones rusas Lancet.
A pesar de su reputación como tanques robustos, el Challenger 2 ha mostrado vulnerabilidades ante armamento moderno, especialmente drones y armas antitanque. Además, su rendimiento ha sido limitado por problemas de movilidad en los terrenos ucranianos. Con un peso de 71 toneladas y un motor de 1.200 caballos de fuerza, estos tanques han tenido dificultades para maniobrar en suelo blando, lo que los expone al riesgo de quedar atascados y ser objetivos estáticos.
El suministro de munición ha presentado otros obstáculos importantes. El cañón estriado de 120 mm del Challenger 2 requiere proyectiles específicos no compatibles con los cañones de ánima lisa estándar de la OTAN. Esto complica la logística y demanda un esfuerzo adicional para mantener una cadena de suministro independiente.
Uso táctico y limitaciones de los Challenger 2
Los tanques Challenger 2 han sido empleados más como artillería móvil desde posiciones seguras que como vehículos de combate de primera línea. Esta estrategia refleja una adaptación a sus limitaciones y el intento de maximizar su impacto estratégico.
No obstante, los tanques presentan carencias en escenarios de combate mixto. Su capacidad de transporte de munición es limitada, lo que dificulta su efectividad en enfrentamientos prolongados o en combate cuerpo a cuerpo. Además, el desgaste del cañón L30A1 agrava los problemas de sostenibilidad operativa, ya que requiere reemplazos frecuentes tras aproximadamente 500 disparos.
Las tripulaciones ucranianas han elogiado la precisión del Challenger 2, calificándolo como un «rifle de francotirador entre tanques». Sin embargo, esto no ha sido suficiente para contrarrestar las desventajas que enfrentan en condiciones de combate adversas.
Evaluaciones y posibles mejoras en el Challenger 2
Expertos como el coronel Mark Anderson han analizado el desempeño del Challenger 2 en Ucrania, resaltando tanto sus fortalezas como sus debilidades. Mientras que el tanque sobresale en protección y precisión, el terreno ucraniano y el uso intensivo de drones han planteado desafíos significativos.
Un motor más potente podría mejorar su movilidad, y la instalación de sistemas defensivos avanzados sería crucial para contrarrestar la amenaza de drones. Además, estandarizar su logística con otros tanques de la OTAN ayudaría a aliviar las dificultades de reabastecimiento.
A pesar de estas complicaciones, los Challenger 2 han jugado un papel importante al reforzar las defensas ucranianas y mantener la moral de las tropas. Sin embargo, el éxito de su despliegue depende de su integración en una estrategia operativa más amplia y del apoyo continuo de los aliados occidentales.