El KAAN turco avanza como respuesta a su exclusión del F-35, buscando rivalizar en capacidad técnica y autonomía dentro del entorno OTAN.
Turquía responde al veto del F-35 con el desarrollo del KAAN
El proyecto KAAN de Turkish Aerospace Industries (TAI) emergió tras el distanciamiento político entre Ankara y Washington, especialmente después de que Turquía adquiriera el sistema de defensa S-400 ruso. Esta decisión provocó su exclusión formal del programa F-35 en julio de 2019, situación que aceleró un plan iniciado en 2016 para crear un caza nacional, conocido también como TF-X o MMU.
Turquía, que había sido uno de los principales colaboradores del programa F-35 y fabricaba más de 900 componentes, perdió acceso a los 100 aviones que planeaba incorporar a su fuerza aérea. En respuesta, fortaleció el desarrollo del KAAN, con colaboración inicial de BAE Systems.
El primer vuelo del KAAN tuvo lugar el 21 de febrero de 2024. Durante 13 minutos, alcanzó una altitud de 8,000 pies y una velocidad de 230 nudos. Luego, un segundo vuelo lo llevó hasta 10,000 pies, marcando un hito en la aspiración de independencia tecnológica militar de Turquía.
Esta decisión no solo modificó los planes militares de Turquía, sino que también impulsó un esfuerzo nacional que busca posicionar al KAAN como alternativa competitiva frente a otras aeronaves de quinta generación desarrolladas por aliados de la OTAN.
El F-35 mantiene superioridad operativa pese a sus fallos técnicos

El F-35 Lightning II, desarrollado por Lockheed Martin, ha sido una pieza clave de la aviación militar estadounidense desde su entrada en servicio en 2015. Disponible en tres variantes, el modelo ha superado las 1,000 unidades entregadas en todo el mundo.
Aunque representa la cúspide tecnológica del combate aéreo con capacidades furtivas y multirol, el programa del F-35 ha enfrentado numerosas críticas debido a sobrecostos. El costo total supera 1.5 billones de dólares, cifra que ha generado debate dentro del Congreso estadounidense y entre altos mandos militares.
Los pilotos estadounidenses suelen comparar internamente el F-35 con otras plataformas como el F-22 o el B-2. Ahora, esa comparación se extiende al plano internacional, al considerar al KAAN turco como un rival emergente. El CEO de TAI, Temel Kotil, afirmó que el KAAN supera al F-35 en potencia, carga útil y alcance de radar.
Frente a esta competencia, el F-35 conserva ventajas importantes, especialmente en interoperabilidad con fuerzas aliadas y experiencia operativa en escenarios reales como Siria e Irak.
Especificaciones clave del KAAN vs. F-35 para evaluar rendimiento
- El KAAN utiliza dos motores General Electric F110, con 58,000 libras de empuje total.
- El F-35A cuenta con un solo motor Pratt & Whitney F135 de 43,000 libras con postcombustión.
- La velocidad máxima del KAAN alcanza Mach 1.8, superior al Mach 1.6 del F-35.
- El KAAN tiene un techo de servicio de 55,000 pies, frente a los más de 50,000 pies del F-35.
- La carga útil del KAAN es de 10 toneladas, mientras que el F-35 puede llevar hasta 2 toneladas internamente y 18 externamente.
- El F-35 está equipado con radar AESA AN/APG-81 y sistemas de guerra electrónica integrados.
- El KAAN integrará el radar AESA “Murad” de ASELSAN, aún en fase de prueba.
- La forma del KAAN recuerda a una mezcla del F-22 y el F-35, pero su firma de radar aún es incierta.

Comparación de armamento y diseño en ambas aeronaves de combate
En cuanto a armamento, el F-35 está equipado con misiles aire-aire AIM-120 AMRAAM y AIM-9X Sidewinder, además de bombas guiadas como las JDAM. El modelo F-35A también incorpora un cañón GAU-22/A de 25 mm.
El arsenal del KAAN aún está en desarrollo, pero las proyecciones apuntan a la integración de misiles como el SOM-J y el Bozdoğan, además de cohetes y bombas que podrán alojarse tanto en bahías internas como externas.
En sensores, el F-35 incorpora tecnologías consolidadas con el radar AESA AN/APG-81 y un sistema avanzado de guerra electrónica. Por su parte, el KAAN contará con el radar Murad, desarrollado por ASELSAN, aún sin validar su desempeño total.
La capacidad furtiva es uno de los aspectos menos definidos del KAAN. Aunque su diseño presenta características similares al F-35 y F-22, todavía no se ha determinado si alcanza niveles comparables de baja observabilidad al radar enemigo.
Proyecciones industriales y obstáculos para el programa KAAN
La evolución del programa KAAN depende del cumplimiento de los plazos anunciados por TAI. Turquía espera fabricar 20 unidades para 2028, con una producción anual de 24 aeronaves a partir de 2033. Inicialmente, usarán motores F110, con el objetivo de reemplazarlos por uno nacional en desarrollo con TRMotor.

El costo por unidad del KAAN oscila entre $100 y $200 millones, superando el rango estimado del F-35, que se ubica entre $80 y $110 millones. Esta diferencia plantea interrogantes sobre la viabilidad financiera del programa turco, especialmente bajo las presiones de inflación y sanciones internacionales desde 2019.
Las capacidades industriales de Turquía también serán puestas a prueba. El ejemplo del KF-21 surcoreano, que ha enfrentado retrasos, muestra que los proyectos de este tipo requieren solidez tecnológica y estabilidad institucional.
Turquía apunta no solo a reconfigurar su fuerza aérea con el KAAN, sino también a exportarlo a aliados como Arabia Saudita o Pakistán, lo cual implicaría abrir un nuevo frente en el mercado de cazas de quinta generación.
Implicaciones geopolíticas de una rivalidad creciente dentro de la OTAN
La rivalidad entre el F-35 y el KAAN refleja más que diferencias técnicas: muestra una fractura entre dos miembros históricos de la OTAN. La decisión de Turquía de continuar con el S-400 en 2017 marcó un giro estratégico que sigue impactando la cooperación bilateral.

Desde entonces, Ankara ha impulsado una narrativa de autonomía militar. El desarrollo del KAAN es una extensión directa de esta política, que busca reducir la dependencia de proveedores occidentales y afirmar su papel regional.
El contraste entre pilotos turcos y estadounidenses también acentúa esta disputa. Mientras unos operan con una plataforma consolidada y en uso real, otros confían en un sistema en desarrollo que simboliza aspiraciones nacionales más amplias.
Finalmente, la relación entre ambos países enfrenta una redefinición. El resultado del proyecto KAAN podría determinar si Turquía se posiciona como un productor relevante de cazas avanzados o si su esfuerzo se diluye frente a las exigencias tecnológicas y financieras de la aviación de quinta generación.